Bienvenidos sean todos ustedes a la primera edición de los Juegos Literarios. Traemos para su entretenimiento a doce concursantes que serán divididos en tres equipos de cuatro personas. Este concurso no es diferente a los demás a excepción de que nu...
El campo de batalla se vuelve un caos, los tres equipos se han desplegado y cada uno mantiene cierta formación, algo que era de esperarse de su parte pues estamos hablando de tres organizaciones con habilidades especiales. Todos los competidores corren lo más que pueden, algunos comienzan a atacar mientras otros tienen en mente llegar a la meta antes que el resto; sin embargo, tres sujetos desaparecen más rápido de lo que alguien logra parpadear.
Los tres faltantes son Kōyō, Dazai y Lucy. Como era de esperarse, la menor utilizó su habilidad y logró capturar a quienes se encontraban más cerca de ella. Aún así, las cosas no parecen favorables para ella pues en palabras de Dazai, "todo va de acuerdo al plan".
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–¡Corre más rápido!–grita Ranpo desde la linea de meta al ver al pelirrojo a lo lejos. Al parecer la estrategia fue la correcta debido a que él ha logrado cruzar una cuarta parte del territorio sin problema alguno.
–Tch.–se queja mientras sigue corriendo a la par que usa su habilidad para levantar unas cuantas rocas del suelo, creando una barrera casi impenetrable. –¿Cómo van las cosas por allá granjero?
–Todo de mara...–Kenji no termina la frase, le es imposible pues justo antes de que él pudiera percatarse, recibe un golpe en el estómago que le quita el aire. La primera ofensiva de Fitzgerald ha comenzado y ha decidido ir por aquellos que lucen como una mayor amenaza.
–Será mejor que te vayas a dormir, muchacho. –Nuevamente le golpea al agente o eso es lo que intenta antes de que unos tentáculos se interpongan entre ambos. –¿Pero qué?
Lovecraft aprovecha ese instante para recuperar al menor y apartarle mientras avanza pesadamente hacia su ex jefe.
–Tengo...que...ganar...para poder...dormir. –murmura mientras poco a poco su figura humana se va convirtiendo en la de un monstruo gigante.
Fitzgerald no se lo piensa mucho y antes de que termine de transformarse, corre a toda velocidad y le da una patada lo suficientemente fuerte para mandarlo lejos. Sin embargo, ha dejado su espalda descubierta, oportunidad que aprovecha cierto mafioso.
–Rashōmon, destrúyelo.
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