UN AMOR IMPOSIBLE

DE VUELTA A CLASES

Llegaron las vacaciones, por un lado estaba feliz por no tener que levantarme temprano he ir a clases, pero por otro, no me gustaba tanto la idea de no verla por tres semanas, no saber de ella para mí era horrible, desesperante y llegaba al punto de ponerme de mal humor.

No puedo dejar de pensar en ti, no puedo dejar de pensar ti; es lo que me repetía día y noche sin cansancio, los recuerdos no paraban, te quería solo para mí, por completo.

Hace ya un tiempo que irrumpiste en mi vida y la transformaste de una forma que nunca hubiera imaginado.

Pasaron rápido las vacaciones, y ya era lunes, tenía que presentarme a clases de nuevo, me encontraba un tanto emocionada, quería saber cuáles eran mis materias nuevas, profesores nuevos, quería volver a ver a mis amigos y ponernos al día con lo que habíamos hecho en vacaciones.

Llegue a clases, me encontré con mis amigas y comenzamos a platicar todo sobre nuestras vacaciones; ellas ya sabían sobre mis preferencias y por ende sabían quién me tenía tan enamorada, me preguntaron que si ya te había visto, les dije que no, que ni idea de donde estabas.

Comenzaron las clases, y se presentó ella, esa persona de la cual estoy completamente enamorada, y para mi sorpresa seria la tutora del grupo, y también nos daría clase de español, lo cual significaba que la vería todos los días, me sorprendió el hecho de tenerla como maestra impartiéndome clases, porque nunca daba clases más que a tercer año, me pasaron miles de preguntas por la cabeza, y si cambiaste de habito porque me querías tener como alumna?, era algo absurdo y poco convincente.

También tendría que estar al día con sus materias, no por nada eras conocida en esa escuela por estricta y muy profesional en cuanto a las clases y materias que impartías, y también para quedar bien con ella, termino el día y nos retiramos a nuestros hogares.

Y estoy en condiciones de prometerte mi adoración, porque soy capaz de poner el mundo a tus pies y soy la primera que se rinde ante ti, ante tu sonrisa y ante tu piel. Y quedaré así desarmada sin ninguna intención de moverme de tu lado, porque solo tú puedes gestionar este amor. Nadie como tú para guardar mi corazón y mi alma entre tus brazos.