CAPITULO 11

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Selva del Perú, 1532

En algún lugar de la selva amazónica de Perú, tanto Zara como Pedro Alcázar en su huida de los españoles, fueron encontrando cada vez más pruebas de que los antepasados, tanto europeos como precolombinos, no eran de este mundo. Al llegar a las inmediaciones de un poblado, vieron a un hombre atado y amordazado a un árbol, y con las vestimentas más coloridas, extravagantes y andrajosas que los ojos de Zara jamás vieron.

-Es un pirata inglés- sentenció Pedro, y dirigiéndose al árbol donde se encontraba maniatado aquél personaje, le liberó y esto es lo que contó aquel aventurero amigo de lo ajeno:

-Me llamo Bernardino de Talavera. Desde hace unos años todas las naciones europeas excepto España y Portugal nos hemos quedado fuera del reparto de tierras y comercio con las colonias americanas; éste sólo lo podía realizar la casa de contratación con sede en Sevilla.

Durante estos años aparecimos una serie de aventureros que llenamos las costas americanas en busca de fortuna. Somos mercaderes, negreros, bandidos y contrabandistas. Navegamos por iniciativa propia pero con dispensa pública de nuestros gobiernos. Nos hemos dedicado casi exclusivamente al saqueo de las riquezas obtenidas por los españoles para nuestro propio provecho.

Pese a que durante muchos años los monarcas hispanos trataron de mantener en secreto el descubrimiento de América, en 1521 piratas franceses a las órdenes de Juan Florín, lograron capturar parte del famoso tesoro de Moctezuma, abriendo toda una vía para asaltos y abordajes en busca de fabulosos botines. Tan es así, que, al Cabo de San Vicente, los españoles lo comenzasteis a llamar "El Cabo de las Sorpresas".

Pero los tesoros más preciados por nosotros siempre han sido las mujeres que en cada puerto adornaban con su belleza tanto paisaje árido y descuidado-.

Que El Viento Sople a tu Favor

Arriad velas, derecho el timón,
por horizonte la mar
nuestro destino, la gloria, mi amor
y tu cama abordar.

Somos ladrones de corazones
por oficio saquear
toda ciudad y el puerto
que hay en tu mirar

Ábrete a mi
mi sable se quiere dormir
y naufragar de pasión
en el mar
que hay en ti

Vente con nosotros y no mires atrás
estamos juntos hasta el fin
somos lo que hacemos no pidas perdón
que el viento sople a tu favor.

Llevamos parches en el corazón
puñaladas por vivir
nuestros cañones son una canción para ti

Ábrete mi amor
y dame lo mejor de ti
la vela izarás
del palo mayor
que hay en mí

Vente con nosotros y no mires atrás
estamos juntos hasta el fin
somos lo que hacemos no pidas perdón
que el viento sople a tu favor.

Somos de la piel del diablo,
viva el RON!
y un esqueleto fue mi amor
que te sean propicios
la suerte y el amor,
que el viento sople a tu favor.
Una calavera y una maldición
la Taberna del Doblón
la muerte te da un beso
si no te crees capaz
de beber y de luchar

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