Prefacio

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Luego de andar sin rumbo varias horas el hombre terminó en un bar cerca de un río de la ciudad que tanto odiaba.

Tan pronto como estacionó su auto en el frontis del local entró para tomar algo, la búsqueda de trabajo iba de mal en peor y no quería llegar a su casa y ver a su mujer pidiendo dinero para darle de comer a su hija.

—Sírvame una cerveza —tiró dinero sobre el mostrador.

Ese dinero habría servido para una cena ese día.

—Enseguida señor —asintió el mozo.

Luego de una hora otro hombre entro en el bar, al ver al que tomaba cerveza en la barra se acercó.

— ¡Paul hombre, tanto tiempo! —exclamó dejándose caer en el taburete a su lado.

Se notaba que ya venía tomado.

—Robert —murmuró Paul sin poder levantar la cabeza.

Luego de un rato de plática de borrachos salió el tema de conversación que siempre los hacía pelear.

La esposa de Paul.

No era un secreto que Robert quería algo con ella, todos los vecinos e incluso Paul lo había notado, pero una amistad de varios años no se podía romper por una mujer.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó Robert.

—Tomando —bufó Paul como si fuera obvio.

—Tu aquí emborrachándote y tu mujer revolcándose con otro en tu casa.

Los comentarios mal intencionados de Robert siempre hacían reír a Paul, los tomaba como broma, pero al tener litros de alcohol en la sangre por fin tomaron el efecto que Robert siempre quiso, la ira de Paul.

—Mataré a esa idiota —habló con ira.

Las carcajadas de Robert no se hicieron esperar, él pensó que Paul bromeaba con él, como muchas veces antes lo había hecho.

Rápidamente Paul abandonó el local y tomando su auto comenzó a conducir, las calles se veían borrosa, el impacto en el costado izquierdo del vehículo lo sacó un poco de su trance. Miro a la negrura de la noche, pestañeo y vio un auto volcado.

Recordó lo que Robert había dicho de su esposa y la ira volvió, dejando el vehículo volcado olvidado, su auto cobro vida nuevamente y diez minutos después llegó a su casa.

En el auto volcado la mujer que iba de copiloto se quejaba, su esposo la miró una última vez y sus ojos se cerraron.

—Recuerda que te amo —susurró él y luego su pecho dejo de moverse.

—Amores —susurró la mujer mirando a la parte de atrás del vehículo.

Los niños de aproximadamente dos años chillaban, no tenían ningún rasguño al ir en su silla.

Los padres habían recibido todo el impacto, la mujer respiraba pesadamente, sentía que volaba, a lo lejos escuchó el sonido de la sirena.

Luego cerró los ojos, no podía más, sintiendo como las lágrimas bajaban por sus mejillas.

—Vamos, revisen el auto —escuchó voces, murmuros.

— ¡Los niños están con vida! —oyó que alguien gritaba.

— ¡La mujer también! —sintió como su cuerpo era levantado y dejado en una superficie extremadamente blanda.

— ¡Rápido, sus pulsaciones bajan! —gritaba uno de las enfermeras.

— ¡No, no, no! —chillaba otra horrorizada, lentamente su cuerpo dejo de respirar.

La mujer había partido, ambos padres habían muerto dejando a los dos gemelos solos.

Los niños fueron llevados a un hospital para revisarlos, la policía lo había decidido, debían ser llevados a una casa hogar, a menos que hubiera algún familiar.

La policía revisó la zona, pero no encontró nada, ningún indicio que dijera como se provocó en accidente, o eso fue lo que dijeron a los periodistas.

— ¡Ábreme maldita! —Paul ebrio golpeaba la puerta de su casa—. ¡Sé que estás ahí!

La mujer dejó a la niña de aproximadamente un año en su cuna y corrió a abrir la puerta a su esposo, esperanzada de que si haya conseguido trabajo y poder comprar algo para comer.

—Que paso Paul —murmuró la mujer sin percatarse de lo ebrio que venía su marido.

Cerró la puerta después de que él entró, tambaleante el hombre fue a la cocina, confundida lo siguió.

No vio lo que Paul había tomado de un cajón, el hombre se giró y la tomo por el cabello, ella gritó.

— ¡Paul, que diablos te pasa! —un golpe en su lado derecho la hizo ver borroso, las lágrimas bajaron por sus mejillas.

— ¡Dónde está! ¡Dónde está! —la mujer negó.

— ¿Quién?

—Él, el maldito con el que me engañas.

El hombre dejando a Mackenzie, su esposa, en el piso miro en las habitaciones, no había rastro de que alguien había estado allí.

Revisó el cajón de su ropa, donde por muchos años había guardado la pistola.

—No te engaño —se defendió la esposa parándose y tratando de llegar al sofá.

Cuando lo vio venir con un cuchillo y la pistola chilló.

— ¡Cállate maldita! —gritó el hombre soltando ambas armas.

Se fue encima de la mujer y la golpeó, toda su furia la descargó en ella.

—Detente —murmuró la mujer con pocas fuerzas.

— ¡Te mataré! —rugió Paul tomando el cuchillo que antes había soltado.

Increíblemente la pequeña niña, Mackenzie Faith, no había llorado aún.

El cuchillo aterrizó en el pecho de la esposa reiteradas veces, él sonrió al ver cómo tanto sus manos y el arma se teñían de un rojo oscuro, los ojos de ella se apagaron y la vida abandonó su cuerpo.

Soltó ambas cosas, el cuerpo de su esposa fallecida y el cuchillo lleno de sangre, sentándose en el sofá miro el cuerpo de ella, recordó el accidente, tomo el arma y llevándola a su cien disparó, la mano no le tembló, tan rápido como se escuchó el sonido el hombre calló sin vida junto a su mujer.

La niña desde la habitación estalló en llanto, aunque aún era muy pequeña para saber qué había pasado, su llanto era desgarrador.

En la casa vecina una mujer corría en busca del teléfono, tan pronto como lo encontró llamo a la policía, temiendo lo peor, que todos en la casa de Paul y Mackenzie hubieran muerto.

La niña fue llevada a la misma casa hogar que serían llevados los gemelos del accidente en la autopista.

En el hospital uno de los pequeños murió, intentaron contactar algún familiar, pero no habían, el único sobreviviente de dos años fue llevado a la casa hogar.

Dos semanas después Mackenzie y Jayden fueron adoptados por la misma familia, los "Roswell" aseguraron que ambos serían felices.




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(n/a: Bueno nosotras somos dos chicas que nos unimos para hacer esta historia (Cami & Taty), espero les guste♥  Cualquier duda pueden enviarnos un mensaje privado, o si solo quieres charlar, con gusto responderemos) 

Kayden.Where stories live. Discover now