Soy de la C.I.A (?)

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Colgué a Verónica y me asomé a la mirilla de la puerta para ver si era Jorge. Lo era. Estaba hablando con Amanda por teléfono y se podía oír todo claramente a causa del eco y el volumen del móvil.

-¿Por qué crees que Verónica se habrá puesto así?

-No lo sé, Jorge. Pero no me importa, la verdad -dijo con esa voz tan antipática que dan ganas de ir hasta su casa, llamarle de todo, cruzarle la cara y volver con la cabeza bien alta a tu hogar-.

-Te noto un poco rara la voz, ¿estás bien? -¡¿rara la voz?! Ay... Queridísimo Jorge, su voz siempre es así. La típica voz casi afónica por haber trabajado de p.... mejor no sigo por ahí con mis pensamientos-.

-Es que... Lo único que quiere es que YO parezca la mala -dijo con una voz quejica como si estuviese llorando-.

-"¿Que parezcas la mala? No, Amanda, te equivocas. Ya lo eres por ti misma" -dije bajito y entre dientes-.

-No creo que Vero sea capaz de hacer eso...

-¡¿Lo ves?! Ya te está empezando a convencer, ¿de cuanto la conoces? ¿Un mes? Y ya confías en ella más que en mi...

-Bueno, a ti te conozco de menos...

-¡Pero yo soy tu novia!

-Tranquila... Estoy de tu parte.

-Gracias -dijo con tono normal y ya bastante alegre-. Bueno, me voy. Adiós

-Adiós...

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Narra Amanda:

»Colgué. No me podía creer que Jorge se haya creído mi numerito. Bueno, ya sabes, hombres... Piensan con la cabeza, sí. Pero no la cabeza que tienen sobre los hombros... Que penita me da.«

-¿Amanda?

-¿Sí, mamá?

-Te he oído reírte sola, ¿estás bien? ¿te has dado un golpe en la cabeza? ¿pierdes sangre? ¿necesitas un mocho?

-Estoy bien mamá, tranquila.

-Está bien... Voy a preparar la cena, hasta luego.

-Vale. ¡Espera! ¿Para que sería el mocho?

-Ah, sí. El suelo es de madera y ha costado mucho dinero, así que si desangrabas, tendrías que limpiarlo.

-¿No me llevarías al médico?

-Sí... Cuando acabases de limpiar el suelo -dicho esto último, se fué-.

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-Manipuladora...

-Marta, se que estás detrás de la puerta, no hace falta que sigas hablando en voz baja -abrí la puerta enfadada y me puse frente a él-.

-Hum... Curioso que sepas eso y no que Amanda te está utilizando para dar celos a Vero y hacerla rabiar.

-Marta, es difícil de explicar, yo...

-No, calla. No me sirven tus escusas. Vero no manipula y mucho menos a ti para que Amanda parezca la mala. Aunque lo sea... ¡Ella lo es de por si!

-Verás, Marta, es que... Un momento. ¿Estabas escuchando desde el principio?

-¿Eh? Que tontería...

-Marta, ¿no te han dicho nunca que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?

-No -dije sonriendo como una niña "inocente"-.

-¿Por qué espiabas?

-Si te lo dijese... Tendría que matarte.

-Va, dilo.

-Eh... Soy de la C.I.A (?)

-Bueno... Mejor entro ya en casa... Activaré el escudo anti-locas de atar.

-No te servirá... Nada puede detenerme.

-Mar... A veces, me das miedo.

-Yo, a veces... Veo muertos...

-Vale, muchas veces.

-¿Sólo muchas veces? Jo, tendré que mejorar...

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Naah, no les he pegado la bronca como quería... No pasa nada, algún día...

¿Crees en el destino? (#24)Where stories live. Discover now