Capítulo 5

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La mano de Julia golpeó la pantalla del celular de manera brusca. Le molestaba mucho el timbre que tenía como alarma pero esa era la idea. Si llegaba a poner una canción que le gustara o un tono tranquilo no la iba a poder despertar nadie. Ya lo había intentado varias veces pero no había funcionado.

Se puso a pensar en que tal vez había canciones que todos alguna vez habían puesto de despertador y por eso eran odiadas a nivel mundial, tal era el caso de Call Me Maybe de Carly Rae Jepsen y Gangnam Style de PSY. Canciones que en algún momento de la historia estuvieron en los Billaboard Hot 100 y fueron escuchadas tantas veces que comenzaron a estresar.

La pelirroja sintió cómo su padre caminó hasta su habitación y se paró apoyándose en el marco de la puerta.

—Julia, prende la lámpara, es hora de ir a la escuela.

Era un pacto que habían hecho entre ellos a principio de año, cuando Julia se hartó de que su padre le encendiera la luz sin su permiso. Si ella prendía el velador era porque estaba despierta y no había necesidad de encender los focos colgantes. Si no lo prendía, su papá accionaría el interruptor.

—Ya estoy despierta —le respondió dormitando y lamió sus labios secos.

Se sentó en la cama y tanteó con la mano derecha su mesa de noche buscando el botoncito que encendía la luz. Cuando todo a su alrededor estuvo iluminado tomó sus lentes y se los colocó al tiempo que desbloqueaba el celular. Tenía un mensaje nuevo de Levi.

@leviiii: El primer reto consiste en que me pases tu número de celular para mantenernos comunicados.

La cara de Julia se transformó generando una mueca inentendible. Si la chica chismosa se enteraba de que Levi le había pedido su número de teléfono todo sería más que desastroso. No estaba muy emocionada de tener a Sabrina como archienemiga.

@jules_: imposible

@leviiii: Jules tú eres consciente de que para cumplir la mayoría de los retos deberás revelar tu identidad, verdad?

Tenía razón, no iba a poder ocultar su identidad para siempre pero iba a intentar guardársela lo más que pudiera.

@jules_: está bien, te pasaré mi número

Tres minutos habían pasado desde el momento en el que abrió los ojos y encendió su cerebro. «Encender» era una forma de decir, porque todavía seguía casi dormida.

Era seguro que se arrepentiría más tarde de haberle pasado la información solicitada pero para esa hora todavía no le preocupaba demasiado.

Buscó, entre la ropa que su madre le había dejado apilada sobre su escritorio, los pantalones de gimnasia y se los colocó con extrema lentitud.

—¿Julia ya bajas? —le gritó su papá desde la cocina y la muchacha no tuvo otra opción que apurarse.

—Sí, sí. Solo falta colocarme una zapatilla.

Cruel mentira.

Todavía no había cubierto el tren superior y su teléfono sonaba indicado una llamada entrante. Tanteó los bolsillos buscando el móvil y respondió al número desconocido.

—¿Hola? ¿Quién habla?—preguntó mientras guardaba útiles sueltos en su mochila.

—¿Julia?

—¿Quién está haciendo las preguntas?

—¿Yo? —le siguió el juego una voz masculina.

—¿Hola? —volvió a inquirir la pelirroja, luego de dudar por un segundo qué decir.

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