Una noche de rechazo pt.2

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Llevaba una hora esperando a Taehyung, incapaz de seguir soportando el cuchicheo de aquellas Betas hablando de chicos Betas aún cuando él estaba presente. Terminó el pequeño trozo de pizza que le quedaba, limpiándose la boca y mirando su celular como si le hubiera llegado un mensaje importante cuando en realidad era su madre que le preguntaba si había comprado fideos para la cena.

– ¡Oh, demonios, me tengo que ir, mi madre me necesita para algo de vida o muerte! —exclama rápidamente ante las miradas curiosas de las Betas. Ellas abren la boca para decir algo pero Yoongi se les adelanta, parándose de la silla—. Ya pagué mi parte, chicas, un gusto comer con ustedes y todo, muy lindo, ¡Espero que se repita! —les sonríe, para volver a ver la hora en su celular—. Maldición, me quedan cinco minutos, me voy, adiós, ¡Nos vemos por ahí, salúdenme a sus familias, adiós!

Las Betas se quedaron mirándole sorprendidas por la reacción tan repentina, pero aún así lo despidieron con la mano antes de que este saliera por la puerta.

Fue entonces cuando casi choca con un chico con un casco grande de tigre y tiene ganas de golpearlo allí mismo; pero Taehyung es mucho más fuerte que él aunque tenga esa apariencia de enclenque. Sigue siendo un alfa después de todo.

– ¡Oh, Yoongi Hyung! —exclama, sonriendo encantadoramente, para luego abrir los ojos perplejo y borrando esa sonrisa de su rostro—. Oh... Yoongi hyung, es bueno verte por aquí, ¿Quieres una pizza?

Él se cruzo de brazos, viendo como Taehyung ponía una expresión seria, sin emoción, como si estuviera esperando a que él apareciese totalmente enojado y esperase su regaño.

– ¿Dónde está Jimin?

Taehyung se sacó el casco, poniéndolo encima de la moto y poniéndole una cadena a las barras de acero para seguridad. Se peinó el flequillo con los dedos y de forma indiferente se encogió de hombros.

– Está en casa de Jungkook.

– ¿Hablas en serio? —pregunto perspicaz, entrecerrando los ojos—. La madre de Jimin dijo que estaba contigo en el cine y, ¿A qué no adivinas? Tú estás trabajando, Jimin no está contigo y el cine está cerrado por mantenimiento, vaya...

El Alfa hizo ademán de entrar a la tienda, pero Yoongi se lo impedía con esa mirada seria y fulminante, capaz de cortarlo a trocitos. Empezó arreglarse su chaleco de trabajo, sin mirarle, y por ello Yoongi se daba cuenta que le estaba mintiendo o que no quería decir nada que lo delatase.

– B-bueno, en realidad si íbamos a ir, pero por eso mismo Jimin se fue donde Jungkook mientras termino mi turno —explicó, apretando los labios en una fina línea para devolverle la mirada a Yoongi, quien al instante sacó su celular, buscando entre sus contactos al Beta, no hablaban mucho pero aun así lo tenía entre sus contactos porque le agradaba.

– Llamaré a Jungkook.

– No lo hagas —exigió Taehyung, seriamente, para luego mirarle suplicante, agarrar su chaleco y zarandearlo de un lado a otro—. Vamos, Hyung, ¿No confías en mí?

– En realidad no... —confesó, recordando la vez en la que lo acompañó a él, a su padre y a su hermano menor al centro comercial para comprar un teclado nuevo porque Taehyung había roto el que tenían y querían su opinión-. ¿Cómo puedo confiar en alguien que llora con tanta facilidad para lograr que le compren un juego de play?

– ¡Estaba en oferta y Jihyun lloró también!

– Ya, pero él lloró por el teclado y lo cuida. Tú en cambio lloraste por un juego que de seguro tienes como porta vasos.

– ¡Ya, déjalo! —gruño Taehyung, bufando—. ¡Eres irritante, no sé como le agradas a todos!

El mayor puso los ojos en blanco, dejando de cruzar sus brazos y tocándose el puente de la nariz, suspirando con pesadez porque podría tener mucha paciencia con todos, pero cuando se trataba de Taehyung, que la mayoría del tiempo se comportaba como un bebé grande y caprichoso, le irritaba de sobremanera. Más aun cuando un sentimiento que no sabe identificar oprime su pecho con fuerza y en todo en lo que puede pensar es en encontrar a Jimin.

4 O' CLOCK . // Yoonmin // Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora