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Unos días después me agradecí a mí mismo por mi orden y profesionalismo con la galería porque hizo mucho más fácil poner el punto final. El tema principal fueron los diez artistas que representaba y para mi sorpresa todos me apoyaron en esta nueva aventura y quisieron seguir conmigo. Me reuní con los directivos de la galería. Al parecer las sugerencias de Malcom y Brenda no habían hecho mella en mi reputación y se sorprendieron cuando presente mi renuncia. Les dije la verdad sobre la galería que pensaba manejar y aunque muchos estaban sorprendidos la mayoría me deseo buena suerte en mi nuevo emprendimiento. El respeto es algo que se gana y yo me lo había ganado con años de buena conducta. Mientras ponía mis cosas de la oficina en pocas cajas me di cuenta de que, así como en mi apartamento no había nada de mí en este lugar. Todo tenía que ver con el trabajo menos el cuadro que me regalo Kristal que envolví cuidadosamente. Mientras terminaba de poner en orden los archivos para pasarlos a quien sea que fuera mi reemplazo. Mientras daba una última mirada entro Brenda

_ fue exactamente como te dije, tu noviecita compro tu propia galería_ dice con amargura y yo suspiro

_ no necesito tu veneno Brenda_

_ claro que no, ahora lo tienes todo, una niña enamorada que te da lo que quieras, tendrás una de las galerías más importantes de los Ángeles en tus manos y no tendrás que volver a preocuparte por el dinero, tu vida se volvió perfecta_ la miro y siento que no la conozco, me doy cuenta de que nunca la conocí en verdad y toda esa seguridad y equilibrio que sentía con ella eran solo una fachada de una mujer amargada y sin nada que esperar de la vida.

_ lo único importante que tengo en mi vida ahora es algo que no entenderías Brenda porque eres incapaz de verlo_

_ ¿qué puedes tener que el dinero no cubra querido? _ dice displicente

_ colores_ digo sin mirarla y salgo de allí con una sonrisa. Sinceramente no me importa lo que ella piense.

the importance of the coloursWhere stories live. Discover now