Capítulo 14

2K 145 0
                                    

Voten por favor!! El anterior capítulo no tuvo muchos votos
***

Salgo de la oficina y suspiro aliviada, mis papeles ya están al día y no deberé regresar a Los Ángeles por cosas como estas.

Ahora que he sido ascendida cuidaría aún más mi trabajo y les demostraría que soy buena en esto.

Camino al elevador y presiono el botón que me llevaría al piso diez donde Ross me espera.

Apoyo mi cabeza en la pared detrás mío y cierro mis ojos.

No he podido dejar de pensar en lo que Christian me a dicho. Trago saliva.

Ross es mi novio, en cierto modo soy responsable de hacerle llegar a sus oídos esta noticia.

Las puertas se abren cuando llego al piso diez, toco la puerta de la oficina de Ross y espero.

Una chica cabello negro potente y labios rojos abre la puerta, alza una ceja y espera a que diga algo.

-Buenos días, vengo a ver a Ross.

-Él está ocupado trabajando, debe agendar una hora si quiere visitarlo en horas de trabajo.

Suspiro con fastidio, no lidiaría con ella por tal estupidez.

-Elena, déjela entrar, es mi... Una amiga- Se retracta antes de decir "novia"

Desvío la mirada. No me gusta que me presente como su amiga pero sé que es por nuestro bien, dentro de poco las cosas serán diferentes.

Asiente sin interés y me mira con algo de desprecio.

Arqueo una ceja indignada y miro a Ross quien presenció lo que "Elena" ha hecho, rodea sus ojos y sonríe.

-Elena, ¿te molestaría salir un momento por favor? Debo hablar con ella en privado.

Asiente en silencio, antes de salir de la oficina toma su móvil que está encima del que era mi escritorio y cierra la puerta.

Ross besa mis labios apenas estamos solos y sonríe. Sus manos se posan en mi cintura y las deja reposadas ahí.

Un nudo se forma en mi garganta al recordar todo lo que pasó con Ross hace un año, esta oficina me trae demasiados recuerdos.

-Te extrañe demasiado, bonita.

-Yo también- Sonrío ampliamente.

Joder ese bebé, ¿cuando le dirá Christian? Ahora también soy responsable de decírselo pero no corresponde.

-Linda tenemos que hablar.

Desordena su cabello y me sienta arriba de su escritorio, abre mis piernas y se pone entre ellas.

Me mira serio pero aún así puedo notas tristeza en su mirada, lo conozco.

Suspira frustrado y agacha su cabeza.

Con dos dedos en su mentón me encargo de poder mirar su rostro, esto no pinta a nada bueno.

-No puedo ir a New York- Suelta.

Trago saliva, lo observo desconcertada esperando una respuesta más completa.

-Scarlett ya no puede impedir que nos divorciemos ya que el plazo de matrimonio se acabo, y el bebé tampoco la salva de que pueda quedarme- Suspiro, ese bebé- Pero Andrew sí, dijo que si quiero trasladarme a New York primero debo terminar el proyecto que empezamos hace dos meses y tomará mucho tiempo para que concluya, por lo menos unos cinco meses.

Trago saliva, mis ojos se cristalizan.

Me bajo del escritorio y camino a la salida con prisa.

Su mano me jala hacia él y me mira triste.

-No quiero que pienses que pongo mi trabajo antes que a ti, pero sí quiero estar contigo lo haré bien, quiero lo mejor para ti y por eso prefiero esperar antes que renunciar a ese proyecto con el que tanto anhelaba ser partícipe, te amo, si lo hago es por un lindo futuro juntos.

Cierro mis ojos, lágrimas empapan mis mejillas.

Su pulgar se interpone y las quita, deposita un tímido beso en mis labios y me abraza.

No necesito que tenga todo el dinero del mundo para que me haga feliz, no se trata de eso, se trata de tenerlo a él, a su compañía.

Quizás Scarlett si dependía del dinero pero yo no.

Pero no puedo ser egoísta, él anhela ver florecer sus méritos y no me interpondré en eso.

Pero no soportaré tener que verlo cada mucho tiempo, cinco meses es tiempo.

-Ross no te confundas, yo no soy Scarlett, no quiero tu dinero y no deberías hacerme feliz gracias a él, yo te amo por cómo eres conmigo y por cómo me siento cuando estás presente, ¿No hay nada que puedas hacer para que el proyecto puedas administrarlo desde New York?

Su cuerpo se tensa.

-No pensé en eso, debo hablar con Andrew pero aún así, veré cómo hacer para estar contigo, no me rendiré fácilmente- Besa mis labios e introduce su lengua.

Una de sus manos presiona mi trasero y sonríe.

Rodeo mis ojos con gracia.

-Hace mucho que no lo hacemos acá- Muerde mi labio inferior y tira del delicadamente.

Sonrío traviesa, me provoca curiosidad recordar viejos tiempos.

No me haría nada mal una dosis del pasado.

Pongo una mano en su paquete, puedo sentir como se pone duro, me mira travieso y vuelve a ponerme arriba de su escritorio con una impresionante agilidad y abre mis piernas.

Toma mis jeans y me los quita, su mano se pasea por mis bragas e introduce un dedo por debajo, presiona mi clitorís, ahogo un grito.

-Lynch...- Ronroneo.

***

Voten!!!

Amantes II | Ross LynchWhere stories live. Discover now