Capítulo 2: Distracción.

6.4K 368 94
                                    


Pov. Lauren

El día en que conocí a Camila Cabello, fue el mejor día de toda mi vida. Recuerdo que ella parecía un ángel cuando entró por la puerta del colegio vestida con un hermoso vestido rojo, labios pintados de rosa, y un lazo

perfectamente atado a su cabeza, que le brindaba un toque más dulce a su estilo; su sonrisa, y la seguridad que proyectaba, podían enamorar a cualquiera que se cruzara en su camino, y yo no fui la excepción. Difícil no caer ante el encanto de la Reina de los Ángeles. Mismo encanto en el que vivía atrapada desde hace más de dos años.

Y aquí estaba un día más, cursando el primer día del último año del colegio, y tan enamorada de mi chica como aquel primer día.

Y ahí estaba ella, majestuosa y tan popular, siempre rodeada de amigos; mientras que yo, por mí parte, la contemplaba desde la distancia, como siempre solía hacer. Si tan sólo me mirara... Sé que la historia podría ser diferente. Si tan sólo...

-¡Despierta, Jauregui! -Un grito, y unos fuertes brazos arrojándome contra mi casillero me sacaron abruptamente de mis pensamientos-. ¡Feliz primer día de burlas e infierno para ti, nerd! -Se burló Austin Mahone, el chico popular y para mi desgracia, novio de Camila Cabello.

Solté un suspiro apenas se marchó. Austin era aquel tonto fortachón que pasaba su tiempo libre en molestarme, además de estar todo el día sobre Camila, a quien ahora mismo estaba besando. Cerré mis ojos, y sacudí mi cabeza. No quería ver a la chica de mis sueños besar a quien era el sapo feo de mis pesadillas.

Afortunadamente para mí, la campana en ese instante sonó, y corrí hacia la que sería mi primera clase.

El resto de la mañana, había transcurrido sin ninguna novedad. Entre clases, mi fascinación por aprender, y Camila rondando en mis pensamientos a cada momento, era hora de partir hacia el aula de Historia, mi última clase de este día.

Tranquila, a paso lento, entré al salón que aún se encontraba vacío. Tomé asiento en una de las butacas de enfrente, tal como era costumbre en todas mis clases, y cerré un momento mis ojos para relajarme. Transcurrieron poco más de cinco minutos cuando el aula se llenó por completo. La voz del profesor me hizo reaccionar, y me vi obligada a abrir los ojos. Cuando lo hice, quedé atónita.

Camila Cabello entró al salón, ¡Y tomó asiento al lado mío!

Mi primer pensamiento fue que no se encontraban lugares disponibles, y rápidamente giré mi cabeza para comprobarlo. Pero, mi hipótesis era incorrecta. Entonces, ¿por qué Camila, la chica más popular del colegio, había tomado asiento al lado de la insegura y tímida nerd? ¡Oh, Dios Mío!

El profesor comenzó a impartir su clase, pero por primera vez, desde que tengo uso de memoria, no me pude concentrar. Lo único que podía sentir era la bendita presencia de Camila Cabello, a tan sólo unos centímetros de distancia. Y era extraño, pero podría jurar, que en un par de ocasiones, tenía su mirada puesta sobre mí. Pero eso era imposible, y en ningún momento me atreví siquiera a voltear para comprobarlo.

-Señorita Jauregui, ¿está todo bien? -Preguntó el profesor con tono autoritario, pero a la vez preocupado.
El Sr. Dellisolla había sido mi profesor desde el curso pasado, y conocía perfectamente mi impecable historial académico. Supongo que ahora el hecho de verme en un estado de distracción, no era algo que él podía dejar pasar por alto.

-Sí, está todo bien, profesor. -Respondí rápidamente con un torpe movimiento de cabeza, y parpadeé un par de veces intentando recobrar la compostura y la concentración.

-¡Muy bien! Porque no dudo que para el final de curso, pueda entregarme un espléndido trabajo, Señorita Jauregui. Pero esta vez, espero un trabajo en equipo, nada de trabajar sola. -Advirtió el profesor, brindándome una sonrisa cálida.
Y justo en ese momento, la campana sonó, dando así por terminada la clase.
-¡Tengan un buen inicio de semana! -Finalizó el profesor cerrando su portafolios, y se dirigió a la puerta de salida.

¿Trabajo? ¿De qué trabajo hablaba?
Moví mi cabeza en un pleno estado de confusión, llevando mis manos a mi cabeza y sintiéndome perdida.

-No sabes de que trabajo habla, ¿verdad? -Un dulce tono de voz entró por mis oídos. Era ella... Era la voz de Camila.

-¡Tierra llamando a Lauren Jauregui! ¡Tierra llamando a Lauren Jauregui. -Murmuró Camila en un tono tan gracioso, que provocó una tímida risa de mi parte.

-Per..perdón. -Me disculpé en lo que fue un torpe tartamudeo, y bajé la cabeza mirando mis manos que yacían temblorosas sobre mi butaca.

-¡Hey! ¿Estás bien? -Insistió la linda chica con lo que parecía un tono de ¿preocupación?

-Sí... -Respondí simplemente, en una total mentira.

No, no estaba bien. La chica que amaba, y que me había ignorado siempre, ahora estaba sentada a mí lado y me estaba hablando. ¿Cómo puedo estar bien? ¡Estaba muriendo de nervios!

-Lauren... -Camila aclaró su garganta, logrando llamar mi atención nuevamente. -Me preguntaba si... ¿quieres realizar el trabajo conmigo?

Abrí mis ojos como platos. No entendía que estaba sucediendo, pero sólo podía rezar porque esto no se tratase de uno de mis sueños, en el que Camila Cabello siempre solía ser la bella protagonista de mis fantasías.

LA NERD (Camren)Where stories live. Discover now