Capítulo 23

3.3K 330 11
                                    

(Con Dipper).

Tras dos horas buscando en la inmensidad del bosque, el rubio miro la silueta de un muchacho debajo de un árbol, su corazón lo guiaba hacia el, no lo había visto pero juraba que el podría ser su amor. Al estar cerca de el, noto que dormía plácidamente; no quiso despertarlo, ya había sufrido suficiente, lo dejó descansar. La tenue luz de la tarde chocaba con su pálido rostro. Su labios entreabiertos hacían que el demonio tuviera ganas de besarlo, pero no.
Había tomado una decisión, después de encontrar al menor, haría que su hermanó lo devolviera a un ser de energía.
Si mal no olvidaba, eso no haría que sus nuevas emociones se desvanecieran y no podría estar en esa dimensión puesto que no tendría un cuerpo físico.
El pensar que no volvería a tocar a su Pino lo hacia sufrir, lo único que deseaba era poder quedarse junto a él.

Los minutos se hicieron eternos para el rubio. El frío se hacia presente, el cuerpo del menor empezaba a tintinear, Bill le puso su chaqueta encima. Dipper seguía dormido, estaba agotado que ni cuenta se había dado de que su amor estaba ahí.

"¿Como pude ser tan estúpido como para dejarte ir?... Eras la única persona que me ha hecho sentir cosas que jamas había  tenido... Que logró que tuviera fe en todos los demás... Que alegra mis días y mis noches, te había estado observando desde que te fuiste y sin darme cuenta empecé a..."

—Enamorarme...— Dijo en voz alta como reflejo de sus labios y casi a punto de las lágrimas.

El castaño al escuchar eso abrió los ojos cuidadosamente para encontrarse con el rubio enfrente suyo con una sonrisa reflejada en su rostro. Lo miraba esperanzado de que su amor lo abrazara.

—¿C-como me en contraste?— Dijo serio y desviando la vista.

—Te amo...— Soltó al fin... Se abalanzó hacia el castaño y lo abrazo, lo tenia fuertemente agarrado, casi no podía respirar mas aparte estaba en una especie de trance por las palabras dichas por su amado... Sus oídos añoraban que dijera esas palabras, era un sueño hecho realidad, pero Dipper no se dejaría tan fácil.

—No parece.— Respondió de manera fría y alejándose de su compañero sin mirarlo.

—P-pero Pino... D-deja te e-explicó...— Otra vez sentía que las lágrimas llenaban sus ojos. —E-so de h-hace u-unas horas no fue mas que...—

—¡NO QUIERO SABER!— Grito el castaño asustando al demonio.

—E-entiendo...— Algo cabizbajo, se levantó y dio media vuelta para alejarse caminando. —Sabes, aun te seguiré amando hasta el final de mis existencia. — Tras un chasquido de dedos, desapareció dejando al chico solo.

—¿B-bill?— "¡¿Pero que he hecho?!", Dipper se levantó del suelo (Aun con la chaqueta de Bill) y fue corriendo al único lugar que conocía...

(Con Mabel).

La castaña y el peli-azul estaban sentados en una banca frente a la cabaña, Will sostenía las manos de la chica.

—Mabel... Lo que te voy a decir es solo algo que mi familia sabe... ¿Entiendes?— La menor asintió, quería escuchar todo lo que salia de los labios de su amado. Tras un largo suspiro, continuó. —Bien... Hace hace miles de años Bill, Phill y yo aprendíamos todo acerca de los humanos, hacíamos tratos con ellos para que cada quien obteniera algo. Mis hermanos sacaban ventajas de las palabras de las personas para salirse con la suya, yo por mi parte, respetaba lo que decíamos. Con el tiempo, cada uno tomo su camino, el único que se quedo en esta dimensión fue Bill, yo conocí un universo alterno a este de nombré Reverse Falls, me gustaba ayudar a todo ser mientras me invocaba. Pero...— Su miraba se perdió. El silencio era ensordecedor y Mabel noto como los ojos del demonio comenzaron a llenarse de lágrimas.

—Will... ¿E-estas b-bien?— Pregunto ella tomando su hombro y sacándolo de su trance.
—N-no...— Clavo sus intensos ojos azules en los color chocolate de la menor. —B-bueno. Un día un castaño me invocó y al estar a solas me atrapó con un hechizo. El junto con su hermana me mantuvieron cautivo... Fui su diversión durante varios años... Varios veces me humillaron y torturaron... Me hicieron sentir miserable... Los odio con todo mi ser...— Apretaba los puños fuertemente, se estaba lastimando el sólo y la chica lo noto. Tomo sus manos y lo hizo que le mirase, estaba en llorando tenuemente, parecía que no podía hablar por un nudo en la garganta. A duras penas dijo.

—N-no te v-volvera a p-pasar... T-te q-quedaras con... conmigo...— Se abalanzó hacia el abrazándolo, el otro escuchaba sus tenues quejidos, estaba enamorado de ella y el que le hiciera sentir seguro confirmaba que el amor era mutuo.

—M-mabel...— La separo y miro a los ojos. —T-te amo.—

Los dos se quedaron en silenció. Tenían miedo de decir algo incorrecto.
Siguieron lo que sus cuerpos ordenaban, cerraron los ojos para que sus labios se juntaron, este era un lindo beso con pasión, era una ola de emociones nuevamente.

Will añoraba sentir esos dulces y carnosos labios que tanto le enloquecían con sólo mirar, paso sus brazos por el torso de su amada apagándolo hacia él, esta por su parte pasaba los suyos por el cuello del demonio. La falta de aire los obligó a separarse, tenían un leve sonrojo en sus mejillas, y aunque algo apenados, se dedicaron una sonrisa para volver a abrazarse.

—Yo también te amo...— Susurro la castaña en su oído. Juraría que a Will le había dado un vuelco en corazón al escucharon aquellas palabras gloriosas. Sólo ellos dos bajo una noche estrellada. Nada podría arruinar este momento... O eso pensaban.

—Lamento interrumpir...— La desanimada voz de alguien detrás del chico les llamo la atención. (Algo enojado) Will ya sabia a quien pertenecía.

—No vengas a joder... Estoy ocupado.— Respondió enojado.

—Es por... Lo de hace rato.— Seguía muy pesimista.

A a regañadientes, Will aceptó.

—¿Y mi hermano?— Pregunto la castaña quien había ignorado por completo el rubio.

—Esta en camini... No te preocupes, ya no los molestare.— Dio media vuelta y junto a su mellizo entró al bosque solo para perderse en la obscuridad de este.

(Cerca de una hora después).

—¡¡MABEL!!— Dipper ya había llegado a la casa y corría de un lado a otro buscando en cada rincón de la casa, necesitaba la ayuda de su mejor amiga y hermana. Estaba notablemente alterado.

—¿Que cosha pasha?— Dijo esta saliendo de la cocina con su mandil rosa puesto.

—L-lo... P-perdi...—

Tal Vez... No Sea Tan Malo [BillDipp] [MaWill] Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora