Capitulo 25: No confías en mí

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— ¡Nunca Claire! ¡¿Cómo que nunca?! ¡Yo soy tú novio tenía que saberlo! ¡¿Cómo crees que me siento sabiendo por él que se acostaron?! — me grito lleno de furia pasando su mano entre el pelo algo desesperado.  Cada vez me sentía más miserable por haberme acostado con Raúl y menos digna de James.  Me hubiera encantado que él hubiera sido el primero y no aquel patán.

— ¡Ése era mi pasado no tenías porque saberlo! ¡Eso era mío y de nadie más! — grite entré lágrimas caminando a grandes pasos dentro del edificio,  pero él me agarro de la mano pegándome de golpe a su pecho.

—No confías en mi, Claire.  Yo confió en ti y te he contado casi todo de mí pasado.  ¿No pudiste haberme contado que hiciste el amor con mi amigo? — pregunto con los ojos brillosos. ¿Hacer el amor?  No fue ni siquiera amor de su parte.

—Yo nunca he echó el amor James.  Al parecer no escuchaste "su disculpa" vete por favor — dije alejándome de su agarre y él se quedó mirándome sin entender, pero no le di tiempo a decir algo más porque entre corriendo para alcanzar el ascensor. 

Cuando llegué a mi piso me encerré y me tiré al suelo pegada a la puerta sin dejar de sollozar.  No solamente Raúl me había arruinado la posibilidad de entregarme en cuerpo y alma sino que también había jodido mi relación con James.  Me levante arrastrando mis pies y con unas terriblez ganas de no volver a despertar me tiré a la cama llorando.

James

Había caído la noche y un día que fue planeado para disfrutar ahora era un completó desastre.  Claire se había acostado con el que fue mi mejor amigo, pero ¿cuándo? Además me había demostrado que no confiaba en mí para contarme sus cosas.  Me sentía rabioso, impotente y tenía unas ganas horrible de romper todo mi departamento.  Me molestaba que Raúl se hubiera acostado y yo fuera él único imbécil sin saberlo.  

Yo nunca he echó el amor James.  Al parecer no escuchaste "su disculpa"

Sus palabras no dejaban de rondarme en la cabeza mientras me tomaba unos tragos de Whisky que me habían quemado la garganta varias veces.  Traté de ponerme a pensar en las palabras que había dicho el desgraciado e infeliz de Raúl.  De todo lo que había salido de sus labios en ése instante yo solo entendí su virginidad y el resto ni le preste atención.  Perdóname por quitarte la virginidad y luego lanzarte aquél dinero, recordé poniéndome de pie como si tuviera un resorte.  ¡Soy una verdadera mierda!

Tomé las llaves de mi auto y salí corriendo para pedirle disculpas.  El desgraciado le lanzó dinero al acostarse con ella y yo solo pensaba en que no me lo había contando.  ¿Cómo iba a contarme semejante humillación?  Las ganas que me dan son de castrarlo y abofetearme a mí mismo por animal.  Ni siquiera me di cuenta el tiempo que me tarde en llegar a su edificio,  pero solo sé que ya estaba subiendo por el ascensor. Cuando las puertas abrieron y fui directo para tocar su puerta, pero algo se me enredo en las piernas casi haciendo que me cayera.  El perro que le había regalado a Claire y que ahora estaba más grande correteaba por el pasillo.  ¿Qué demonios hacía el perro afuera?  Toque la puerta, pero no escuché movimiento adentro así que moví la manija y no estaba cerrada.  ¡¿Cómo puede ser tan inconsciente y dejarla abierta?!

Entre dándole paso al perro para que entrará y fui apresuradamente a su habitación.  Estaba a oscuras y podía divisar un pequeño bulto en la cama que supuse era ella.  Encendí la luz, pero ni siquiera la despertó así que me acerque a ella pudiendo ver su nariz y los ojos hinchados de tanto llorar y no pude evitar sentirme culpable por ello.  Le acaricie su mejilla con delicadeza y coloque su cabello detrás de su oreja. 

Llegaré a tu corazónWhere stories live. Discover now