In Dreams

Capítulo Único

Yo de nuevo, con un nuevo Hoshiyuki~

Esta es una idea fugaz que tuve cuando me quedé a dormir donde mis abuelos, y la verdad salió más larga de lo que había imaginado. Diría que es un tanto peculiar, pero siento que es bastante acorde para esta parejita (sobre todo para Nayuki)

¡Espero les guste!

(Las portadas bonitas y yo todavía no nos llevamos bien, lo siento)

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Nayuki despertó incluso antes que el aviso de su alarma. Sus ojitos claros brillaban, un tono carmesí se marcaba sutilmente en sus mejillas y una pequeña sonrisa genuina adornaba sus labios. La razón no era otra que cierto sueño que tuvo mientras dormía, y aún podía sentir su corazón latir con rapidez por la tan bonita sensación que le dejó.

Pero el deber llamaba, y tenía que levantarse para dar inicio a su día. Lo mejor era que se sentía realmente bien, descansado y con muchos ánimos para afrontar un nuevo día en la academia donde ya cursaba su segundo año.

Se levantó y se alistó con calma para sus clases, todo mientras tatareaba alegremente una canción que de pronto llegó a su mente. Se sentía muy contento y hasta capaz de lograr todo lo que se propusiera.

-¡Buenos días, Nayuki!-

De pronto, la voz de su compañero de cuarto se escuchó con un saludo alegre. Giró la cabeza, para saludarle también, pero al observar a Hoshitani la sangre se le subió al rostro. No pudo decir palabra alguna y en cambio salió huyendo de la habitación que compartían dando un portazo. Ni él mismo comprendió su propia actitud.

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El día se llevaba a cabo con tranquilidad, y la hora del almuerzo ya estaba aquí. Nayuki continuaba de muy buen humor, incluso llevó suficiente comida para compartirla con algunos miembros de los demás equipos, y mientras comía se le notaba el gran entusiasmo en el que estaba envuelto. Además, la comida de ese día le había quedado más deliciosa que de costumbre.

Pero, a pesar de sus ánimos, por alguna extraña razón Nayuki no podía mirar a la cara a Hoshitani. Desde la mañana estaba huyéndole, evitando sin querer el rostro de su amigo. Y eso lo notó el resto de su equipo, pero prefirieron no hacer comentario alguno a causa del aura alegre que rodeaba al más joven del grupo.

El almuerzo terminó y, mientras esperaban su siguiente clase, Nayuki se mantuvo en su asiento apoyando el rostro en sus manos y llevando una mirada soñadora. Ya era medio día y todavía no lograba superar lo que había vivido en su más reciente sueño. Y recordarlo le hacía suspirar de vez en cuando...

Hasta que Ugawa, notando aquella actitud tan melosa de su amigo, decidió entrometerse. Y lo hizo cuando se encontró a solas con Nayuki en la azotea, eso luego de sus clases de la tarde.

-Oye, Nayuki ¿Qué sucede contigo hoy?- y directo, le preguntó.

-¿Eh? ¿A qué te refieres, Ugawa-kun?- dudoso, inocente, respondió con una pregunta.

-Ya sabes, hoy andas extraño... Pareces una colegiala enamorada.- y aquel comentario, su conclusión, produjo que el rostro de su amigo enrojeciera al instante como los tomates que comieron en el almuerzo.

-¿P-por qué dices eso...?-

Y ante la reacción avergonzada de Nayuki, Ugawa se acercó a él dándole una mirada acusadora.