Capitulo 1: Circunstancias

443 34 7
                                    


Capitulo 1: Circunstancias

Han pasado casi 9 años del accidente, Sumiré viva sola mientras se dedicaba a entrenar en la escuela de Seigaku el equipo de Tenis masculino, su casa parecía abandonada pues cada vez que ella entraba el olor de su nieta era inconfundible.

Sumiré se convirtió en alguien estricto y con demasiado rencor, incluso el capitán le tenía miedo cuando esta se enojaba, Tezuka siempre era una persona seria y muy tranquila para ser un joven que pronto cumpliría los 16, sus fieles amigos que cursaban con él, Eiji, Oishi, Inui, Fuji y por un año más chicos estaban Momo y Kaidoh, Kawamura al salir de secundaria se había dedicado al restaurante de su padre pero constantemente jugaba con ellos y les celebraba sus victorias, por último se encontraba el menor de ellos Ryoma Echizen próximamente cumpliría los 14 años.

Los chicos entrenaban duramente mientras que sumiré solo suspiraba desde la bancas hoy no se había levantado con buen ánimo, varios habían notado que ella cada vez se encontraba en peores condiciones, el único que conocía su pasado era el mismo capitán quien constantemente le decía que visitara a su nieta y en casos extremos que le pidiera perdón.

El torneo de a mediados de año se acercaba no podían distraerse, era necesario estar a la altura de las escuelas contrincantes, llevaban varios años ganando pero a la falta de de unos de sus monstruos se sentía dudosa, Inui le había comentado que los primeros contrincantes se veían fáciles pero las demás escuelas eran algo superiores pues llevaban un largo camino entrenando y la fuerza con que golpeaban y la condición de sus piernas era mucho mejor.

- Inui, hablas enserio... tal vez un entrenamiento en las montañas. -

- Eso había pensado entrenadora dado que solo tenemos dos meses antes del primer partido... -

- Tezuka, ¿tú qué opinas?, seria genial ir a las montañas de nuevo para entrenar -

- Me parece justo como hace años -

- ¿Pero? - contesto Sumiré conociendo la mirada de su alumno

- Hablamos de piernas y brazos, sabemos que los únicos que tiene habilidad en esos campos son Kaidoh, Echizen y Kawamura aunque él no esté en estos momentos -

- Quizás tengas razón, tal vez entrenar con Kaidoh ayudaría...

- Lo dudo - interrumpió Inui

- ¿Por qué lo dices? Es algo normal que entrenen como Kaidoh -

- Lo siento entrenadora pero le aseguro que ninguno de ellos soportaría el entrenamiento de Kaidoh, el a entrenado de menos a más hasta llegar a este punto de soporte pero considerando mis análisis, es simplemente imposible. -

El tenia razón, quizás la mitad del equipo soportaría pero que pasaría con el otro, considerando que estarían demasiado agotados para el torneo, no se tenía que ser genio o ver el futuro para saber que su propia entrenadora se estaba frustrando, decidieron dejarla sola antes de que explotara y se encaminaron a las canchas.

- Muy bien fórmense - sentencio el capitán y tos obedecieron.

- Antes que nada, felicidades a los que quedaron como Titulares en el Ranking mensual, por otro lado tenemos que entrenar muy duro... para el torneo.

- Tezuka, ¿Qué ocurre? - Oishi había hablando conociendo a su amigo

- Sucede que las escuelas en el siguiente torneo son demasiado fuertes... son capaces de vencer a Kawamura en fuerza, Kaidoh junto con Echizen no creo que tengan problema pero los demás... lo dudo-

- ¿Qué quiere decir? - respondió el ambarino.

- Echizen, lo que digo es que la rapidez y los reflejos son buenos pero nos enfrentamos a escuelas con una gran demanda.

- Lo que quiere decir Tezuka es que los demás equipos practican artes marciales y atletismo, sus titulares además de practicar estas dos artes también practican boxeo por lo que en fuerza y rapidez nos superan. - interrumpió Inui mientras revisaba sus apuntes

- La entrenadora quiere entrenar en las montañas pero considero que no es suficiente, tengo la idea de una persona que ha sobre pasado peores dificultades... no soy quien para contarlo pero ella se encuentra en Tokio.

