CAPITULO 8

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Una tarde, mientras Rafael se disponía a abandonar la comisaría, escuchó el sonido de un violín. Parecía que llorase. Al dirigir sus pasos hacia el origen de aquella lastimera melodía, ante su sorpresa se encontró con Suburbia en uno de los cuartos de declaraciones tocando un andrajoso violín.

-¿Te gusta?- preguntó divertida

-Es... raro.- contestó el policía.

-Este violín tiene una vieja historia, y aunque no te lo creas, en el mundo real, es decir en tu mundo, hay más de una cosa inexplicable...

Cuenta así la leyenda que, en una noche de 1713 un profesional del violín, Giuseppe Tartini, obsesionado con la composición perfecta, tuvo un sueño con el Diablo. En el, el diablo se le aparecía con un atuendo hermoso y perfecto, proponiéndole un pacto. Le otorgaría un violín con el cual tocaría la melodía perfecta pero a cambio Giuseppe le ofrecería su alma. Giuseppe, ansioso y cegado por su ambición aceptó el pacto sin pensárselo dos veces.

Entonces el diablo empezó a tocar una melodía fascinante. ¡Gloriosa! con tal destreza y facilidad, que dejó al músico impresionado al oír una composición tan perfecta y hermosa de tal ser tan horrendo y malicioso según decían, porque él, lo que veía, era un hombre de una belleza deslumbrante que disfrutaba tocando el violín, del cual salía una melodía plácida y pacífica. Si así era el demonio, ¿cómo serían los ángeles? Parecía más bien un ángel.

Al día siguiente al despertar recordó perfectamente tal melodía y empezó a escribirla con tal habilidad que no daba crédito a lo que experimentaba. Cuando terminó de completar la sonata se dio cuenta de que había un nuevo objeto en su habitación. Se trataba de un violín precioso, violín color caoba que destellaba. Era como si el violín le hipnotizara, tenía algo que le hechizaba, algo mágico.

Entonces cogió el violín y se dispuso a tocar, y tocó una y otra vez la sonata hasta que llegó la noche. Pero algo pasaba, no salía como él deseaba, como la había oído tocar. No paró de tocar en todo el día, olvidándose así de sus obligaciones. Pero no era igual, no transmitía la belleza y bondad que transmitió el Diablo tocándola. Al final Giuseppe enloqueció y se suicidó al verse imposibilitado de repetir la sonata.

El violín que le dio el Diablo fue heredado por los familiares de Giuseppe, y pasó de mano en mano. Aún sigue existiendo y circulando por algún lugar de este mundo. Incluso hay quien dice que si el violín cae en manos de un joven músico, el Diablo se presentará ante él para ofrecerle el mismo pacto que a Tartini. Giuseppe tituló esta sonata -El Trino del Diablo-y hoy en día somos muy pocos los músicos que nos atrevemos a tocarla.

El Violín del Diablo

Suena el son de una canción
Sueño sin temer algo nuevo alrededor
me inunda en su placer
Y me rompe en dos

Me cuenta la historia de el mundo y detrás
Me acuna en su lecho de espinas mortal
Cumple mis deseo y mi voluntad esta apunto de arder

Prefiero ocultar la persona que fui
cuanto mas le pido mas puedo exigir
me atrapa en su mundo no quiero escapar
de este sueño y sentir su mal

No quiero olvidar quien es el!
Dejarme atrapar sin dudar
No quiero olvidar y perder
llegar asta el fin y volver

Me quedo en silencio escuchando su voz
El sueño es eterno ya no se quien soy
escucho un sonido tan dulce que apenas puedo respirar

Recuerdo que el día me acababa y no se,
sutil melodía me atrapa al traer
No puedo escapar debo estar a su lado
y volver a sentir su mal

No quiero ya, dejar de soñar
no puedo ya, olvidar la verdad
quedarme con el,
llegar asta el fin y volver

El violín del diablo sonata del mal
Canción en segunda desde el mas haya
No quiero olvidar y perder
Llegar asta el fin y volver

Como pude olvidar

Como puedo volver y callar


GAIA  ATLANTIAWhere stories live. Discover now