-Dr. Reigns...Dr. Reigns...Dr. Reigns -Repetia mi nombre una y otra vez, quizás parezca tonto pero me siento orgulloso de estar haciendo lo que me apasiona y para mi suerte que nadie me esta viendo o si no me encerrarían con los demás locos por estar hablando con una puerta.

Mi primer paciente el día de hoy sera ese hombre carismático de cabello revuelto. Subir por estas escaleras hasta su habitación era algo cansado, como es una mansión antigua no tenía elevador asi que tenía que subir por los rechinantes escalones. Estando en el último piso camine por el pasillo hasta llegar al final donde estaba la puerta del paciente.

Al abrir me sorprendi al no ver a nadie en aquella habitación, me quite del marco de la puerta para adentrarme lentamente en la habitación.

-Hola, otra vez!!! -Dijo una alegre voz detrás de mi logrando que me asustara un poco y dejará caer nuevamente mi libreta al piso.

Recogi la libreta del piso para luego fulminarlo con la mirada, pero repentinamente mi sentimiento de molestia cambio a alegría al ver eso hoyuelos en sus mejillas.

-Eres fácil de asustar, morenito

Dean se había escondido detrás de la puerta para esperar el momento adecuado de asustarme, mi alegre paciente se acostó en la cama recostándose en el espaldar mientras abrazaban a su oso de felpa.

Agarre la silla que estaba al lado de la ventana y la coloque enfrente de él para dar inicio a la sección.

Trate de preguntarle acerca de sus padres pero se negaba a hablar eso tenía miedo de volver al pasado si hablaba de su familia, en vez de recibir respuesta lo único que obtuve fue una extraña reacción de su parte, se golpeaba la cabeza contra el espaldar de la cama mientras abrazaba con fuerza a su oso, movía su labios como si estuviese diciendo algo para después mover su cabeza de lado a lado en forma de negación.

-No, ellos no están aquí, ellos se fueron, ambos te abandonaron, ENTIÉNDELO!!! -le decía de manera molesta a su oso apuntándole con el dedo como si estuviese regañandole.

Dean parecía como si estuviese teniendo un ataque de pánico, agarraba al oso por los brazos y comenzaba a llora para que sus lágrimas cayeran sobre el animal de felpa. Al verlo en ese estado me levante de la silla para tratar de calmarlo.

-Hey...Hey cálmate todo esta bien -Le decía mientras acariciaba su cabeza, cuya acción pareció calmarle logrando que dejara de llorara, Dean levantó su mirada haciendo que sus ojos azules chocaran con los míos.

Me sente en el borde de la cama para coger su rostro con mis manos y limpiar con mi pulgar unas cuantas lágrimas que brotaban de sus lindos ojos color cielo, Dean se me quedo mirando con una pequeña sonrisa por mi acción, las puntas de muestras narices casi chocaban por lo cerca que se encontraba nuestros rostros.

-Tu piel morenita y tus ojos profundos hacen que te parezca a mi osito -Dijo en un susurro y de una manera tan adorable como si fuese un niño pequeño.

Retire mis manos de su rostro poco a poco al escuchar tal comentario, no tenía palabra para lo que acaba de escuchar, Dean dejó de mirarme para después ponerse en posición de loto sobre la cama para acto seguido acariciar la cabeza de oso y pedirle perdón por haberle hablado de esa manera.

Me volvi a sentar en la silla mientras lo miraba hablar con su oso, su ataque de pánico cambio tan repentinamente cuando mis manos tocaron su cuerpo, apuntaba en mi pequeña libreta los acontecimiento de hoy y mientras lo hacía de vez en cuando desviaba mi mirada hacía él, aunque tenga 26 años aún sigue comportándose como un niño pequeño, no pude evitar sonreír al verlo jugar con su oso, Dean es esa clase de persona con la cual quisieras estar todos los días, besarle hasta que sus labios se quemen por tener tanto roze con los tuyos y hacerle caricias en su espalda hasta que se quede dormido sobre tu pecho. Unos de mis pacientes se acostaba en la cama y no decía palabra alguna, otros se la pasaban dando vueltas por toda la habitación y golpeando su cabezas contra la pared y mi caso mas raro de un paciente que 36 años que se creía perro y se la pasa orinándose en las esquinas de su habitación. Pero Dean era diferente, como dije antes parecía una persona cuerda con un toque de locura que te llama mucho la atención.

Esperen...esperen pero que estoy pensando, Roman no pudes encariñarte con tus pacientes esos no es profesional, recuerda la regla número 1 NO DEBES ENAMORARTE DE UN PACIENTE.

-Ya te vas?¿ -Preguntó el oji azul al ver levantándome de la silla.

-EH...si, nos vemos mañana -Dije sin mirarle a la cara mientras colocaba la silla nuevamente al lado de la ventana.

-Adiós osito!¡

Con mi mano puesta en la perilla sentí como algo revoloteaba en mí al escuchar ese apodo salir de su boca. No me atrevía a mirarle y muchos menos a contestarle, así que abrí la puerta y sali de esa habitación.

Teddy Bear (Ambreigns) 🐻 🏤Where stories live. Discover now