│Razón tres│

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Mientras estaba con KJ jamás me atrajo otra persona, cuando terminamos tampoco estaba pensando en nadie más, pero quizá debería hacerlo

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Mientras estaba con KJ jamás me atrajo otra persona, cuando terminamos tampoco estaba pensando en nadie más, pero quizá debería hacerlo. Estaba en una nueva escuela, ese debía ser el momento más adecuado para iniciar una nueva relación. Quién sabe, tal vez el verdadero amor de mi vida estaría allí.

     No era esa chica nueva que aparece en la típica novela juvenil: esa que deslumbra a todos al caminar por los pasillos y deja libre dos opciones: ya sea que la admires o la envidies. Sin embargo, ser la chica nueva era una ventaja en mi ascenso a la popularidad.

     Por lo regular en las películas todos odian a la chica nueva como si invadiera su territorio; quizá tuve suerte porque en mi caso las personas más bien estaban interesadas en conocerme. Comenzando con el hecho de que, para ellos yo era la típica niña de pueblo, era como si conocieran a un nuevo espécimen.

     La escuela era relativamente codiciada, por lo que no solía haber transferencias, menos en el último año. Todos creyeron que tenía «contactos» muy importantes, cuando la realidad era que mi abuelo fue un amigo de la infancia del director. Seguro pensaron que era rica, que tenía una familia influyente o que era parte de la mafia. Incluso los profesores me preguntaron en privado qué hice para entrar.

     En mi antigua escuela todo el mundo era un poco reservado, la mayoría de las personas solo nos comunicábamos con los chicos de nuestro salón y reducíamos aún más nuestro círculo hablando solo con un par de personas. Solo podías salir del salón en el tiempo de receso y salida, había cámaras que grababan todo el tiempo los pasillos. Todo era muy controlado.

     En cambio, aquí era obligatorio tomar talleres, en ellos te mezclaban con estudiante de otros grados y distintos grupos. Rotábamos de salón con cada campanada; los pasillos eran una locura durante los diez minutos que duraban estos cambios.

     Encontrabas compañeros en todas partes, hablabas con ellos unos minutos hasta que tu profesor terminaba su café en la sala de maestros y comenzaba la clase.

     En resumen: me volví al menos diez veces más sociable de lo que acostumbraba y eso me llevó a tener tres parejas en mi último año.

     Erauna locura para mí. Pasar de tener un solo novio a tener tres en un solo año.Sin embargo, les adelanto que ninguna de esas relaciones funcionó.

Sin embargo, les adelanto que ninguna de esas relaciones funcionó

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