Capítulo 1

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CHICAS POPULARES


Extrovertidas, conversadoras y perfectas. Esas eran mis amigas, muy al contrario de mí. Debo decir que cuando aún éramos pequeñas y no teníamos busto, no se notaba esa diferencia. Me llamo Sun Hee, un nombre coreano gracias al enorme amor de mi mamá por un cantante de su adolescencia y como mi papá estaba tan enamorado ella, si le decía: "querido, le pondremos Mojón Cito", él a ciegas aceptaba. Pero en realidad todos me llamaban Sunny. Bueno, en realidad no todos.

Como les dije, mis amigas eran todo lo opuesto a mí. Durante todos los años de la escuela, intenté permanecer a la sombra de ellas. No me sentía cómoda muchas veces con sus actitudes, pero pese a todo, eran mis amigas y yo estaría con ellas sin importar nada.

A ellas les encantaba salir de fiestas, ligarse a chicos y ser el centro de atención. Yo por otro lado, preferiría sentarme en las escaleras del patio del colegio y leer alguna historia de wattpad. La verdad es que, ellas eran bastantes conocidas por todo el colegio... profesores, estudiantes, tías del aseo y hasta las del comedor. No había nadie en el colegio que no supiera de la existencia de ellas. Debo decir, que mis amigas son fantásticas.

Pero bueno, ¿no quisieran saber mucho más de ellas o sí? Iremos al grano. Alan.

Y les contaré más o menos, cómo lo conocí.

La desventaja de tener este tipo de amigas es que las veo muy poco. Ellas tienen tantas cosas que hacer, que la mayoría del tiempo estoy sola. Pero eso no ha sido problema para mí, ya que he intentado hacer cosas para distraerme y tengo que decirlo: soy muy buena dibujando. Además de eso, me gusta bailar. Es una pasión que traía desde pequeña y la he conservado a lo largo del tiempo.

En uno de los muchos recreos que he pasado sentada en -mí ya amiga- la escalera, vi pasar a lo más bello que han visto mis ojos. Alan.

Les podría hablar de lo perfecto que son sus ojos, su pelo, su ropa, sus lunares –que claro, los he contado todos intentando que no me vea- y ese no sé qué, que me hace sentir no sé cómo, pero hay mucho más para contar.

Ese día, quedé totalmente impactada por la presencia de Alan, nunca lo había visto por el colegio. De los 8 años que llevo estudiando ahí, nunca lo había visto. Nunca. ¡Nunca!

Pensé -te amo-, que debía averiguar sobre él, ¡Cómo es posible no haberlo visto antes! Y estábamos a 2 semanas de terminar el primer semestre del año. Pero claro, se me prendió el foco. De todas maneras, con mi timidez jamás hubiese llegado a hablarle, ni si quiera si fuese el único hombre del planeta... pero conocía a unas chicas que sí.

Con lo alborotadas que eran mis amigas, preferí contarles en otro momento. Yo tenía que estar 100% de lo que había visto, de que era real, de que no estaba quedándome tan sola que comenzaba a ver amigos imaginarios. Y así pase una larga semana.

Mis ojos al salir al patio eran lo primero que buscaban. Encontrarse con los suyos.

Aprovechaba que mis amigas se iban a saludar a los niños de otros cursos, y yo desde mi escalera, lo miraba. Algunas veces se le veía muy contento, otros no tanto. Aún con mi súper espionaje, no lograba divisar en qué curso estaba. Se veía mayor, un poco más grande, pero no había podido lograr identificar qué tanto. Pero básicamente, de eso había estado pendiente. De su sonrisa, de su hermosa sonrisa.

- Sunny, te tenemos una propuesta- dijo Belén

- ¿Atenta contra mi integridad? -dije con un tono irónico

Las chicas rieron. Les puedo jurar que ellas sabían que no me prestaría para nada que me pudiese incomodar.

- ¡Obvio que no Sunny! Es más, es un favor S.O.S que nos tienes que dar -dijo Feña mirando con complicidad a Belén

- Exacto –dijo Belén- Es que, bueno tu sabes que me ha costado superar un poco lo de Benja entonces...

- ¿Te ha costado superar lo de Benja? ¿Tú?

Ambas se miraron. Y es que claro, con lo popular que era Belén había tenido un montón de novios y jamás le había importado romper o empezar una relación con alguien.

- Mira Sunny, lo que pasa es que Belén tiene una cita mañana en la tarde con un chico de tercero -dijo rendida de mentir Feña

- ¿DE TERCERO? -dije asombrada

- Si, y no quiero ir sola porque me da un poco de miedo... ya sabes -dijo Belén

- ¿Y qué tengo que ver yo?

- ¡Tú la tienes que acompañar! -dijo Feña sonriendo- había prometido acompañar a Belén, pero mi mamá sacó hora con el ginecólogo para ver lo de su embarazo y me pidió que por favor la acompañara, así que no podré ir...

- No niñas, ustedes saben que las amo, que tenemos anillos y collares de la amistad, pero esto, esto no es para mí, además ¿Qué haré mientras se besen? – dije mientras imitaba un beso y ambas rieron

- Eso no pasará Sunny, recién nos estamos conociendo -dijo segura

Y eso la verdad, me inspiró a tomar confianza y a aceptar acompañarla a su cita con el niño de tercero. No quería dejarla sola... y si era un pervertido, correría por su vida junto a ella. Entonces estaba decidido, mañana acompañaba a Belén a su cita.

Mrs. MisteryWhere stories live. Discover now