'¿Cómo ocurren las cosas?
¿Cómo un día todo puede destruirse y como al siguiente día todo toma otro color?'
Liam conoce a Sally en la tienda musical 'Champagne Supernova' y desde ese momento todo en su vida parece cambiar, pero el destino le tiene r...
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Liam y Sally se encontraban en la puerta de la residencia Gallagher.
Él noto el nerviosismo por parte de Sally por lo que tomó su mano y le dijo:
-Tranquila, todo saldrá bien; no estés tensa, mi madre es fabulosa y ya está encantada contigo ¡Y todavía no te conoce personalmente! En cuanto a Noel... Bueno, ya sabes... Mi hermano no importa-
-¿Y qué hay de tu padre?- preguntó ella.
Al ver como Liam torcía su gesto se dio cuenta que quizás no había hecho la mejor pregunta e intentó disculparse.
-Lo siento, yo...-
-No pasa nada, tú ni sabías... Yo no lo conté tampoco... Larga historia... Mejor relatarla en otro momento-
-No es necesario si no quieres-
-No, esta bien... Al fin y al cabo tú me presentaste a tu familia, ahora me toca a mi-
-No te preocupes- dijo ella con una sonrisa a modo de consuelo.
Gallagher le devolvió la sonrisa.
-¿Te parece si ya entramos? Hace algo de frío-
Abrió la puerta dejándola pasar e ingresaron finalmente a la casa.
Finalizada la cena... :
-La cena estuvo deliciosa, señora Gallagher-
-Gracias linda, puedes decirme Peggy si gustas-
Sally asintió sonriente.
Ya terminada la cena se dedicó a ayudar con el lavado de platos junto a los chicos.
-Oye, Sally, ¡tenemos nueva canción! ¿Quieres oírla?- preguntó Liam mientras terminaban de secar los últimos platos y los colocaban en su lugar.
-La compuse hace unos días- intervino Noel.
-Bueno, si; tú la compusiste y te agradecemos por eso... En fin ¿la escucharás?-
-¡Si! ¡Estaría encantada!-
Subieron a la habitación que compartían los hermanos mientras dejaban a su madre, que tomaba el té viendo la televisión.
-Bienvenida a nuestro lugar- señaló Noel al entrar.
Sally miraba todo con asombro; creía que los hermanos serían un completo desastre pero encontró todo lo contrario.
Había un armario grande, paredes cubiertas con algunos carteles de The Beatles, dos camas con sus correspondientes mesitas de noche y los instrumentos de los chicos al lado de cada una de esas camas.
Todo estaba muy ordenado y limpio; seguramente su madre se encargaría de ello, pues los Gallagher no parecían el tipo de chicos más prolijos.
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