—Me gusta el silencio—dice, removiéndose en su asiento.
—Es una excusa bastante estúpida, Kloss.
Emma se sienta a su lado, ajustando su chaqueta de cuero, mirándola con sus ojos oscuros, llenos de misterio.
Dirigió su mirada al cuadernillo que tenía la más alta.
—Eso es de Taylor—dice, y Karlie tragó seco en un segundo.
—Claro que n-no.
—No era una pregunta, Kloss. Lo he visto mucho tiempo con Taylor, no me puedes engañar a mí, soy su mejor amiga—Emma mordió su labio—, conozco todo de ella.
Haciendo énfasis en la palabra "todo", sonrió de lado al notar como Karlie se incomodaba completamente ante su comentario. Vaya, su querida amiga Taylor no le había confesado a su amor que ella sabía la verdad sobre su relación oculta.
—¿T-todo?
—Bueno, si con "todo" te refieres a que sé y tengo completa noción de que ustedes dos follan a espaldas de Dianna, entonces sí, lo sé todo. Y también sé que probablemente ya terminó contigo porque estaba cansada de la mentira que tienen entre ustedes. Después de todo, incluso si terminas con Dianna, ¿no sería extraño que la gente se enterara que ustedes salen hace más de un año? —Karlie jugó con sus dedos, incómoda ante la posibilidad de que todos se enteraran que ellas estaban juntas.
—¿Por qué te empecinas en decirme todo esto?, ya sabes que me mandó a la mierda, ¿por qué venir a recalcar las posibles cosas que pudieron pasar si seguíamos juntas? —Karlie traga seco, mientras Emma se encoje de hombros, y le hace un gesto para que continúe—Después de todo, las tres somos las únicas que sabemos sobre lo que hicimos.
—¿Estás segura de eso, Kloss? —Emma le miró con una ceja arqueada, sonriendo de lado—, quizás tú no lo imaginas, pero más de una persona sabe qué es lo que hacen. Después de todo, no es normal que las mejores amigas se vean de esa forma. —Tomó su bolso y movió su mano, diciéndole "adiós" con su voz sarcástica.
¿Qué había querido decir con eso?, bah, quizás era una de las paranoias que tenía Emma. Nadie sabía lo que tenían ellas más que ellas y la idiota de Emma. Eran buenas escondiendo secretos. Demasiado buenas para ser verdad.
Volvió a abrir su cuadernillo, y se sintió obligada a leer lo que decían aquellas hojas. Se lo había regalado Taylor cuando habían cumplido medio año juntas, y le revelaba muchas cosas que quizás necesitaba saber en momentos a futuro. Eran diferentes tipos de cartas que se debían leer cada vez que sintiera algo en específico, había desde "Léeme cuando estés feliz", hasta "Léeme cuando no quieras oír de mí", fue un regalo especial para ella, porque Taylor la conocía, y sabía qué decirle en el momento exacto que se sintiera mal.
"Léeme cuando pienses que ya no podamos más:
Hola, mi amor, ¿recuerdas cuando comenzamos a salir?, lucías esa chaqueta tan cómoda que tanto te gusta; sonreías con cada estupidez que yo decía y realmente me sentía enamorada (bueno, aún lo estoy, preciosa); cariño, no olvides lo que te dije la primera vez que nos besamos siendo oficialmente novias, ¿lo recuerdas?, yo sí lo hago..."
—La gente le tira rocas a las cosas que brillan—Susurra Karlie, acariciando la foto que estaba al final de aquella hoja. Era una polaroid de ellas dos, extremadamente juntas, a punto de besarse. Dejó de observarla y se limitó a seguir leyendo lo que su ex novia le había escrito.
Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.
"...por eso te digo algo bastante simple, si piensas que ya no podemos más, es porque aún no me miras a los ojos; porque si lo haces, verás cómo estos se llenan de amor y cariño al verte.
Te amo, Karls, nunca lo olvides.
-Tu chica."
Sintió como las lágrimas caían por sus ojos, y también como su teléfono vibraba por una llamada. Esperanzada de que fuera Taylor la atendió, pero su esperanza se fue al caño cuando notó que era Dianna.
—Hola, corazón—dice Dianna con ese tono alegre que siempre tiene, lleno de vida, cegada de amor, sin notar el engaño que vive frente a sus ojos.
—Hey Di...—susurra la más alta—, hey, ahora que llamas... ¿podríamos hablar?
—Claro, amor, ¿te pasa algo? —Karlie mordió su labio antes de suspirar—, ¿estás bien?
—¿Podríamos ir al parque de siempre?, te tengo que decir algo que te he estado ocultando desde hace mucho tiempo.
Ya era el momento, no quería seguir siendo una mentirosa.
