El carterista

Capítulo 2: Mi grupo y mis amistades ( Parte 1 )

Ya saben que hay muchos círculos sociales, y sin embargo el mio no esta ahí. El mio, uno de los mas extraños y poco comunes, de hecho no es un grupo definido, prácticamente somos un conjunto de todos los grupos, lo cual lo hace mas interesante y disfuncional, todo al mismo tiempo.

Debo admitirlo, a mis amigos nunca les he robado, o al menos a los que les tengo algo de respeto, pero al resto, bueno, nunca esta de mal darles un buen susto.

El primer incauto fue Steven, un chico nuevo del grupo que realmente estaba desorientado el primer día, y que mejor forma de conocer a alguien que robarle todo lo que trae en los bolsillos.

Me acerque sigilosamente a su escritorio mientras charlaba con un grupo de chicas (mujeriego), mientras el prestaba atención a los múltiples comentarios de las chicas yo pude distinguir una silueta que salia de su bolsillo derecho. Era un objeto de 12 centímetros de largo, 6 y medio de ancho, y con un grosor de 8 milímetros, demasiado largo para ser su billetera así que seguramente era su teléfono.

Con las especificaciones dadas, seguramente era un teléfono inteligente con pantalla táctil, aunque rara vez me encontraba con uno de esta medida. Mientras el se regocijaba con la atención de las chicas, yo me escabullí detrás de su puesto y lo despoje lentamente de su teléfono, lo que fue interesante, es que no era un teléfono cualquiera, era una de las ultimas novedades de dispositivos móviles a nivel mundial,honestamente, si yo tuviera un teléfono así no le quitaría los ojos de encima, si el lo hacia, era por dos razones:

1. Tenia tanto dinero que no le importaba perderlo.

2. Estaba disfrutando demasiado de la atención de la chicas.

En todo caso solo faltaba esperar para ver su reacción cuando se diera cuenta de que su teléfono había desaparecido, así que espere.

Fue inútil, había encontrado a alguien que era tan desatento para no darse cuenta en media hora de que su teléfono había desaparecido, así que tuve que ayudarlo un poco.

Me pare enfrente del salón y fingí que recibía una llamada telefónica, solo tenia que hablar sobre cualquier cosa en voz alta y listo, así que empecé a balbucear cualquier idea que me llegaba a la cabeza hasta que Steven decidió voltear un momento y ver que en mis manos estaba su teléfono, la mayoría de idiotas a los que robo, correrían tras de mi, gritando todo insulto y blasfemia que se les ocurriera, sin darse cuenta de que eso no detendría mi huida, pero la reacción de Steven fue diferente, no se movió, no dijo ni una palabra, solo se quedo sentado como idiota con una cara de impresión que nunca había visto, al parecer le impresionaba lo que había hecho, y en ese momento pensé: ¿ A que maldito loco le acabo de robar?