BLURRED LINES || Jaeyong

2. I Didn't Mean To

El chico soltó una estruendosa risa y empezó a peinar el cabello del castaño. Jaehyun distraído le permitió el movimiento al mismo tiempo que recordaba aquel gesto que Taeyong solía hacer cuando también estaba ebrio. Sin embargo, las manos de Taeyong eran más delicadas y los movimientos intencionalmente torpes. Siempre a despeinarlo porque él sabía de sobra, cuanto duraba Jaehyun acomodando cada hebra de cabello en su lugar.

En ese instante Johnny, Ten y otros chicos que no distinguía, llegaron con los brazos llenos de bolsas de papel y más litros de licor de todas las clases. Los presentes gritaron con más fuerza y la música subió al tope de lo que un Jaehyun sobrio soportaría.

Igual había pagado por ese licor.

"Dame" dijo robando el vaso de Doyoung y tragando de un solo sorbo el líquido ámbar que a su paso le quemaba la garganta y aligeraba el peso de sus oídos.

¿En dónde estará Taeyong? Se preguntó a si mismo de repente.

Johnny, un cercano compañero de él y sus amigos, no demoró en sentarse junto al par de chicos y llenar sus vasos casi vacíos hasta la orilla.

Taeil apareció de la nada y retó a Jaehyun a bajarlo todo. Y así lo hizo con dos vasos más entre risas y malas palabras. Por consiguiente, Jaehyun empezó a sentir la vista un poco lenta para enfocarse y una ola de energía e hiperactividad instalándose en su estómago.

Cinco o diez minutos después, los cuatro estaban en el salón principal junto a otro montón de chicos jugando con licor. Jaehyun no entendía el juego, pero cada vez que era su turno, gustosamente en medio de vitoreo y risas lo aceptaba sin pensarlo dos veces. Fue entonces en medio del octavo shot cuando empezaron a jugar con prendas. ¿Por qué? Ni idea.

Era el turno de Yuta, siempre con su sonrisa confiada y engreída, que era incluso más brillante cuando estaba ebrio. Jaehyun no supo en que momento, pero cuando regreso en sí, el chico se estaba desabrochando su cinturón. Las chicas gritaban y reían, los chicos hacían burla alentando más fuerte y fue en ese instante, cuando Jaehyun quiso clavar su mirada en el espectáculo, que algo más llamó su atención.

Como si los ojos lentos, cansados y torpes que el alcohol le estaban dejando fueran atraídos por algo o por alguien su mirada encontró la figura de su mejor amigo en el balcón de la segunda planta.

Taeyong estaba recostado en una pared y al frente un chico alto de la clase de narrativas.

Pero esa escena era la que Jaehyun quería haber visto. Porque mientras ambos chicos, lo que parecía hablaban, una figura pequeña y delgada estaba trepada en el cuello de Taeyong besando su piel como si su vida dependiera de ello.

La imagen por sí sola, era bizarra.

Algo en el estómago de Jaehyun se instauró. Quizá el alcohol ya pedía salir de su sistema a como dé lugar.

"¿A dónde vas?" Preguntó su amigo pelinegro sobre la música, ignorando el hipo de tanto alcohol que ya había bebido.

"Baño"

Doyoung volvió a halarlo hacia el sofá reprendiéndolo sobre como no podía ni mantenerse en pie.

Jaehyun dejó de luchar. Aún con la molestia en su pecho, volvió a caerse en el espaldar del mullido sofá. Todo le daba vueltas. Pero la imagen de su amigo y esa chica cualquiera, aparecía cada segundo que intentaba cerrar los ojos.

La parte consiente de Jaehyun sabía que eso siempre solía pasar cuando Taeyong iba a fiestas. No entendía por qué la sorpresa.

¿Quizá porque el pelo alborotado y la chaqueta de jean algo grande para el torso de su amigo, le quedaba tan endemoniadamente bien?