Realmente inimaginable

Capitulo 7

-Lucy-

Al acabar las clases Anna y yo fuimos a mi casa para comenzar mi cambio de imagen, con el que Jack se fijaría en mi.

-Empezaremos por el pelo, siempre llevas coleta o moño, no dejas que se aprecie bien el pelo estupendo que tienes.- dijo Anna, mientras yo me sentaba en la silla que hay en mi dormitorio delante de mi espejo.

Anna me peinó, y al ver que no conseguía que el volumen de mi cabellera disminuyera, decidió que lo alisaría. Yo nunca me había alisado el pelo por miedo a quemarlo, pero si ese era el precio que tenía que pagar para poder llevar a cabo mi plan, tendría que hacerlo.

Tardamos una eternidad, desde mi punto de vista. Pero cuando vi el resultado final, quedé asombrada. Me miré al espejo y me quedé un minuto sin decir palabra. Dentro de mi estaba a gusto con lo que mis ojos veían, pero no podía aceptarlo, mi baja autoestima no me dejaba.

No dije nada y le dediqué una sonrisa a mi amiga que no se dio cuenta de lo que pasaba en mi interior y me la devolvió con un:

-Que guapa estás.

Le agradecí el cumplido sin sentirlo y cambié de tema.

-Y ahora que sigue?- Pregunté.

Anna empezó a explicarme como debía maquillarme adecuadamente, pero sin pasarme, ya que ella decía que "hay una delgada línea entre ir bien e ir pintada como una puerta". Yo para el día a día solamente utilizo crema hidratante, rimel y algún cacao para los labios.

Al acabar sacamos toda la ropa que tenía en mi armario y nos pusimos a elegir lo que me pondría al día siguiente. Nos costó, ya que Anna me elegía cosas que enseñaban demasiado; se que es parte del plan pero yo no me visto así y tampoco quería que pareciera que estaba desesperada por la atención de cualquiera. Solo quería la atención de Jack.

Nos decidimos por unos pantalones ajustados, un crop top, unas bambas y una chaqueta de cuero. No era un conjunto demasiado provocativo, pero los pantalones me marcaban la figura y el crop top dejaba ver un poco mi abdomen. Para mi iba a ser un poco difícil ponerme esa ropa porque yo usualmente uso cosas anchas y cómodas pero por lo visto tendría que hacer el esfuerzo sin quejarme si quería que el plan saliera bien.

Como ya habíamos elegido la ropa nos pusimos a recoger el desastre que habíamos hecho para luego bajar a por algo de comida a la cocina y ponernos a mirar una serie.

Cuando nos dimos cuenta ya era de noche y Anna se tuvo que ir a su casa.

Al quedarme sola las inseguridades que tenia en mi cabeza, y que había obviado cuando estaba Anna, resurgieron de nuevo como una ola en un día de tormenta. En mi habitación le dí vueltas a todas las cosas que se me pasaban por la mente y no podía dejar de pensar en lo descabellado que era el plan, pero intentaba darme ánimos a mi misma porque si no lo hacía la valentía que había surgido tan de repente en mí se esfumaría con el mínimo atisbo de viento como si de polvo se tratara.