Viviendo con el Enemigo. Ilegalmente perfecto II

Capitulo 8: Que mierda esta pasando aqui?!

Abrí los ojos lentamente sólo para cerrarlos de golpe cuando la luz entro en mis pupilas.

Gemí en ese mismo segundo cuando el dolor comenzó. Tenía una resaca de mil demonios y todavía no me había despertado completamente.

- Apuesto a que ahora deseas no haber bebido de la manera en la que lo hiciste- la voz a mi lado me hizo espabilarme completamente.

Me senté bruscamente haciendo que la sábana de la cama en la que estaba acostada se corriera descubriendo mi ropa interior superior.

Abrí los ojos como platos y me voltee a ver lentamente a la persona a mi lado.

Un pecho macizo y musculoso repleto de pecas me hizo babear antes de mirar un poco más hacia arriba. Fue entonces donde me golpee mentalmente por ser tan estúpida.

Me tapé bruscamente con las sábanas, provocando que Farbe soltara una carcajada.

- Es un poco tarde, no crees? Después de todo fui yo quien te desvistió.

Sabía desde un principio que algo así debía haber pasado, pero aún así me sorprendió que lo dijese.

- Tu y yo...ayer?....- no pude encontrar ninguna forma para terminar la oración.

Pero tampoco fue necesario. Bastó con que Farbe arqueara una ceja para entender completamente todo.

La había cagado.....y a lo grande.

- Maldición- gruñí tirándome de nuevo en la cama.
- Supongo que tampoco te hará muy feliz saber que cerraste mi propuesta ayer, mientras estábamos bailando- no se sí era por la ridícula y espantosa situación o por el hecho de estar acostada junto a alguien con semejante cuerpo, pero lo único que pude hacer fue reír.

Pero no sólo reír. Me refiero a esas veces en las que ríes y ríes y no puedes parar. En las que los ojos se te humedecen y te dan ganas de ir al baño. En las que después te duele desesperadamente el estómago y no puedes respirar.

- De verdad te hice pagar las bebidas de todas esas personas?- comente mientras seguía reído y me salían algunas lágrimas por los ojos.
- Y eso no fue todo?- respondió sonriendo sexymente de un lado-
Peleaste hasta más no poder para manejar mi auto, a lo que por supuesto no acepte. Y decidiste deshacerte de mi celular y el tuyo, diciendo que "no son útiles en la vida del ser humano", después de la quinta llamada de un tal Max.
- Max?- pregunto una vez que mi respiración se calma.
- Max o Matt. Algo con M. Ya no estoy muy seguro.

Mire el techo de la habitación mientras mi pulso se iba acelerando. No debía haber bebido. No debí quedarme sola después de que Lennart y Natasha se fueran. Y seguro como el demonio que no debí mantenerme cerca de Noah.

- No lo decía en serio- comenté mirándolo de costado- Estaba borracha, no estaba aceptando tu propuesta de verdad.
- Pero querida, ya lo hiciste. Nos vieron saliendo juntos de ese lugar. Y también nos vieron entrar juntos a mi casa. No hay otra salida, aparte de aceptar mi trato- Farbe sonreía con suficiencia mirándome directamente a los ojos.

Por todos los dioses en el mundo! Este maravilloso y talentoso sujeto me había utilizado!

- No puedo creerlo!- grité enfurecida poniéndome de pie sin importarme mi desnudez- Donde diablos esta mi ropa?!- pregunte buscándola por doquier.
- Se esta lavando. Olía terriblemente a sudor y licor. Que diablos estas haciendo?

Camine hasta su armario y saque la primera camisa de algodón que encontré. Rebusqué entre los estantes hasta encontrar unos pantalones cortos de hacer ejercicio.

No espere ni un segundo para vestirme y luego me dirigí hasta la primera puerta que vi, rezando porque fuese el baño.

Para mi mala suerte no lo era. Camine por el largo pasillo hasta encontrar un baño. Entonces me detuve frente al espejo unos segundos.