-¿Invisible?- Interrumpió para completar la frase-.

-¡Si!- Afirmó con voz suave- Daría todo para sentir eso cada día de mi vida- dijo esperanzada-.

Jack al oír eso, inmediatamente se puso frente a ella bajando al nivel de ella, ya que se encontraba sentada.

-Ven conmigo entonces- propuso decidido, pero al reaccionar a lo que había dicho se ruborizó-. Ven conmigo y con los guardianes- se corrigió apenado-.

-Ir... ¿Contigo y los guardianes?- Repitió para sí misma- Pero Jack- reacciono-, no puedo sólo irme, debo decirle a la señora Mcgreed que me iré, despedirme de los niños y... ¿Qué pasará con mi escuela?- 

Jack la miró con ternura y le sonrió.- Habla mañana con la señora Mcgreed y, estoy seguro que entenderá, ademas, si vienes con nosotros prometo que valdrá la pena- le dijo con tanta calma-. Y podrás ir a la escuela y visitar el orfanato con la esferas mágicas de Norte- dijo Jack-.

Enid sonrió, por fin podría vivir su vida como ella quisiera y al máximo. Sin decir nada Enid asintió feliz.

-No te angusties por nada, descansa y ya mañana podrás hablar con los niños y con la señora Mcgreed- dijo Jack con una sonrisa-.

jack se sentó en la cama de Enid recargando su espalda a la cabecera, Enid entró en su cama y se recostó viendo a Jack hacia arriba.

-Tranquila, yo te cuidaré mientras duermes- sonrió-. Recuerda, puedo no dormir por dias y no me afectará- aseguró-.

Enid sonrió aliviada y cerró lo ojos, se quedó dormida al instante, pues había sido un largo día. Jack miraba a Enid dormir junto a él, realmente perdía el control cuando estaba con ella, se sentía único y especial con ella.

~La noche pasó tranquila y sin Pitch a la vista~

Enid se despertó temprano, (5:00 am), ya que todos sus deberes comenzaban a primera hora.

-Buenos días - dijo Jack-.

-Buenos días- saludó apenada-.

Enid se levantó y tomó una maleta tipo mochila, colocandola sobre su cama comenzó a sacar sus cosas para guardarlo todo, Jack la notó algo indecisa y la detuvo al querer guardar una blusa.

-Enid, si no quieres está bien, creo que te presioné mucho y lo siento- se disculpó apenado-.

-¡No! No es eso, sólo que es algo nuevo, que antes sólo imaginaba y, ahora puedo hacerlo... es sólo que...- decía algo nerviosa- nunca he salido de aquí, ni hecho nada que sea fuera del orfanato- dijo mirando fijamente su maleta-. Estoy nerviosa, ansiosa, emocionada, angustiada y también siento miedo- tenia millones de sentimientos encontrados-.

-No te preocupes, te prometo que valdrá la pena- aseguró-.

Sin decir más Enid terminó de guardar todo y tomó una caja de metal mediana donde estaba su libro destrozado.

-Listo. Iré a hablar con la señora Mcgreed- dijo nerviosa a lo que Jack asintió estando igual de nervioso-.

Enid entró con la señora Mcgreed a su oficina y, estando ahí le contó que había encontrado un lugar en el que se sentía cómoda, pero estaba lejos, también que había alguien con quien quería estar, que la había echo querer hacer y lograr todo lo que ella quería.

La señora Mcgreed le sonrió, ella realmente quería que Enid hiciera y lograra todo lo que se propusiera, la mujer aceptó feliz y triste, pues con el paso de los años le había tomado mucho cariño a Enid.

Después de hablar con los niños y que pudieran despedirse de ella, Enid estaba emocionada y conmovida, pero, no había nada que la hiciera dudar de iniciar su nueva vida con los guardianes. Mejor aun al lado de Jack Frost.

Leyenda de un destinoWhere stories live. Discover now