Recuperar recuerdos perdidos

296 27 12
                                    

—Kami... ¡Divinmatsu Oto San! —

Y así el padre de ojos azules corrió cual niño hacia el hombre quien afectuosamente lo recibió en sus brazos

Ichimatsu tan solo veía la escena estático, ¿cuando fue la última vez que vio tan feliz a Karamatsu? ¿Cuando fue que vio esos ojos tan brillantes?

Ah claro, fue cuando aún eran los sextillizos, esos eran sus pensamientos mientras apretaba los puños

La culpa lo carcomía, y él mismo pretendía arreglar las cosas pero al ver esto no quería hacerlo, no quería volver a arrebatarle su vida estable a su hermano mayor, pero algo le decía que esto no perdurará aún si él mismo se mantenía al margen

Sus ojos violetas veían el abrazo que Karamatsu se negaba a romper, su estómago se revolvió cuando vio la sonrisa en la cara de Divinmatsu junto a la mirada divertida que le dirigía, eso solo hizo hervir su sangre, se sentía burlado

—Hey, padre patético, deja de ser tan doloroso, ¿Sigues siendo un niño mimado acaso? —Esas palabras fueron suficientes para que Karamatsu soltará al Kami avergonzado

—Ichimatsu, no digas eso, tan solo estoy feliz de ver a Divinmatsu Oto san —Se defendió el oji-azul mientras reís algo apenado aún —Bueno, padre, dígame, ¿Qué lo trae por aquí? No crei que fuese a verlo tan pronto —

—Termine los pendientes antes de lo planeado y como ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos, creí que podría venir a pasar el tiempo antes de la siguiente misión —Explicó el de ojos dorados mientras revolvía los cabellos de su protegido —Pero bueno, ¿Por qué no me dices quien es tu amigo? —

—¡Oh! Claro, él es Ichimatsu, lo mando la agencia para hacerme compañía y ayudarme con el trabajo, ha sido de gran ayuda todo este tiempo —

Sonrio el joven padre, para luego ir al lado del joven vestido de monja y poner una mano en su espalda acercándolo a su padre

—¡Él es un poco desconfiado pero es muy amable, padre! —

Ambos hombres, Ichimatsu y Divinmatsu, se quedaron viéndose a los ojos, era una pelea silenciosa por quien se ganaría en ese momento la atención del oji-azul

—¡Bueno! Vamos los tres al comedor, hay mucho de que hablar y debemos comer algo, ¿no creen? —Pero claro, el joven padre siempre era tan amable que nunca se daba cuenta de nada


♤♤♤

—Hey, Jyushimatsu ni san, ¿Nunca te preguntaste cómo es que estamos aquí? —Preguntó el shinigami mirando al cielo lleno de estrellas

Ya eran más de las 2 de la madrugada y estaba sentado en un parque tranquilo junto al de mirada amarilla quien se encontraba jugando con sus pies balanceando los sobre el piso

—Bueno, dijiste que te habías cansado de estar en el hotel humano, asique salimos caminando, porque tampoco querías estar en nuestra forma natural y ahora estamos en una forma humana, caminamos hasta aquí y estamos viendo el cielo —

Contesto haciendo amanes con sus manos ahora tapadas por el suéter amarillo sobre su cuerpo, traía ropa sencilla, un pantalón color gris de mezclilla y unos zapatos negros, y claro que durante su explicación nunca borró su enorme sonrisa

—Eso no —Suspiró el oji-rosa —Yo hablo de por qué tenemos los puestos que hoy tenemos ¿Por qué eres un ángel? ¿Por qué yo un shinigami? ¿Por qué no renacimos olvidando todo? ¿Por qué no encontramos la paz eterna? ¿Por qué no haberme quedado como un alma en pena? ¿Por qué? —

Su mirada rosácea se iba apagando conforme sus preguntas brotaban

—¿Por qué nosotros tuvimos que morir uno por uno? Nunca creí que fuese una coincidencia, Jyushimatsu ni san, ¿Tú crees que alguien más lo haya hecho? —

El dolor de la perdidaWhere stories live. Discover now