- Al igual que donde se hará el torneo - sentencio el ambarino mientras observaba como entraba la entrenadora casi pálida.

- ¿Qué quieres decir Tezuka? - llamo la atención la entrenadora

No quería ni siquiera escucharlo pero era necesario, tendría que buscar a esa persona y pedir ayuda aunque fuera solo por dos meses, era absurdo ella jamás se le había ocurrido y ahora su alumno de la vida se lo recordaba; buscaría a su nieta.

Pasaron las horas más largas de su vida, sus alumnos ya se habían ido, la escuela pronto cerraría, condujo durante minutos ¿Cuántos? Ni siquiera se había dado cuenta en qué momento la noche apareció, las dudas de su cabeza eran cada vez mas grandes por primera vez en su vida necesitaba de un consejo, quizás de impulso la hizo estacionarse delante de un templo.

- Buenas noches... Sumiré ¡que milagro verle...! - saludo Rinko alegremente

- Anciana, que te trae por aquí... - callo al momento de ver su rostro y entonces comprendió, Rinko lo observaba con la interrogación en su rostro

- Nanjiro... - susurro la anciana mientras este se rascaba la cabeza y le enseñaba el camino a la sala

Le pidió a su esposa darle privacidad y esta accedió curiosa, Sumiré se sentó en el sofá más pequeño mientras sus manos cubrían su rostro y las lagrimas no cesaban, Rinko apareció con una bandeja, en ella un par de tazas de té y galletas para acompañar, soltó todo lo que tenía que decir, desde que murió su único hijo y su nuera no ha podido ver el rostro de su nieta continuo explicando que había sucedido incluso había tocado el tema que su nieta ya no estaba con ella dándole más intrigas a Nanjiro.

Ryoma iba llegando pues después de la escuela había ido con Momo a comer hamburguesas, cuando entro aviso que había llegado pero encontró un par de zapatillas deportivas, curioso entro a su hogar encontrándose con Sumiré en un mar de lagrimas, simplemente no entendió, una mano lo jalo dentro de la cocina su madre le hizo señas para que callara y junto con Nanako se dispusieron a seguir escuchando

- No entiendo- Rinko lo volvió a callar con la mirada.

- Primo, hace un par de horas llego tu entrenadora pero desde que se sentó no ha dejado de llorar. - volvieron a callarse al oír la voz del hombre

- Anciana, ante esto no sé qué decir, lo primero... me decepcionas -

- Lo sé... Nanjiro - susurro con la puñalada en su pecho

- Segundo; Es hija de Taro, tu hijo. Significa que es tu nieta... - cayó por un momento - ella siempre te necesito y tú la tiraste... ahora ve y búscala, no lo hagas por ella hazlo por ti... si ella te rechaza, acéptalo - acabo de decir y se paro para tomar aire y despejar sus ideas ante la anciana.

- ¡Nanjiro! - soltó su esposa mientras entraba, observo como Sumiré seguía desconsolada

- Ella vino por un consuelo y le das una puñalada -

- Vieja bruja, ve en busca de lo que tiraste - sentencio el monje sentándose en el suelo y claro dándole la espalda a ambas mujeres, los jóvenes escuchaban desde la cocina no querían meterse en discusiones de adultos.

Después que Sumiré se tranquilizara agradeció a Nanjiro y a su esposa decidiendo irse a descansar y pidiendo disculpas a los demás, Ryoma aun no entendía pero ni Rinko ni su prima había entendido lo que el monje había dicho.

Todos acabaron por irse a descansar mientras Sumiré llegaba a su casa y entraba a la habitación de su hijo después con mucho miedo entro a la habitación de su nieta, todo estaba cubierto por sabanas y el polvo era notorio, destapo la cama y se acorruco en la pequeña cama de una niña de 7 años.

Hilos RojosWhere stories live. Discover now