Taehyung se merecía un premio Nobel de la Paz por soportar los cambios (de todo tipo) por los que pasaba su precioso novio.
(No es con el afán de ofender o que se sientan de alguna manera atacadas, solo quiero que se rían como lo hice yo)
Favor de...
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Hoseok se despertó de un humor... diferente ese día en específico. Si bien nunca amanecía exactamente de buenas (¿Quién amanece de buenas entre semana?) tampoco era como Yoongi que maldecía todo lo que se movía.
Pero este era un día especial, por ponerlo así, aunque no especial en el buen sentido.
Se removió estirándose ligeramente en la cama, sintiendo las manos de Tae quien aún dormía, acariciando su cintura inconscientemente; termino por desperezarse frotándose los ojos con las manos. Ojalá simplemente hubiera continuado durmiendo.
Su cuerpo no le tuvo piedad e inmediatamente un dolor de vientre lo ataco, y él no supo si llorar, gritar, hacer berrinche o qué, así que más que resignado se levantó derecho al baño para arreglar cualquier cosa que lo pudiera poner de peor humor.
Cuando volvió al cuarto, se dio cuenta que Taehyung se estaba despertando, estirándose a lo largo de la cama ahora que tenía un poco más de espacio, pero a la vez encontrándolo extraño. Palpo la cama y al no encontrar nada, abrió finalmente los ojos, viendo a Hoseok junto a la puerta del baño, acercándose lentamente a la cama de nuevo.
Tae se enderezo un poco y mientras se tallaba los ojos, saludo al mayor.
-Buenos días Hyung ¿Cómo amaneciste?- pregunto el castaño con su voz más ronca de lo normal pues acababa de despertar. Y si bien ese era un sonido que a Hoseok generalmente le encantaba, esta vez fue la excepción.
-Bien, yo dormí bien, lo único malo...- Taehyung se empezó a preocupar -es tener que despertar ¡junto a un hijo de la chingada como tú! ¡¿Por qué eres así conmigo?! Me cagas, te odio con todo mi corazón- Hoseok reclamaba sin razón, con los ojos ligeramente cristalizados.
Taehyung solo pudo mirarlo confundido mientras se acercaba para sentarse de nuevo en la cama.
Estaba sensible, más de lo común en su persona, maldecía y se encontraba irritado... no le costó mucho al castaño llegar a una conclusión.
-Hyung... ¿tienes...?- antes de que pudiera completar la pregunta, el mayor lo interrumpió.
-Si, Tae, si la tengo- gimoteo mientras se acomodaba en posición fetal -además tengo cólicos-
Taehyung se compadeció de su novio, pues, aunque a él también le daban, los que tenía Hoseok eran considerablemente más fuertes que los de los demás.
-Ok... espera aquí, iré a ver si hay pastillas- se levantó con mucho cuidado de no molestar a Hoseok, que se enroscaba cada vez más en su lugar mientras gruñía.
-¡Jin hyung! ¡¿Dónde rayos están las pastillas para los cólicos?!- grito al llegar a la sala y no verlo cerca.
-¡No sé!- pronto escucho la respuesta de Jin quien aparentemente seguía en su cama -creo que se caducaron las que teníamos ¿son muy urgentes?-
