Cuarto. #Diane y #Adam.

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#Diane.

Me he fallado a mí misma, ya que he acabado hablándole. Pero, ¿Cómo aún no le he pegado un puñetazo? 

-¿Perdona?-contesto sacásticamente. Entro en mi habitación. 

-Lo que oyes, tu habitación es demasiado sosa.-me dice con un cierto aire de superioridad. 

Bueno, tal vez. Vale, un poco. Pero... SÍ, lo es. No quiero darle la razón. No quiero, porque le subirá más la moral y ya tengo suficiente con que me considere inferior a él. 

¿Qué puedo decir? Ya sé. Puedo criticar su habitación. Y ¿Cómo se supone que es su habitación? Me la imagino la típica habitación de universitario, desordenada, con algún que otro póster innecesario en el que salga una chica en bikini, un escritorio lleno de apuntes, un ordenador encima de la mesa, y  una silla no suficientemente cómoda. Sí, ¿no? Por probar que no falte. 

-Pues no hablemos de tu habitación, eh.-intento decirle con indiferencia.

Se queda unos segundos callado.

-¿Qué pasa con mí habitación? Ya lo sé, es mucho mejor que la tuya, y también mi cama.-me sonríe maliciosamente.

¿PUEDO ARRANCARLE SUS PARTES ÍNTIMAS YA? 

-Puesto que no la he visto, creo que me la puedo imaginar.-digo mientras saco el ordenador de mi maleta e ignorando su segundo comentario. 

-Preciosa, ¿no deberías estar en la cama? Son las once.-replica, ahogando una carcajada.

Odio que él tenga que ser "mi niñera". Puedo cuidar de mí misma perfectamente. Frunzo el entrecejo. 

Finalmente, no ha podido aguntar más y se ríe como si le fuera la vida en ello. El problema es que su risa, me entra por los oídos como una melodía paradisíaca, es como algo que no quiero que cese. Lo miro sin darme cuenta. 

#Adam.

¿Por qué me mira tan intensamente? ¿Es que tengo monos en la cara o algo parecido? Ya he dejado de reírme. La única dificultad que tengo, es que yo también le miro intensamente. Y me gusta. Pero, ¿Qué estoy diciendo? ¿Desde cuándo me gusta mirar a una chica? Además, le acabo de conocer y es la hermana de Jared. 

Sacudo la cabeza, me giro y me voy. No podía dejarme llevar, porque lo reconozco, quería seguir mirándola. Es preciosa. No sé si es esa la razón, porque de chicas preciosas he tenido millones. 

Me estiro en el sofá del apartamento, enciendo la televisión. 

Al parecer, Diane no ha dicho ni una palabra, ni me ha seguido. Supongo que está en su habitacion, intentando ignorarme al igual que yo a ella y hacer como si lo anterior no hubiera pasado.

Hago un rato de zapping, ya que no encuentro nada que me guste. Es entonces, cuando me acuerdo de que tengo que subir a mí apartamento para cubrir al idiota de John. Seguro que su novia, llamará ahora, dado que son las once pasadas y suele llamar sobre esa hora.

Me dirigo hacia el cuarto de Diane, y frotándome la nuca, entro algo seco.

-Tengo que subir un momento arriba. Quédate aquí, ¿de acuerdo?

Me mira con curiosidad solo por un momento, que después se convierte en indiferencia. 

-¿Dónde te crees que me puedo ir? Estaré con el ordenador, aquí abajo.

Asiento con la cabeza. Sé que ha pasado algo entre nosotros dos cuando nos hemos mirado, no sé el qué, pero algo ha pasado.

Cierro la puerta con un estruendo. 

Cuando justo entro en mi apartamento, el teléfono empieza a sonar. 

Voy donde parace proceder el sonido del teléfono. Bien, lo tengo.

-¿Sí?-contesto apretando el botón de descolgar.

-¿Adam?y, ¿John?-pregunta Hilary con un tono cierto malhumorado.

Debería llamar al móvil de John, no a casa. Si no llamara aquí, no tendría que molestarme en subir y en cubrirle las espaldas a un estúpido pedazo de carne humana, más conocido como mi compañero de piso.

-John está durmiendo-digo, sin demasiada convicción.

-Pues dile YA que se despierte.

Menudos humos que tiene la chica.

-Espera.

Tengo que pensar algo rápido, rapidísimo, ahora. 

#Diane.

¿Qué estará haciendo el imbécil de Adam? De verdad que no le entiendo para nada. Y, ¿Qué se supone que ha pasado anteriormente? ¿Debería habermelo tomado como algo... bueno? ¿Qué estoy diciendo? Para empezar, Adam, no me transmite nada del adjetivo denominado "bueno". Al contrario, es de todo menos eso. Sin embargo, tiene algo que me de alguna forma, me atrapa.

Es como algo prohibido, como cuando mi madre decía que no podía tocar su maquillaje. Y el maquillaje, su maquillaje, la tentación de poder tenerlo tan cerca pero no tocarlo... Era algo que me incitaba a no hacerle caso a mi madre. Así, que recuerdo muy borrosamente, que me puse pringada de sus potingues, con olores a productos químicos entre otros, y me pinté la cara. Al llegar, mi madre me pegó una bronca de esas que no te dejan indiferentes. De esas que recuerdas toda la vida. Aun así, me sentí "liberada" por decirlo de algún modo, sentí que había hecho lo que tenía que hacer. Pero, ¿qué podía en realidad, pensar una niña de 6 años? Sin embargo, ahora tengo diez años más, y parece ser que nada ha cambiado en mi cabeza de niña caprichosa. Nada.

Nada me había pasado algo así con un chico. Su mirada... Atrapándome. No había pasado, y estaba mejor así, sin que pasara. 

Al momento, mi voz de conciencia me grita que deje de pensar tantas chorradas, tantas contradicciones inútiles... Que me centre en el trabajo de inciación para el nuevo instituto.

Oigo un ruido en el apartamento, posiblemente procdente de la entrada principal. Supongo que es Adam.

Un momento, ¿Adam tenía las llaves de casa? ¿No habría llamado al timbre?

En un momento de debilidad, me aferro a la opción que sea un ladrón. Pero, no puede ser ya que si este ladrón, fuera inteligente, no creo que hubiera entrado, está mi habitación con la luz encendida. Espera,... Y si..¿es un secuestrador? ¿Qué pasaría entonces? Dios mío.

#Adam.

Suspiro y cojo el teléfono, es la única opción que se me ocurre en estos momentos, ya que John ya se estará trincando a otra chica.

Esto... ¿Cómo poner voz de John? ¿Esa voz tan estúpida que tiene? 

-Eh...-digo intentado alcanzar el timbre correcto de la voz de John-¿Hilary?

-¡¡JOHN!!-grita, al parecer desesperadamente.-Me has hecho esperar mucho, idiota. Pensé que te habías ido con otras.

No, no, no... ¿Por qué a mí? Yo tengo que cargar con las culpas de ese memo...

-Pues ya ves que no-ups, esta vez he cambiado otra vez la voz. Me doy una pequeña sonora torta en el rostro. Piensa, Adam.

-¿Estás resfriado?

Es entonces, cuando suena mi móvil. Es un número desconocido, ¿quién será? ¿Lo cojo? 

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⏰ Last updated: Dec 18, 2014 ⏰

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