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Tweek

A nadie le pareció extraño ver como Butters recibía amor de Kenny en medio del pasillo, pero a mí me hacía sentir bastante incómodo ver como manoseaban a mi mejor amigo.

Entendía que hacía mucho que no se veían, que se amaban demasiado y que el amor te lleva a hacer ese tipo de cosas pero... Al menos...

— ¡Carajo McCormick, busquen un motel! — había gritado Cartman, cómo si hubiera leído mis pensamientos, de una forma más grosera.

— Si no quieres verlos entonces usa otro pasillo, deja a los chicos darse amor — le regañó Wendy, con aires de superioridad.

A decir verdad, ella había cambiado mucho desde que dejó esa relación enfermiza con Stan, podría decir que se había vuelto más linda con todos... Pero con Cartman seguía siendo la misma perra.

— Hey, ¿ya vamos a clase? — Butters había llamado mi atención, tenía los labios algo rojos y podía notarse un poco las mordidas que Kenny le dejó.

Me sonrojé de sólo pensar que Butters, a quien todos creían el alma más inocente de South Park, hiciera cosas "malas" con la puta del pueblo; Kenneth McCormick.

— Sólo esperaba ver a Craig, pero creo que llegará tarde... — susurré lo último.

Tomé mis cosas del casillero y seguí al rubio por el pasillo hasta nuestra aula.

Sentía que hoy sería un día extraño, y me preocupaba que Tucker aún no haya llegado a la escuela, no quería pensar que algo malo le pudiera haber ocurrido.

(...)

Las clases habían estado bien, pero Damien había pasado dos horas enteras a mi lado, lanzando pelotas de papel a mi escritorio y llenando de basura bajo mi asiento. Había tratado de ignorarle, pero era difícil cuando algunos de mis compañeros también le seguían el juego.

— Ya basta — el profesor había golpeado su libro contra la mesa, cosa que hubiera funcionado, sino fuera porque se trataba del demonio.

Los demás dejaron de joder lo que quedó de la clase, pero Damien llegó al punto de comenzar a picarme las costillas, haciendo que interrumpiera con mis quejidos las explicaciones que el maestro daba. Era estresante, pero sólo debía aguantarle hasta el cambio de clase.

— ¿Quieres que avise a la directora? — me había preguntado Butters en cuanto Damien se fue.

— No quiero causar problemas, ya casi salimos de este basurero — reí por lo bajo, honestamente no quería alejarme de mis amigos pero tampoco quería demostrar lo vulnerable que me sentía.

— ¡Conejito~! — Kenny se había aparecido en la puerta del aula con una sonrisa de idiota y los brazos abiertos. — Ya es hora de ir a desayunar.

— ¿Vienes? — se dirigió el rubio menor hacia mí, mientras colgaba su mochila en el hombro.

Quería ir, tenía curiosidad de saber si Craig había llegado a la escuela o si algo más había ocurrido, pero tampoco quería verme tan desesperado, al menos no más de lo que normalmente me veía.

— M-Me quedaré aquí, hay una tarea que debo terminar — temblé un poco al escucharme tartamudear, creí que había superado eso, pero ahora parecía que no.

— ¿Está bien? — no se escuchó tan convencido, pero salió con su novio sin hacer más preguntas. — Cualquier cosa sabes dónde estaré.

Asentí leve, viendo como ambos desaparecían de ahí. Estaba feliz por ellos, habían logrado superar un problema y su relación se veía mejor que antes. Finalmente había dejado de ser un secreto, aunque ya todos lo sabían en la escuela.

Rolling [Creek]Where stories live. Discover now