Jack quedó pasmado y no podía dejar de verla, era perfecta, no recordaba haber visto algo tan hermoso en toda su vida. Su corazón latía fuerte, tanto que él mismo podía escucharlo, estaba hipnotizado por esa chica que, por alguna razón logró atraerlo.

Conejo no pudo hacer más que darle a Jack un codazo y susurrarle.

-¿Qué esperas?- haciendo entrar en razón-.

Jack salió del trance en el que Enid ya lo había sumergido, traga saliva, respira hondo y se arma de valor para acercarme a Enid.

Enid sentía que las piernas le temblaban y sentía el corazón en la garganta. Veía cómo Jack  se acercaba a ella poco a poco, se veía increíble en traje, su cabello blanco alborotado y sus ojos azules resaltaban, sin duda lucia más atractivo que de costumbre...

...Enid despertó de su sueño al tener al apuesto chico  del invierno frente suyo.

-Enid -la llamó sobando su nuca, agachando un poco la cabeza y mirándola con una cara de apenado- Te ves hermosa- dijo mirando a otra parte para ocultar su ruborizado rostro-.

Enid estaba más que roja, de los nervios sólo podía jugar con sus manos.

-Es el vestido- dijo Enid-, es hermoso y me hace ver diferente-.

-No, es verdad que el vestido es increíble, pero, tu ya eras hermosa antes de usarlo- Jack la miraba fijo-.

Enid sentía que se desmayaría y, si no cambiaba el rumbo de la conversación su corazón explotaría.

-Dime algo- Habló Enid para cambiar el tema- ¿Qué estamos celebrando?- Pregunto ingenuamente-.

Jack sonrió de ternura al ver la inocencia de Enid.

-Hoy es un día especial- mencionó Conejo-.

-En un día como hoy sucedió algo especial, que vino a alegrar y mejorar nuestras vidas- afirmó Hada-.

-¿Enserio?- Se asombró Enid- *Debe ser algo genial*- Curiosa y ansiosa preguntó- ¿Y qué es?-    

Norte se abrió paso entre los guardianes hasta llegar con Enid.

-Un día como hoy...- Norte sonrió justo como lo haría un cariñoso abuelo al ver el rostro ilusionado de Enid- Tu llegaste a éste mundo, para iluminar todo a tu manera-.

-¿Eh?- la cara de Enid cambió de curiosa a confundida al extremo-.

Enid los miró a todos sin saber que pasaba; Norte la tomó de la mano y la guió hacia donde estaba todo preparado...

...Al entrar Enid abrió sus ojos de par en par. La decoración era fuera de este mundo, había luces blancas y azul turquesa por todas  partes, velas que aportaban una tenue pero bella luz a todo el lugar, en el techo había decoración con seda dando la apariencia de  estar en la habitación de un castillo, en la mesa había toda clase de platillos, tantos que no podría decirlos todos, de diferentes lugares del mundo y, en el centro había un enorme pastel de tonos color "pastel", Enid se llevó sus dos manos a su boca y sus ojos se llenaron de lagrimas, ella nunca había visto algo igual y al levantar la vista pudo ver un letrero que decía: FELIZ CUMPLEAÑOS ENID.

Enid no podía contener tanta emoción, de modo que las lagrimas caían y recorrían sus mejillas, Jack volteo a ver a Enid y se llevó la sorpresa de su vida al verla llorar y no sonreír.

-¡E-Enid! ¡¿No te gusta?!-  Dijo asustado-.

-Enid si algo no te gusta, lo podemos cambiar- decía Conejo-.

-Si, dino qué es, el pastel ¿Cierto?... Dijo Norte- Phill- llamó a un jeti- Llevártelo y haz otro- Phill estaba por llevarse el pastel-.

-¡¡NO!!- Enid levantó la voz haciendo que todos voltearan- Todo es bellisimo- dijo limpiando sus ojos-.

Leyenda de un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora