Yo cometí un error, que llevó a que ellos cometieran un error, y yo me enojase con ellos por haber cometido un error.
Pero la realidad, es que yo soy tanto o más culpable que ellos.
Perdonar es divino
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Terminar con Matteo no fue tan trágico como pensaba. Estaba bien, me sentía mejor conmigo misma, por fin toda esa mentira había acabado. Porque, para ser sincera, Matteo y yo nunca nos amamos.
Me enfoqué en el patín, tenía convicción de que ser ciega no me detendría, y no lo hizo.
Simón me ayudó un montón, era como mi entrenador personal, y ya estaba dejando ser mi talento como antes, casi como si nada hubiera pasado...
Y así, Simón me convenció. Juliana estaba buscando nuevos participantes para formar un equipo que represente al Roller en la próxima competencia, y él me hizo animarme a dar la prueba.
Bueno, hubo un período de entrenamiento y hoy nos van a evaluar a todos. Estoy muy nerviosa, tengo miedo de no lograrlo, de fallar...
Este es mi sueño, y no importa qué, no importa los obstáculos que se me presenten, yo voy a seguir luchando por conseguirlo.
Pero al mismo tiempo tal vez debería tomar el resultado de esto como una señal...
Llega Juliana, se siente en el ambiente un silencio casi fúnebre.
—Bueno, como ya todos saben, hoy los voy a evaluar, y en base a eso y a lo que vengo viendo durante los entrenamientos, voy a decidir quién va a ser parte del equipo y quién no.
Estoy nerviosa, bastante. Simón lo nota, pone una mano en mi hombro, lo cual me tranquiliza un poco.
—Les voy a pedir que cada uno me haga una improvisación, dónde me muestren lo mejor de ustedes, necesito que me convenzan, que me demuestren que están a la altura para ser parte de éste equipo.
Asiento. Pase lo que pase, quiero estar segura de que di lo mejor de mí.
Van pasando, uno por uno, hasta que me toca a mí. Simón me abraza, me tranquilizo.
Me dejo llevar por la música, por las emociones, por todo. Doy lo mejor de mí. Por un instante vuelvo a ser la reina de la pista, como siempre fué.
Me siento bien conmigo misma. Siento que hice lo mejor que pude, ahora está en manos de Juliana.
Simón me abraza, me felicita.
—Voy a tomarme un tiempo para analizarlo bien y tomar una decisión.—Dice Juliana y se va.
Siento las manos de Simón en mis mejillas.
—Ámbar, estoy muy orgulloso de tí.—Me dijo
—Nada de esto hubiera sido posible de no ser por vos, Simón
—Nah, aquí la que brilla eres tú.
—Bueno, gracias... En serio
—No hay de qué, bonita, lo que sea por tí.
Siento que nos acercamos, nuestras narices se tocan, estamos a punto de besarnos pero...
—¡Oye Ámbar!—Era Luna.—Uy, interrumpo...
—No, no...
—Queremos hablar contigo, y felicitarte.
—Si, estuviste muy bien.—Dijo Yam
—Brillaste.—Añadió Jim
—No había visto algo así en tiempo...—Dijo Ramiro.
—Parece que la reina de la pista está de vuelta.—Dijo Delfi
Me siento hablando con ellos, siento como si me estuvieran rodeando
Me rodearon, yo no entendía bien que estaba sucediendo en medio de aquél Open...
—¡Sabemos que fuiste tú!—Dijo Luna, molesta.
—Debería darte vergüenza.—Dijo Ramiro.
—¿De qué hablan?—Dije confundida.
—Sabemos que tú causaste el incendio del Roller.—Dijo Jim
Me quedé callada, sin saber que hacer.
—No lo niegues, Ámbar.—Dijo Delfi
—Chicos, yo...
—¿Qué? ¿Qué excusa vas a poner ahora?—Dijo Yam
—Yo no quise, se me fue de las manos...
Estaban furiosos, muy. Empezaron a avanzar más a mí, retrocedí...
Pero dí un paso en falso y caí.
Una mano, la mano de Simón, intentó atajarme, pero ya era tarde...
Me había golpeado tan fuerte la cabeza, que me desmayé
Y eso fue lo último que ví. La mano de Simón.
Los ojos se me llenan de lágrimas
—Tranquila, no te pongas así...—Dicr Delfi.—Solo queremos decirte... Que en serio lamentamos todo, lamentamos no haberte escuchado, no haberte comprendido en mi caso...
—Sabemos que quizás esto nunca nos lo vas a perdonar.—Dice Yam
—Pero... Queríamos que sepas que siempre que nos necesites vamos a estar para tí...—Dice Jim.—Y que te apoyamos un montón en ti decisión de seguir patinando.
—Es admirable.—Dice Ramiro.
—Si, transmitís algo único patinando.—Dice Nina.
—...Fue súper chic.—Dice Jazmín
—Nunca te rindas... Sea cual sea el resultado.—Me dice Luna, la abrazo, los abrazo a todos
Y acá estamos todos, abrazados de nuevo.
Y me siento en paz conmigo misma, me siento bien. Ellos me hacen sentir bien.
Es increíble cómo nunca lo noté, pero ellos siempre fueron mis amigos.
Pero el hermoso y emotivo momento es cortado por Juliana
