Capitulo 2

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Pasaron minutos, horas de castigo, hasta que otro hombre entrara y ordenara a los dos hombres que me volvieran a la sala de interrogatorios, me tomaron con brusquedad provocando que mi piel ardiera pero a ellos no les importo, al entrar en la sala me colocan de nuevo en la silla con White en una silla frente a mi comiendo uvas.

—Así sera nuestro entrenamiento a partir de ahora, y se que eres lo suficiente fuerte e inteligente para superarlo, con lo que te proseguimos —un guardia se acerca a White y le entrega uno papeles— ¿Te secuestraron para reclutarte?

—Si, pero podía decidir si quería o no.

—Nunca pensaste que te obligaron a aceptar, ya que si te negabas tenían que eliminarte ya que te habían dicho como funcionaba— recargando su barbilla en su muñeca.

Empiezo a analizar su respuesta, que tenia cierta coherencia.

—Continuemos entonces ¿Vivías en los ángeles?

Asiento mirando el detector de mentiras

—Mírame, te prometo que eso no va activarse si me respondes con la verdad— Me entrega una uva haciéndome las señales para que la coma— Ok  ¿Tuviste alguna relación con Samuel de Luque y William Diaz?

Niego, para mi mala suerte el detector de mentiras empezó a sonar, White rezonga golpeándose la frente con las hojas mientras que los dos hombres me llevan a de nuevo a la sala de tortura entrando a otra donde hay una alberca, entramos los tres, sujetan mis hombros para sentir una muñeca tomar de mi pelo para sumergirme bruscamente, tratando todo lo posible para levantarme pero estoy demasiado débil, son pocos los minutos que me dejan respirar, trato de hacerme la muerta entonces me colocan en el suelo y comienzan a apearme con sus gruesos zapatos. Después de los lamentos volvemos a la sala.

—Prosigamos entonces ¿Te enamoraste de alguien de la agencia?

No respondo pero era obvia mi respuesta, el solo se ríe para levantarse y acercarse mas a mi rostro.

—Entonces es  por eso que no puedo sacártelos de la cabeza pero adivina que, ellos ya te olvidaron— se sienta —No me crees, mira estos vídeos.

Se sienta cómodamente a mirar la pared cuando aparece una proyección en ella, eran cámaras de seguridad que podía distinguir la cara de William con una mujer, se mira muy feliz y al minuto le da un beso. Se distorsiona la cámara  para ver a Samuel en una cafetería charlando con una mujer puede verse que se toman de las manos mientras que ella le acaricia la pierna por debajo de la mesa.

—Esto no puede ser cierto, esto... No por favor...

—Es la cruel realidad— me dirige su mirada triste, como si sintiera pena por mi—pero te ayudaremos a olvidar ese dolor y créeme querida no hay peor dolor que un corazón roto. Entonces te veo mañana con lo mismo, que descanses.

Los dos hombres me llevan arrastrando hasta mi habitación, dejándome un plato de vomito al parecer, esto era la cárcel, no sabia que hacer me estaba ahogando, no podía dormir, simplemente no podía.

*Al día siguiente*

—Levántate niña, el desayuno—escuchando al guardia golpear la puerta y por debajo desliza una bandeja que era el mismo plato de vomito, solo tomaba el jugo envasado.

Después de que terminara, despues de unos minutos entran de golpe y me esposan para llevarme a la habitación de interrogatorios, entrado White con una cara sonriente.

—Creo que estas un poco más preparada esta vez, comencemos— aclara su garganta para continuar sacando mi expediente al parecer —¿Tu padre te enseño autodefensa?

—Eran tiempos difíciles así que me si.

—¿Donde está ahora?

—Con mi mamá en un lugar mejor.

—Lo lamento pero bueno— sin tomarle mucha importancia, solo aprieto los puños— ¿Conoces a Ruben Doblas?

Mi cara se ilumino al escuchar ese nombre pero instantáneamente me la arrebata con un chasquido en sus dedos llevándome arrastrándome a la sala de tortura pero ahora me encadenaron en la pared jalando mis brazos y piernas para que no me moviera. Uno de ellos calientan un pedazo de acero y lo colocan en mi abdomen dejando varias marcas negras como rasguños.

White entra disfrutando el panorama, dando pasos lentamente hacia mi—Sabes que te estas castigando tu sola, bueno ¿Conociste alguien en la agencia?

Trago saliva para poder hablar, quedo callada unos minutos —Nadie, solo miraba a la gente pasar.

—¿Estas segura?

—Si.

Esto le provoco una sonrisa enorme, mientras seguían estas preguntas mis memorias se fueron distorsionando, cambiando mis recuerdos y personas que he conocido, conversaciones, fueron empacados para ya nunca mas saber de ellos, los castigos fueron disminuyendo, me dieron mi propia habitación, comida decente, empece a entrenar con armas mejorando cada vez más.

Mi agente secreto 2 (El olvido)Where stories live. Discover now