Seis

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¡Hola a todos! Sé que he estado casi muerta últimamente pero estoy reviviendo jaja, continuaré este proyecto y pienso terminarlo. Antes de que lean un rápido mensaje:

A todos los que me leen de la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Morelos, y todos los estados afectados por ambos terremotos en los últimos días espero estén bien, y si no, mucha fuerza y sigan adelante por favor; a quienes me leen desde otro lado de la República, hagan lo posible por ayudar, mandando herramientas, pañales, cubrebocas, medicamentos, jeringas, cubetas, lámparas, pilas, agua, comida. Fuerza México y fuerza Costa Rica que también está muy feo por allá. 

Gracias a todas las personas que han apoyado mínimo moralmente la situación en la que se encuentra México hoy <3 

Y nada, a leer! 


Todo estaba en completa oscuridad

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Todo estaba en completa oscuridad. Al levantar su mano frente a su nariz, ni siquiera podía divisarla, forzando la vista como si así fuera a lograrlo. Un impenetrable e inexplicable miedo le invadió, pues pese a no lograr ver absolutamente nada, se supo dentro de paredes angostas. Cuando su respiración comenzó a ser irregular y a entrar involuntariamente en pánico, se recordó para calmarse, sin mucho éxito, que era sólo un sueño y que realmente esas paredes no existían. Ese lugar no existía. Caminó con sus manos extendidas, buscando ciegamente un sólido de referencia y cuando dio con una pared, una luz amarillenta se iluminó detrás de ella. Al darse la vuelta, ilusionada de encontrarse con Caleb, se topó con la desagradable imagen de, en efecto, encontrarse en una estancia pequeña. Más que una estancia, era un pasillo que terminaba con unas escaleras que sólo bajaban. Se imaginó estar dentro de una nave o un avión, pues sus paredes eran de aluminio y la luz amarilla parpadeaba constantemente, justo arriba de las escaleras. No había más luz, no había más entradas o salidas, solamente eran ella y ese pasillo angosto y corto que la dejaban sin respiración.

Se quedó a la expectativa de que un momento a otro subirían por esa escalera Han Solo y Chewbacca, pero después de unos segundos que le parecieron eternos, decidió moverse de ahí antes de que sufriera un ataque de claustrofobia.

El parpadeo iluminaba el claro de sus ojos azules y daba la ilusión de un verde esmeralda, su enmarañado cabello caía lacio por su espalda y sus descalzos pies no advertían el frío del aluminio. Temerosa, se acercó a la escalera y al echar una ojeada abajo y observar nada más que oscuridad, dio un paso atrás.

—¿Caleb? —llamó, aunque sabía que no obtendría respuesta.

Quiso despertar. Sin su guía no sabía hacia dónde ir ni qué hacer, y se regañó mentalmente por haber dependido inconscientemente de un completo extraño; pero por alguna razón, Caleb no le parecía un extraño.

Cerró los ojos y se imaginó lo que diría el chico de estar ahí. Entonces respiró profundo y dio un paso hacia la oscuridad que engullía las escaleras.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2017 ⏰

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Un Azul Casi GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora