Capitulo 5

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En cuanto llego no perdió más tiempo y se encerró en el estudio de su padre trabajando en aquella máquina. No podía dejar de pensar en ese beso y aquellas palabras. Primero le gritaba sus verdades, después la besaba, luego insultaba a Bridgette, la volvía a besar y al final le pedía que cambiara. Sabía que esa forma de actuar y hablar no era del Thomas verdadero pero aun así se sentía tan mal y estúpida.

Marie se podía considerar una chica inteligente, agraciada, tierna, divertida, infantil y muchas cosas más. Lamentablemente no era la mejor construyendo; bien, era perfecta al imaginar el próximo proyecto y también para crear los planos, pero se habla enserio al momento que ella se pone el casco y toma un martillo. Sin ayuda de Thomas o su papá las maquinas terminaban explotando −o después de funcionar una sola vez−. Al cabo de varios años ya no le molesto tanto la ayuda de su primo y papá, se fue acostumbrando al instinto sobreprotector de ambos ¿Y cómo no? Cada vez que ella estaba dispuesta a crear algo nuevo, alguno de los dos la tenía en la mira, no perdían de vista cada movimiento que hacía.

En estos instantes desearía tanto que Thomas estuviera vigilándola, corrigiéndola y ayudándola, al menos así sus expectativas de que aquello funcionara −antes de que terminara en una explosión− aumentarían.

Se limitó a terminar sola y rezar internamente cada vez que se disponía a mover, insertar, quitar, aflojar, apretar algo y no fue hasta las 2:30 pm que admiró la maquina; en realidad, terminó hace media hora pero también construyo un pequeño control para activarla desde la distancia. Lo que procedía a continuación era poner en marcha su plan.

Salió del estudio cargando la máquina y la llevo a la sala, tomo su celular y marco el número de la casa de Thomas. No se arriesgaría a que no le contestara si llamaba directamente al celular.

Fue hasta el tercer timbre cuando al fin contestaron.

−¿Hola? –Enseguida reconoció la voz de su tía Vanessa.

−Hola tía, soy Marie.

−¡Marie! Que alegría escucharte. ¿Necesitas algo? ¿Tienes algún problema? –Hablo Vanessa, pues suponía que Marie llamaría por algo así ya que se encontraba sola en casa.

−¡No! Estoy muy bien –Se apresuró a contestar −¿Se encuentra Thomas? Necesito hablar con él.

−¿Thomas? Espera un momento.

Escucho como Vanessa gritaba el nombre de su hijo. Tuvieron que pasar unos segundos hasta que escucho murmullos y su nombre entre ellos.

−¿Qué quieres? –Con el tono de voz y la forma de contestar adivino que ahora se trataba de su primo.

−Necesito hablar contigo –Quería ser directa y clara, ahora no era el momento para detenerse a charlar o escuchar nuevamente insultos.

−Es lo que estás haciendo ¿no?

−En realidad quiero que aclaremos lo que paso en la mañana –Guardo silencio un momento y escucho del otro lado de la línea una ligera respiración –Estuve pensando y creo que tienes razón. Necesito cambiar para entenderte y dejar de ser esa niña que dices.

−Me alegra que pienses así, primita –Pudo imaginarse su sonrisa al decir aquello.

−¿Te importaría venir a mi casa un momento? Así podremos conversar un poco más... Tranquilos.

Pasaron los segundo que se hicieron eternos para Marie, sentía como sus manos comenzaban a sudar y se mordía el labio inferior. Tenía miedo de que él rechazara aquella invitación ya que con eso el plan se iría al diablo.

My Bad Boy-ThomarieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora