−Está bien. Iré

El castaño colgó y Marie suspiro aliviada. Dejo su celular y camino hacia el patio, escondió la maquina detrás de un arbusto y calculo la trayectoria del rayo. Si aquello funcionaba solo tendría un disparo y tenía que ser lo más precisa posible.

Escondió el control en la bolsa trasera de su falda lila.

Regreso a la casa y camino nerviosa por la sala en espera de escuchar el timbre. Tuvieron que pasar unos diez minutos cuando un sonido inundo la casa anunciando la llegada de un visitante.

Sintió que palidecía, su corazón latió con más fuerza a punto de estallar en su pecho y el aire se le escapó de los pulmones.

Las piernas le temblaban cuando camino a la puerta de la casa y su mano se sentía resbalosa al momento de mover la perilla.

No sabía si sentirse aliviada o más preocupada al observar una melena rubia frente a ella.

−Jackson –Susurro y vio como el chico alzaba la mirada. Observo a Marie y una sonrisa apareció en sus labios.

−Hola, Marie.

−¿Qué haces aquí? –No quería parecer grosera, pero tenía que deshacerse de él antes de que Thomas llegara.

−Pues quería visitarte ya que no pude asistir ayer a la escuela.

¡Cierto! Estaba tan concentrada en los planes que no noto la ausencia de su compañero.

Jackson es un compañero de Marie, siempre era detallista. Se encontraban en ocasiones por los pasillos y conversaban o él le entregaba algún presente. Pero, normalmente esas conversaciones eran interrumpidas por su medio primo y cuando aquello sucedía a veces discutían entre ellos.

−Por cierto, te traje esto. –Marie despertó de sus recuerdos para observar una bella rosa roja frente a ella, cuando la tomo noto que aun temblaba un poco.

−Gracias.

−Y también... Me preguntaba si te gustaría ir por un helado conmigo.

Marie no pudo evitar ponerse nerviosa. Le encantaría ir con Jackson por un helado, en realidad seria lo primero que comería desde la tarde del día anterior.

−Me gustaría, pero ya tengo planes. Lo siento.

La sonrisa de Jackson mostro cierta decepción y la pelirroja no pudo evitar sentirse mal.

−Entiendo.

Marie bajo la cabeza avergonzada y Jackson miro hacia la banqueta, pudo observar que cierto castaño se acercaba pero iba perdido en su mente que no noto la mirada del rubio.

−¿Al menos podría darte un abrazo?

La pelirroja lo dudo por un momento pero después asintió con una ligera sonrisa.

El rubio no tardo en pegar su cuerpo con el de la chica, la cual cerró los ojos y no pudo notar la mirada penetrante de Thomas al otro lado de la calle.

Cuando se alejaron, Jackson aprovecho el poco espacio y le dio un beso en la mejilla a Marie pero, esa cercanía fue interrumpida por la repentina llegada de Thomas. Pues en cuanto vio ese detalle literalmente corrió a la entrada de la casa, tomo al rubio por la playera y lo empujo lejos de Marie y situándose entre ambos jóvenes de modo que la pelirroja no podía ver al rubio.

−¡¿Qué carajos haces aquí?! – Se encontraba furioso.

−Claramente visito a Marie – Respondió tranquilo Jackson

−¿Bajo qué derecho?

−Lo siento, pero tú no eres nadie para decirme si puedo o no visitarla... o besarla.

My Bad Boy-ThomarieOnde histórias criam vida. Descubra agora