Día #4

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Nos hemos despertado temprano, unos deben ir a conseguir comida, otros munición y armas, cada quien tiene su lugar en el campamento, este podría ser el comienzo de una nueva vida... una sin muertos.
Me toca vigilar, es muy importante siempre tener gente viendo que nada se meta al campamento, solo que nos debemos de asegurar si es uno de los nuestros o los nuevos que lleguen... me gusta estar aquí.
Hace un rato mate unos muertos que venían para este lugar, eran pocos pero no hay que bajar la guardia en ningún momento, ya que no estamos tan lejos de la ciudad.
Ha llegado un sujeto, es bombero nos ayudará mucho con sus técnicas, se reunió con su esposa y su hijo... fue un bello momento.
Francisco no habla mucho desde que comenzó, no eh intentado hablar con el así que iré para ver qué pasa.
Acabo de hablar con el, dice que solo está preocupado por los muertos que se acercaron pero ya le dije que solo se escaparon de algun lugar, no hay problema solo no bajar la guardia.
Extraño mi motocicleta, ya no la puedo usar esta lejos, tendría que ir con muchas personas pero no debo de poner en peligro a la gente solo por un capricho mío, mejor si hay oportunidad la agarraré.
Ya debemos apagar las luces, esta oscureciendo y será mejor que los muertos no nos vean.
Ya iré a dormir... ojalá y todos los días sean así.

El diario de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora