La lluvia.
Uno de los fenómenos naturales que más odiaba con cada parte de mi ser, me amenazaba cayendo frente a mi gran ventanal. Podría decir que soy raro al expresar mi desagrado hacia esta, ya que a todos les fascina.
—¿Qué puedo hacer?—me pregunté en voz alta, inspeccionando cada rincón de mi entorno, buscando una respuesta rápida para hacer menos aburrido mi día.
Hasta que me detuve al mirar un simpático estuche posado sobre el sofá.
—Oh viejo amigo.—pronuncié y abrí rápidamente el estuche para luego sacar el instrumento de éste.
Soy músico desde adolescente. Toco el piano, ukelele y bajo, aquellos instrumentos a los cuales soy totalmente fiel. Pero en estos últimos dos años me llamó la atención el aprender a tocar el violín, aunque hace unos meses no lo he tomado en cuenta.
—Perdón por olvidarte.
Hablar solo y estar solo en mi casa era pan de cada día la mayoría del tiempo. Soy un solterón de 28 años que tiene (o más bien siento que tenía) un amigo y que sin duda es el mejor; Josh. Podría llamarlo pero ya encontré compañía.
Toqué las cuatro cuerdas al aire.
Un asco de sonidos, Dios mío.
Ya estaba claro que no era un aprendiz. Pude adaptarme a éste nuevo cordófono de manera fácil. Me consideraba un apasionado por éste pequeño y dulce violín.
Entoné con mi voz los sonidos de las cuatro cuerdas para así poder comenzar con la afinación y de una buena vez, poder tocar.
La verdad estaba muy desafinado, parecía gata pariendo. Solté una carcajada al demorarme unos minutos y cogí el arco finalmente para así probarlo en el violín.
Perfecto.
Mi mente se encargó de recordar alguna melodía. Aquella que él y yo cantábamos cuando ambos éramos unos adolescentes.
Can't Help Falling In Love.
Una canción realmente tierna. Realmente significativa tanto para mí como para él.
Confirmé todo sentimiento dirigido hacia él con esa canción. Cada vez que tenía la oportunidad de cantarla, él me seguía y terminábamos conectando nuestras miradas amorosas, actuando como si fuésemos todos unos enamorados. Y la verdad es que yo desde ese momento lo reconocí, no sentía cariño hacia él como un amigo si no, algo más parecido a la pasión.
Sonreí como bobo al tocar las primeras notas de la canción. Ésta la solía acompañar con ukelele, pero no niego que con violín suena más triste.
Las imágenes no tardaron en reflejarse en mis recuerdos. Un Josh peliazul, con una voz tímida y hermosa. El sofá donde solíamos acariciarnos claro, como amigos.
Diablos, en un instante extrañé todo eso. Pero las cosas no podían volver a ser como antes... Nuestra comunicación se fue deiblitando poco a poco. Ahora debe de ser un empresario y encontró al amor de su vida, de seguro.
En un intento de volver a la realidad, decido tocar otra pieza más alegre como Canaries o mejor me quedo en silencio. Lo gracioso es que me encanta ser masoquista y eso explica mi fanatismo por las baladas tristes que llegan a identificarme.
Me tiré sin delicadeza en el helado piso mirando hacia el techo con la mente casi en blanco y una vez más llegué a quejarme de la lluvia.
Tan pura, tan silenciosa pero a veces estruendosa.
Palabras características que si les añades una 'o' al final combinan perfecto con él.
También cabe recalcar que me hacía extrañarlo más de lo debido.
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broken strings {joshler}
FanficHistoria corta ! Donde Tyler Joseph ofrece su arte musical para acompañar una velada donde, su mejor amigo y del cual está perdidamente enamorado le pedirá matrimonio al "amor de su vida."
