強みと弱み [Fortaleza Y Debilidades]

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Un rubio se despertaba de su cómoda cama rodó hasta caer al duro y frío suelo, no quería salir pero Haru le había dado una misión y él debía cumplirla, se coloco su ropa habitual, su cabello le llegaba hasta los hombros por lo cuál no se lo arreglaba según Ikari ese cabello es igual de rebelde que tu, esas fueron las palabra exactas que él uso.

Camino por los pasillos del castillo observando el jardín en el cuál estaban algunos ya entrenando, cruzo uno de los pasillos para llegar hasta una enorme puerta de madera con un logo de una luna en ella la cuál era la salida del castillo.

Salio a la ciudad donde muchas personas lo saludaron en cada lugar, llego hasta un bosque donde había flores de cristal y otras más que brillaban, cada una de ellas poseían propiedades curativas y otras venenosas. A lo lejos diviso una cabaña apresuro su paso para llegar mas rápido, al llegar vio a una persona encapuchada quién cortaba unas flores.

— Aku — hablo el rubio

— Oh, ya es ese día de nuevo que rápido pasa el tiempo — contesto alegre mientras dejaba un cesto de flores a un lado —. Ponte la bata roja.

— ¿Porqué la tengo que usar siempre? — pregunto mientras se quitaba su camisa

— Es necesario ya que el entrenar junto a kurama, quién anteriormente era un peligro para ti, esto te ayudara a que parte del poder de ambos no se escape — informo mientras se levantaba del suelo

— ¿Seguro? — pregunto algo desconfiado

— He hecho esto por miles de años, no dudes de mi después de todo mi clan se especializaba en eso — bufo molesto por la desconfianza

Se coloco la bata y se sentó frente a Aku y cerro sus ojos, al hacerlo observo a kurama quién ya no era retenido por el sello el cuál se había roto hace tiempo, ambos canalizaban su chakra para poder estar en equilibrio.

Los recuerdos de konoha llegaron a su mente, la destrucción, el odio, todo, quería llorar todos lo habían abandonaron cuando descubrieron sobre el kyuubi.

— ¡¡Suficiente!! — grito Aku haciendo que el rubio abriera los ojos —. ¿Estas bien? — pregunto preocupado al ver lo agitado que estaba —. Solo descansa — suspiro siempre era lo mismo cuando llegaban a ese punto

Naruto sentía dolor al recordar todo y kurama sentía odio por ello, sus sentimientos no se equilibraban y eso era peligroso el rubio podía morir y por ende kurama igual, en su larga vida había visto ir y venir personas a las cuales las usaban como recipientes para las bestias.

Todos eran usados como armas como si no les importara nada solo el poder haciendo sufrir a la persona y a la bestia, el les ayudaba a equilibrarse en todo para que ellos se conectaran y se ayudaran mutuamente, pero Siempre fallaba ya que los demás los llevaban a la guerra, como objetos, sin vida, sin sentimientos eso le dolía, el cuidarlos protegerlos para que el mundo se los arrebatara de los brazos.

Incluso algunos que tenían a una bestia encerrada en ellos solo pensaban en matar y hacer sufrir usando todo lo que el les enseñaba, decidió nunca mas hacerlo, se encerró en ese bosque lejos de todo y todos, no quería que sus enseñanzas fueran utilizadas para eso.

Observaba como todos se mataban entre si Por el poder de las bestias, el como niños y personas inocentes morían, lo buscaban para que el entrenara a las bestias pero el no lo haría. Sabia que sufrirían mas si lo hacia, era un cobarde por no haberlos enfrentado pero ¿Qué podía hacer? Ayudar en silencio ocultar a todas las bestias de ellos, porque ellos eran las verdaderas bestias de ese mundo.

Cuando el rubio llego por primera vez allí se sorprendió, kurama había sido sellado para proteger a las personas y no para utilizarlo como un arma, kurama aunque no lo admitiera se preocupaba por el rubio mientras el solo quería un amigo.

Veía el dolor, la traición, el sabia lo que el chico sufría y solo quería consolarlo ¿Porque? Porque el había visto el sacrificio de sus padres, esa noche el supo que una persona estaba trayendo al mundo un ser, el hijo de una persona que poseía una bestia en su interior, pero después sintió el frío, aquel que indicaba que el sueño de una madre se rompía, lloro una vez mas la codicia por el poder destruía los anhelos de un ser, un ser que había perdido todo sin siquiera conocerlo.

Lo cuido como nuca lo había hecho con nadie nunca, lo entreno el vio esa sonrisa volver a nacer tan resplandeciente como el sol, cada día el se adentraba en su frío corazón al igual que en el de Ikari, poco a poco todos lo protegían aquel que le hiciera daño conocería como era el domador de las bestias enojado.

— Bien, si sigues así no podremos avanzar — suspiro Aku

— Entonces dime una manera mas fácil — comento mientras se ponía de pie

— Tonto — hablo Aku golpeándolo con su látigo en la mejilla — No hay manera fácil — contesto molesto — Lo único que debes hacer ocultar tu debilidad — sugirió

— ¿Cual? ¿como? — pregunto el rubio

— Los recuerdos debes aprender a como ocultarlos en lo mas profundo de tu ser, que no te afecte o creer que ya no te afecta — hablo mientras veía el cielo

— Aku... ¿tienes una debilidad? — pregunto el rubio

— todos la tenemos — contesto mientras estaba pensativo


Exiliado |editando|Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz