the importance of the colours

12

La compra de la galería se hace en medio de un brindis. Alan está feliz de poder irse a recorrer Europa con sus nietos sin preocuparse por en manos de quien deja la galería. La pequeña Dellia está más relajada y sonriente y mira a Kristal como una pequeña fan a su ídolo adolecente. Al final de la tarde después de hablar con los empleados de la galería y quedar con ellos para el otro día nos quedamos solos con Kristal. Vamos caminando por la galería tomados de la mano y le hablo de todas las ideas que tengo, de todo lo que planeo hacer para renovar la galería y hacerla un paraíso para los artistas nuevos y clásicos. Cuando llegamos a uno de los rincones más oscuros ella se pone delante de mí y me besa, comenzamos a desnudarnos despacio, descubriéndonos de a poco y en la alfombra de él Golden hacemos el lugar completamente nuestro.

Por primera vez despierto sin saber exactamente qué voy a hacer de mi día y por primera vez en años eso no me angustia. Antes necesitaba tener todo exactamente planificado, casa hora, cada paso controlado para no entrar en el pánico, pero ahora solo espero lo que el día traiga para poder disfrutarlo con Kristal. Ella raramente está en la cama cuando despertamos, pero siempre me deja hermosas notas en la almohada. Nunca duerme demasiado y pasa largas horas pintando o dibujando, realmente su pasión es algo sublime.

La voy a buscar al estudio y la encuentro concentrada en un caballete. Tiene el lápiz en la mano y dibuja algo frenéticamente. Me acerco despacio y miro... soy yo.... Mirando hacia el frente pero algo de perfil, capto mis rasgos a la perfección, la luz de la mirada, la forma de mis pómulos y mentón... es algo impresionante...

_¿así es como vez?_ susurro

_ cada día, todos los días_ susurra y deja todo para besarme apasionadamente. Bajamos a desayunar, Beatriz y Mariah nos tienen todo preparado en el Deck de la playa

_ quería hablarte de algo_ dice y la miro_ hay una muestra de arte en Ámsterdam en unos días, exponen varios amigos míos y me gustaría que viajáramos juntos, los arreglos en la galería no empiezan hasta dentro de una semana y me encantaría compartir esto contigo_

_ hagámoslo_ digo y ella grita como una niña entusiasmada y salta sobre mi, comimos el desayuno frio, pero no importo.

Unos días después estábamos en Ámsterdam...

Nos hospedamos en un increíble hotel frente a en el centro de Ámsterdam, casi enfrente del famoso Homomonument, consistente en tres losas triangulares de granito rosado, que simbolizan los triángulos rosa que los prisioneros homosexuales del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, eran obligados a coser en sus uniformes. Se calcula que aproximadamente 50.000 homosexuales neerlandeses murieron en los campos de concentración. Cuando nos paramos alli a dejar rosas kristal estaba muy emocionada.

Kristal me hablo de sus amigos expositores, de las dificultades que habían tenido en sus vidas y de cómo el arte los había salvado en distintas circunstancias.

El ambiente era relajado, en las calles había todo un grupo colorido de personas de todas las edades, razas y credos mezclándose, bebiendo y fumando mientras debatían y compartían. Al pasar por ciertos lugares con aroma a marihuana me sentía algo mal, pero sentía la mano de Kristal en la mía y todo desaparecía. Sus amigos eran como ellas, descontracturados, y aunque no me sentía totalmente cómodo trate de relajarme para poder disfrutar con Kristal. La exposición de sus amigos era muy interesante. Diferentes técnicas, distintos materiales, incluso se mezclaban los estilos haciendo una muestra ecléctica y entretenida. Después de la galería fuimos con algunos de sus amigos a tomar algo. El lugar me ponía extremadamente incómodo. Demasiado ruido, poca luz, demasiada gente. Al menos quedaba solo a unas calles del hotel y si me sentía más incómodo podría irme y esperar a Kristal allí. Los amigos eran gente de todas las edades y colores, había una pareja gay que me callo muy bien y con la que hablamos de arte durante un largo rato, resulto que ellos estaban pensando en ir a los Ángeles para conocer la cultura y quizás hacer una exposición allí. Les hable de mi plan de la galería e intercambiamos números para poder estar comunicados cuando viajaran. Kristal estaba a mi lado tomada de mi brazo y participando de todo con su alegría de siempre. Entonces la siento tensarse. Sigo su mirada y esta clavada en alguien parado en el fondo del pasillo a los servicios. Un hombre alto, vestido de negro esta apoyado en la pared con las manos en los bolsillos mirándola fijamente.