-Algo así señor-comento con sutileza-Por favor, sientense-digo señalando las sillas.

El hombre da el paso a su mujer, un mujer de ojos cafés, alta, amable, simpática, noble y con poder también. Se sientan mirándome.

-Bueno señor, lo he llamado por...-comienzo a hablar.

-Tranquila. Ya me enteré de todo-lo miro confusa-Fui a la manada de Clark y me traje a la chica, tienes que borrarle la memoria...

-¿Usted sabe porque la secuestro? Me dijeron que Clark iba por mi mate pero se llevo a la chica-comento seria.

-Es su mate-responde simplemente.

Levanto una ceja.

-¿En serio?

-Si

-Bueno, veo que todas las mujeres de esa manada son mujeres-comento incrédula.

La Luna se ríe divertida y un aroma a lavanda llega a mis fosas nasales.

-Felicidades Luna-le digo sonriendo.

-Oh, gracias cariño-contesta tocando su vientre plano mientras sonríe, el Alfa sonríe con amor.

-Bueno ¿lo harás?-pregunta referente al tema anterior.

-Por supuesto-contesto-Pero ¿que hago con los rogues?-pregunto.

-Tu ve con la chica, esta desmayada en su sala, y yo me encargo del resto-finaliza.

-Muy bien-nos levantamos y camino a la puerta, la abro y salimos-¡Ed!-llamo fuerte, éste no tarde en llegar-Por favor guía al Alfa a las celdas-indico, asiente y mira al hombre.

-Amor, quedate aquí, por favor-pide el hombre a la mujer, ella asiente.

Ambos hombres se van dejándonos solas.

-¿Desea acompañarme Luna?-le hablo amable.

-Si, claro-contesta emocionada.

Caminamos hasta la sala, donde estaban Taylor, Emma, Sarah, Oliver y una chica mas dormida en un sofá.

-¿Es ella?-pregunto, todos asienten-¿Como hicieron para que Clark accediera?-pregunto intrigada, miro a la Luna.

-Mi marido tiene mucho carácter y poder-contesta con simpleza sonriendo. Asentimos.

-Sarah, despiertala, por favor-pido amable.

La castaña se acerca a la chica y la mueve de manera suave hasta que poco a poco la chica va despertando. Al mirarnos se asienta rápido asustada mirándonos con miedo.

-No-no me-e hagan na-nada, por... favor-suplica llorosa.

Me acerco a ella despacito y con una expresión mas suave, ella me ve con miedo pero un poco mas calmada.

-Tranquila linda, no te haremos nada-murmuro suave, sentándome a su lado con un espacio prudente.

La chica solloza mirándome.

-Calma-pido.

Acerco mis manos con lentitud a su cara, se aleja asustada pero con mi mirada la relajo y sigo el movimiento hasta los lados de su cabeza.

-Extremis memoriae <Últimos momentos de memoria>-susurro.

Como flashes imágenes llegan a mi mente. Ella cuando conoció a Daniel, él invitándola a salir, ellos saliendo del estacionamiento, una camioneta negra, ellos tomando batidos mientras hablaban, ellos saliendo del local, ella siendo tomada por un hombre, Daniel siendo golpeado, luego oscuridad, después un cuarto rojo, Matthew reclamándole, él abofeteándola, él deprimiéndose, él yéndose, ella llorando.

- Tunc oblivisci, oblitus. Quando vos vere volo ut memores, memores <Olvida el momento, olvidalo. Cuando realmente quieras recordar, recuerda>-murmuro y sus ojos se vuelven blancos antes de caer acostada en el sofá dormida.

-¿Que le paso?-pregunta la Luna asombrada y preocupada.

-Tranquila Luna, solo esta dormida. Cuando despierte solo recordará el momento en que se la llevaron, de resto nada-contesto tranquila.

Me fui a levantar pero un gran mareo me hizo balancearme a un lado, afortunadamente Oliver me sostuvo a tiempo.

-¿Michie?

Me sentaron otra vez.

Parpadee tratando de enfocar mi vista, mi cabeza empezó a doler otra vez y mi cuerpo a enfriarse.

-¿Que pasa?-escuche una voz demandante.

-No se-contestó una voz mas delicada.

Sentía mi cuerpo pesado, estaba aquí pero a la ves no.

-Hija

Alguien tomó mi cara, mis ojos enfocaron un rostro mayor algo borroso.

-Papá...-balbuceo.

Sin evitarlo tome aire y lo solté cerrando los ojos, así lo hice varias veces, sin ser interrumpida.

-Hija ¿estas bien?-pregunta mi padre preocupado.

Asiento suavemente con la cabeza aun con los ojos cerrados.

-Traiganle un té-ordena suavemente la Luna.

-Si-contesta Sarah.

-Michelle

Lentamente abrí los ojos y parpadee enfocando la vista. Mi padre, acuclillado frente a mi, me miraba preocupado. Levanto un poco la vida fijándole en el imponente hombre.

-¿Si... alfa?-balbuceo ronca.

-¿Que te ocurrió? Te pusiste pálida y estabas como ida-dice con preocupación.

-Perdón-lamento-No estoy acostumbrada a usar mis poderes de bruja y al hacerlo me debilita-comento simple.

Inhale y exhale.

-¿Pero estas bien?-pregunta.

-Si-asiento sonriendo un poco.

Todos en la sala me miraban preocupados.

-Querida-gire a mi lado donde la Luna me tendía una taza humeante.

-No era necesario-murmuro apenada.

-Descuida, tomalo-dice amable.

Lo tomo con delicadeza.

-Michelle, tal vez no sea el momento-miro al hombre-Pero solo te diré que mañana mismo me llevaré a los rogues-agrega serio.

-Descuide-niego desinteresada.

-También pagaré los daños causados...

-Ah no, eso si no-reniego molesta pero apenada, me voy levantando con ayuda de mi padre.

-Lo haré CollingWood, no lo discutiré-cuestiona como Alfa.

Mi loba se encogió en mi interior.

-Esta bien-accedo-Pero acepten dormir aquí, hay muchas habitaciones-agrego amable.

-Cariño-susurra la Luna a mi lado.

Bebo con cuidado de la taza mirando de reojo a ambos.

-Esta bien-aceptó rendido el hombre ante la mirada suplicante de su mujer.

Sonrío un poco.

-¡Ay, mierda!-chillo alejando la taza de mi boca, mi lengua picaba por la quemazón.

La Luna río, el Alfa sonrió divertido, mis primos ahogaron sus risas y mi padre me quitó la taza mientras yo me quejaba.

Híbrida Posesiva - #3 [TP]Where stories live. Discover now