Capítulo 5: La despedida

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Narra Elsa:

Ya han pasado cinco años desde que vi a Jack Frost, y desde que mis padres me han vuelto a ayudar, sigo teniendo miedo, no he logrado controlar mis poderes, cada día se ponen peor, ya no lo podía aguantar más, necesitaba ayuda urgente, pero no quería salir de mi habitación podía arriesgarme a encontrar a Anna en el camino, en ese momento escuché pasos que se acercaban a mi puerta, pensé que Anna iba a volver a cantar, pero simplemente siguió el camino hacia la habitación de nuestros padres, quería saber de qué hablaba con ellos, abrí un poco la puerta para oír qué decían:

Anna: ¡Los veo en dos semanas!

¡En dos semanas! ¡papá y mamá se iban por dos semanas y yo no sabía nada! eso me entristeció mucho, ni siquiera se acercaron a decirme, pero yo me iba a despedir, baje a la puerta lo más rápido posible para que Anna no me viera. Cuando bajaron yo hice una reverencia y les pregunté:

Elsa: ¿Tienen que viajar?

Papá: Confiamos en ti Elsa-y salieron hacia el muelle.

Confiaban en mí, después de haberlos tratado tan mal hace años.

                                                                                            -o-

Solo faltaba una semana para que mamá y papá volvieran y para que yo me disculpe con ellos. Pero en eso tocaron a mi puerta. Creí que era Anna así que la ignoré.

Xxx: ¿Señorita Elsa?

Era una de las mucamas, ellas nunca me habían tocado la puerta así que le abrí, debía ser algo importante

Elsa: ¿Sí?

Xxx: Ha llegado un telegrama del reino vecino

Elsa: ¿No es a donde mis padres iban?

Xxx: Es por eso que lo han mandado, al parecer, sus padres han sido aplastados por una ola llegando a casa.

Elsa: Eso quiere decir...-mi voz se estaba acortando

Xxx: Que el Rey y la Reina de Arendelle han fallecido-dijo tristemente completando mi frase.

                                                                                    -o-

Al día siguiente me lamentaba, todo el tiempo que tuve para estar con ellos lo había perdido, metida en mis miedos pensando en las cosas negativas que podrían pasar, rechacé toda su ayuda pensando que podría matarlos, pero creo que a Anna le ha afectado más el asunto a ella que a mí, desde que se enteró, suelta más agua que una tormenta, sus llantos se oían por todo el castillo.

Los sirvientes taparon con un manto negro la pintura de papá y mamá y luego hubo un velorio. Cuando volvimos me enojé, estaba molesta pero triste al mismo tiempo y cuando me di cuenta,estaba agachada contra la puerta. Luegos escuché unos golpes a la puerta, sabía ya que era Anna, vino para desahogar sus penas conmigo.

Anna:¿Elsa? Se que estás adentro, me han preguntado ¿a dónde fue? Esa valiente, y de mi traté, te vengo a buscar, déjame entrar... Tú eres lo que tengo, solo escúchame, ya no sé qué hacer.

Sentí que se sentó contra la puerta como yo.

Anna: ¿Y si hacemos un muñeco?

Ahora las palabras que me hacían jugar, se habían vuelto en las palabras que me hacía llorar.

Jelsa: Un amor congeladoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu