Temptation.

740 48 13
                                    

–Intenta doblar un poco más tu rodilla izquierda, pero no bajes los glúteos, balancea tu peso en tu pierna derecha y relaja un poco más tus hombros...–aclaraba mi fotógrafo, mientras apretaba el disparador de la cámara, destellándome con un brillante flash durante algunos segundos.
Rin bajó la cámara y presionando los pequeños botones junto a la pantalla, recorría las fotos recién tomadas, con su mirada.
–¡Perfectas! Hace ya un tiempo que no te tomaba fotos, pero como siempre, luces increíble Haru– aclaraba encantado Matsuoka con una sonrisa en el rostro. –No tardaré nada en pasarlas a mi computadora y anexarlas al archivo que enviarás por correo, aunque hoy en día nadie lo usa y ¡eso sí que parece una formalidad!– remató Rin mientras urgaba en su escritorio, revolviendo todo lo que se encontraba sobre éste pescando finalmente el cable para conectar su cámara a su laptop.
–¿No te parece un ligero exceso, Rin?–pregunté señalando la lencería que usaba, para la cual había ahorrado durante varios meses, esta es un juego de medias blancas, las cuales están sujetas a un liguero de imitación tipo piel color blanco, que a partir de dos ganchitos se sostiene a un muy pequeño tutú justo debajo de mi ombligo, y de la pretina de esa pequeña falda, otras dos correas se enlazan al rededor de mi torso, concluyendo con unas panties tipo cheeky que combinan con el resto del conjunto.
–¡Eso no es propio de ti! Jamás creerías que tu ropa, y menos aún, tu lencería, es un exceso. Amaste ese conjunto a penas lo viste en la tienda ¿recuerdas? Te esforzaste mucho para poder pagarlo, todo para esta sesión de fotos, no puedes creer ahora que es demasiado– declaró Rin expresando en su rostro desde desconcierto hasta preocupación por mi pequeño disgusto.
–Ah... tienes razón, espero ser suficiente para la agencia...– musité sentándome sobre la cama de mi mejor amigo, para posteriormente recostarme en ella y extender mis brazos a los costados.
–¿Ya está listo el archivo?– pregunté jugueteando con uno de los mechones de cabello que caía sobre mi frente.
–Mmhm– asintió Rin dando algunos clicks más sobre el teclado de su computadora. –Solo necesito que revises por última vez el archivo y... ya debería poder estar listo para que lo envíes– respondió Matsuoka dejándose caer sobre una pequeña silla de rueditas que se encontraba en su habitación.
–Oh claro, déjame revisar las fotos–aclaré tomando impulso para sentarme sobre las cobijas revueltas de la cama, observando a lo lejos la brillante pantalla de la laptop. –¡Ah, Rin! Eres increíble como fotógrafo, definitivamente son perfectas las fotos que tomaste– comenté en un pequeño grito llenando mi rostro de emoción, pues en definitiva la sesión había sido aún mejor de lo que había imaginado. Presuroso me levanté de la cama para acercarme hacia Rin. –Muchas gracias otra vez, en definitiva no sabría qué hacer sin ti, tienes una mirada increíble para capturar maravillas– agradecí sincero abrazándolo por los hombros.
–¡Tú eres el gran modelo aquí Haru! Y a parte, eres mi mejor amigo, no dudes en pedirme algo cuando lo necesites ¿si?– correspondió dulcemente Matsuoka, con aquellas palabras que en sustancia, eran lo que durante varios años me habían mantenido en pie. Y no solo eran esos gestos, sino su personalidad, apoyo y acciones reales las que me habían empujado hasta donde hoy en día estaba, ayudándome a apartar la neblina de mi vista cientos de veces.
–Sé que ya lo habíamos hablado, pero es el único campo que falta llenar en la solicitud, ¿qué coloco en "edad del aspirante"?– cuestionó Rin, soltándose de mi agarre para colocar sus finos dedos suavemente sobre las teclas sin presionarlas esperando espectante mi respuesta.
–De cualquier forma, el día del casting debo de presentarme con una identificación que avale la mayoría de edad que no tengo, así que solo seamos sinceros– esclarecí sin dudarlo acercando mis dedos al teclado, mientras Rin apartaba los suyos, para escribir "17" sobre el último campo necesario a rellenar.
–Después de esto ¿ellos te enviarán un correo confirmando tu solicitud y asignándote el día, lugar y hora donde te presentarás para el casting, cierto?– preguntó Rin revisando rápidamente la solicitud una vez más, en caso de que algún error se encontrase, pero al no ser así, me cedió la oportunidad de enviarlo.
–Con la esperanza de que todo resulte bien ¿no?– pregunté sincerándome con mi mejor amigo, empleando la palabra "esperanza" como mi verdadera y última fe, habiendo depositado no solo mi esfuerzo físico, mental y económico, sino entregándome a un ideal alcanzable que me permitiese salir de la realidad a la que pertenezco hoy en día, donde me siento aprisionado.
Con un último click, envíe el archivo, provocando un pequeño tintineo proveniente de la laptop de Rin, dejándome saber que el mensaje había sido enviado correctamente.
–Hecho está– concluyó Matsuoka, sonriéndome una vez más, mientras deslizaba la pequeña y negra liga para el cabello que descansaba sobre su muñeca para sujetar el pelo que le caía suavemente sobre sus hombros en una coleta. –Son las 5:30pm ¿tu madre llegará hoy temprano del trabajo?– cuestionó Rin levantándose de la silla, acercándose hacia las luces que había colocado para mi sesión de fotos, apagándolas y retirando de la pared un portátil fondo blanco que posteriormente guardaría dentro de su clóset.
–No tengo idea...– respondí despreocupado, abriendo los amarres que sostenían mi liguero. –Pero en caso de que no sea así, llegaré a casa después de las 11pm, seguramente ya estará dormida a esa hora– continúe con un tono desganado,sin muchos ánimos de continuar con el mismo tema de conversación, señal que Rin pareció notar decidiendo no continuar con aquello.
En silencio doblé mis medias guardándolas en mi mochila, de la que saqué un cambio de ropa. Luchaba contra mis jeans para colocármelos, cuando recordé lo que quería preguntarle a Rin.
–Uhmm... hoy ya hiciste mucho por mi, pero ¿sabes? quería pedirte un favor más, claaaaro, solo si tú puedes ¿cierto?– pregunté titubeante intentando mantener un mismo tono de voz, ocultando lo avergonzado que me hacía sentir pedir esta clase de favores. –El dinero de mi último empleo temporal lo utilicé para la lencería que usé hoy y... necesito dinero para unas acuarelas nuevas para mi clase de arte, pero no tengo dinero, entonces quizá tú... ¿podrías prestarme?– pregunté estremeciéndome al terminar aquella petición, deseando hundir mi rostro dentro de mi mochila.
Me avergüenza mucho pedir dinero, y aún más a Rin, quien cientos de veces me ha prestado para material escolar, libros o incluso comida. Sé que el entiende las razones para terminar necesitando dinero ajeno, pero a pesar de ello, no logro sentirme cómodo con la idea de que me preste dinero que sé que no podré devolverle con la prontitud con la que me gustaría, pero el rechazo injustificado y explícito de mi madre por aquello que ella cree una "condición" me hace imposible siquiera pensar en pedirle dinero, aunque éste sea para alguna necesidad escolar.
Quizá si solo supiese que soy gay, aún se atrevería a intercambiar verdaderas palabras conmigo, pero cuando encontró un par de medias escondidas entre mis cajones de ropa hace tres años, perdí cualquier oportunidad de que siquiera me volviese a mirar de la manera en la que solía hacer cuando era pequeño. Cuando no estaba bajo "estas condiciones" como ella llama, creyendo que si no las pronuncia tal cual son, perderán valor, creyendo que si no me dirige la palabra ni me apoya económicamente, entenderé que es un escarmiento por mi "mala conducta", como si gustar de hombres fuera una conducta inapropiada, ¡como si fuera siquiera una decisión!
Ella cree que esto es solo un capricho correspondiente a mi edad.
Que ya maduraré, creceré y que con el tiempo lograré "enderezarme".
Pero tenía cinco años, cuando supe que no había nada que "enderezar". Comprendí que naturalmente así era, y de alguna manera, las represiones de mi madre, fueron útiles para aprender a no doblegarme tan fácilmente ante las adversidades.
–Uh, Haru, tú sabes que siempre que esté en mis posibilidades, intentaré ayudarte, pero esta vez estoy corto de dinero también, hoy tengo otra sesión a las 6 p.m. esperando que me pague por adelantado para poder pagar el alquiler de éste mes, lo siento mucho, enserio–respondió Rin intentando lucir lo más comprensivo posible, lamentándose en sus adentros por no poderme ayudar.
–Oh sí, entiendo, de verdad, muchas gracias por todo Rin– esclarecí sonriendo débilmente al recargar mi cabeza en uno de mis hombros.
–Hoy llegarás tarde a casa, así que mándame un mensaje cuando estés allá para saber que llegaste bien ¿okay?–inquirió Rin antes de colocarse la mochila sobre sus hombros recogiendo su cámara y guardándola dentro de un estuche negro. –Bien, me voy ¿planeas quedarte más tiempo aquí?– preguntó por último caminando hacia la puerta principal de su departamento.
–Pensaba quedarme aquí hasta que anochezca ¿te molestaría si fumo?– pregunté pensando en que realmente éste era el mejor lugar para quedarme hasta que fuese hora de volver a casa, recordando que había llevado una pequeña pipa llena.
–No hay problema, solo no olvides sacar el humo por la ventana porque la última vez, el casero me llamó la atención por el "extraño olor" que mi departamento tenía– me pidió soltando una risa por ese último comentario. –Las llaves están colgadas en la percha, ¡no olvides cerrar cuando te vayas!– aclaró Rin girando el pórtico. –¡Y creo que hay unas galletas en la alacena para tus monchies después, te quiero Haru, con cuidado!– concluyó cerrando la puerta tras de sí sin darme tiempo para responderle; dejándome sentado allí con mi última línea de pensamiento agradecida porque él fuese mi mejor amigo.
Mi celular produció un pequeño sonido anunciando que he recibido un correo, desbloquee la pantalla e intenté contener mi emoción a penas cubriendo mi boca con mi mano izquierda, mientras deslizaba en la pantalla la respuesta que "Temptation Agency" me había enviado como respuesta a mi solicitud para participar en su más reciente búsqueda de nuevos rostros para formar parte de la agencia; a penas eso sucedió, abrí mis mensajes y le anuncié a Rin de ello.

[lust for life]✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora