Capítulo 17

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Dejo a Ethan en su cuna. Es una suerte que ya se durmiera.

Bajo las escaleras rápidamente y entro en La Cocina.

Lanzo los exámenes arriba de la mesa con fuerza y espero una explicación de Scarlett.

Se asusta y suelta un pequeño grito, frunce el ceño y me miro directamente a los ojos.

-¿Qué te pasa?

-¡Dímelo tú maldita mentirosa!- Respondo mirando los papeles.

Me mira asustada pero aún así los toma.

Abre sus ojos a tope y palidece al mismo tiempo.

Me mira nerviosa con sus ojos llenos de lágrimas.

-Ross, puedo explicarlo.

Presiono mis puños con fuerza.

Agacha su cabeza, sus dedos tiritan, jamás la había visto tan nerviosa.

-Lo siento mucho- Dice en un hilo.

-¿Lo siento? ¿Es lo único que vas a decir?, mierda, me engañaste todo este tiempo, deje a la persona que amaba por tu culpa, viví en un puto infierno por un año por tu culpa... Quería ser feliz ¿sabes?, y tú me arrebataste esa felicidad por tus jodidos engaños... No tienes idea lo mucho que me dolió romper esos papeles del divorcio y dejar atrás a la persona que amaba por preocuparme por ustedes- Mis ojos se cristalizan involuntariamente- ¿Por qué me hiciste esto? ¿Por qué tengo que enterarme de esta manera de que Ethan no es mi hijo? ¿Por qué?

Solloza, lágrimas caen de sus mejillas.

-Porqué te amo y no quería que me dejaras por un error, sabía que estaba cometiendo un grave error al no decirte nada pero no quería que me dejaras, me di cuenta de que la única forma de que no me abandones era Ethan y no quise desperdiciar esa oportunidad. El chico con quien me acosté no es cualquiera y eso me dolía más, cada cosa que hacia era hundir más el pie en un pozo de problemas pero no era consiente porque estaba ebria, había tenido problemas contigo y esa persona con su pareja, al estar bajo los efectos del alcohol no nos dimos cuenta y nos acostamos, y claro él no se protegió y yo no tome pastillas porqué sinceramente se me olvido hacerlo.

Presiono mis puños con fuerza.

Con cada palabra que dice me dan ganas de gritarle que es una perra, y no, no por acostarse con alguien, sino por ocultarme algo así.

La sangre me sube al rostro, seguramente lo tengo rojo.

Tiro de mi cabello con mucha fuerza, miro hacia todos lados desesperado.

Me acerco a ella y tomo su brazo sin medir la fuerza con la que la sostengo.

-¿Quien es el padre? ¿QUIEN ES?

Lagrimas caen de sus ojos, hace una mueca de dolor e intenta zafarse de mi agarre.

-Me haces... daño.
La suelto con desprecio, ella es quien me está haciendo daño desde hace años.

Me acerco a su rostro con una lentitud desesperante, retrocede intimidada chocando con la barra, puedo oler su miedo.

No quiero hacerle daño, tampoco quiero que tema de mi pero no puedo controlarme. Por primera vez puedo demostrarle como me siento cuando estoy con ella en esos momentos donde me saca de quicio.

-Dímelo- Murmuro caso rozando sus labios.

Su pecho sube y baja rápidamente, traga saliva sin despegar su vista de mis ojos.

-Es...- Sus ojos se inyectan en rojo rápidamente- Christian- Susurra con una mezcla de miedo, nervios y ansias; como si hace mucho quisiera decirlo.

Cierro mis ojos con fuerza. Puedo sentir como mi corazón se oprime. No puedo creerlo.

Me vio la jodida cara de tonto como yo lo hice con él. Supo vengarse sin saber lo que pasaba tras su espalda.

-¿Cómo pudiste ocultarme algo así? No me importa que te acuestes con otro tipo, pero con Ethan- Sonrío cínico y vuelvo mi rostro serio en un segundo como un puto maniático- Con él no se juega. Con algo así no se juega.

Me mira más asustada que antes.

-¿Qué quieres decir?

-Dímelo tu...- Digo calmado, aunque por mi tono de voz, me preocuparía si fuera ella.

Me alejo de ella y subo las escaleras, entro en la habitación y tomo todas mis cosas, o al menos todas las que puedo llevar al avión, es una suerte que allá dejado la otra maleta con ropa en New York.

Tomo las dos maletas con ropa y cosas de la empresa, y voy directo a la habitación de Ethan.

Scarlett al parecer sigue en La Cocina.

Dejo las maletas en la puerta de su habitación y me acerco a él.

Lo cargo en mis brazos y beso su pequeña cabeza. Espero que no tenga problemas con su jodida madre.

-Fue un gusto pequeño. Ojalá no seas igual a ella.

Lo dejo en su cuna y salgo de su habitación, tomo las maletas y bajo las escaleras, miro hacia la cocina donde aún se encuentra Scarlett sentada en el suelo y con su cabeza apoyada en sus rodillas mientras abraza sus piernas.

Muerdo mis labios, quisiera decirle algo para calmarla pero no soy capaz.

Camino hasta la entrada y abro la puerta.

-¡Ross!- dice corriendo hacia mi y me abraza con fuerza. Mi cuerpo se tensa, no soy capaz de moverme- Lamento todo... lamento hacerte pasar tantos malos ratos, fui una maldita egoísta, espero que la persona con la que estés te haga verdaderamente feliz como yo no pude hacerte, y espero que el día que vuelva a verte, no me veas como la maldita perra que fui todo este tiempo, debí ponerme en tu lugar, no debí obligarte a estar como una niña consentida y caprichosa como yo, estoy muy segura de que la persona con la que estás es mucho más madura que yo y acorde a tus gustos, hazla feliz y espero que ella también te haga feliz a ti. Lo siento y gracias por todo lo que hiciste por mí- Sonríe a medias.

-Gracias Scarlett, lamento tratarte así, hoy y estos últimos cuatro años, eres una persona con la que pude ser feliz si no es por qué siempre tuve en la mente ese trato por delante de ti, no supe apreciarte y estuvo mal. Espero que encuentres a la persona que te haga feliz muy pronto, mientras tanto, encárgate de hablar esto con tus padres y de que Christian se haha cargo de él. Adiós.

Beso su frente y me alejo de ella.

-Está misma semana te enviaré los papeles del divorcio, nos vemos.

Guardo las maletas en el auto y conduzco hasta un hotel. No sería cómodo dormir en la misma casa que ella y quiero irme lo antes posible. Mañana a primera hora firmaría los papeles del traslado y me iría a New York con ella, la chica que me trae jodidamente loco.

Amantes II | Ross Lynchحيث تعيش القصص. اكتشف الآن