Play...¿Friend? [PG#2]

Capítulo 16

Charlie en multimedia😍

-¿Qui...quien eres?- me atreví a preguntar, pero aunque hacia mucho que no escuchaba su voz sabia perfectamente de quien se trataba pero me negaba a reconocerlo.

-Soy Peter Charlie, tu padre.

-Yo no tengo padre, a no ser que usted entienda otra cosa como padre.

-Charlie cielo...

-Si padre para ti significa una persona que abandona a su familia, que no hace el más mínimo esfuerzo de saber de su hija, que en tantos años ni si quiera la llame o le envié una carta y que renuncia todo de ella entonces si, debes ser mi padre- dije con brusquedad.

-Yo...lo siento, debes de escucharme.

-No quiero Peter.

Máx miraba la escena perplejo, él sabia todo de mi vida, incluso el abandono de mi padre.

-¿Podríamos quedar para solucionar las cosas?

-¿Quieres ver como lo soluciono yo?- y sin esperar respuesta de su parte seguí hablando- así- colgué.

-¿Era él?

-S...si, ¿te lo puedes creer?, ¡quiere que hablemos!, ¡ahora!

Aún no me lo creía, ¿como tenia el valor de llamarme después de tantos años para que hablásemos?

Y de repente y sin saber porqué mis ojos comenzaron a picar, oírlo me había dolido, quería volver a tenerlo en mi vida, pero no se lo merecía.

-Ven aquí- Máx se levantó de la cama y me dio un abrazo profundo, respirando el aroma de mi pelo mientras yo lo hacía igual, apoyando su barbilla en mi cabeza mientras yo mojaba su pecho de lágrimas.

Y en momentos así, mi corazón se aceleraba y en este caso, no era por lo de mi padre.

-Soy una estúpida- dije entre sollozos.

-No, claro que no, ¿por qué dices eso?

-Mírame, aquí llorando por un hombre que no se lo merece y a mi me afecta tanto...

-Ya está pequeña- me abrazó aun más fuerte- relájate.

-Me odio a mi misma por verme tan débil, tan vulnerable.

-Eres una chica fuerte, la más fuerte que conozco, aquella que en los problemas que se le enfrenta ve una lección, aquella que supera lo insuperable, eres fuerte física y psicologicamente, puedes con todo Charlie, puedes contra todos.

-Gra...gracias Máx- sonreí delicadamente.

-No hay de qué- sonrió- además, quiero verte en cada una de tus facetas- dijo sincero.

Yo sonreí, tenia realmente al mejor amigo del mundo.

-Tengo que hablar con mi madre.

-Es lo mejor.

-Esperame aquí- hice un ademán con la mano y el asintió volviendo a sentarse.

Con mi muñeca limpie el resto de lágrimas que corrían por mi mejilla.