Capítulo 3

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RIDÍCULO


Se sentía terrible, sobre todo con esos ojos que tanto me importaban que me vieran. Ni si quiera dimensione que Belén estaba sumamente afectada por lo acontecido, sólo estaba concentrándome en no morir. Estaba comenzando a quedar pegajosa. Rafael y Alan corrieron a buscar servilletas para limpiar todo.

- Sunny, discúlpame amiga por favor -dijo Belén muy arrepentida

Incluso me daban ganas de llorar, y eso que no había sido algo tan terrible, pero ustedes saben... se siente bien feo estar en una situación como esa.

- No te preocupes Belén -dije nerviosa

No paso mucho más para que llegaran los chicos a intentar secarme. Rafael estaba como loco, sentía la responsabilidad de su chica en el accidente. Alan se veía muy preocupado por mi estado.

La camisa comenzaba a transparentarse y el color comenzaba a subir por mis mejillas, ya comenzaba a desesperarme y sentía la necesidad de salir del lugar y correr por mi vida.

- Belén, lo siento mucho tengo que irme

Los chicos parecieron comprender lo que pasaba, así que dediqué un adiós colectivo y salí lo más pronto posible del lugar. ¿Será real todo esto? Mi primera vez había sido un total fracaso. Pensé en todas las infinitas posibilidades perdidas de poder hablar con Alan, incluso, imaginé un plan para dejar de asistir a la escuela. Realmente soy muy tímida, y situaciones como éstas me perturbaban mucho.

Llegué a mi casa muy pronto. La adrenalina aceleró mi paso y llegué mucho antes de lo planeado. Pensé en qué hubiese pasado si el vaso de coca cola no se hubiese derramado, en que hubiese ocurrido si tal vez le hubiese hablado de cualquier cosa, incluso, si hubiese caminado a su lado. Me acosté en mi cama y miré el techo blanco invierno. Una alerta de mensaje me despertó. Era Belén:

- "¿Estás bien? Quedamos todos muy preocupados Sunny... discúlpame"

Rayos. Aún seguía con el uniforme puesto y necesitaba usarlo para mañana. Me cambié de ropa y me acosté a dormir. Tenía que guardar ganas de vivir para ir mañana al colegio y ver la cara el amor de mi vida, abrumado por el accidente.

Me desperté sin mucho ánimo. Me cambié, desayuné y alisté para ir al colegio. Llegué a la sala con Feña corriendo hacia mí haciendo un millón de preguntas, como "¿cómo les fue?, ¿se besaron?, ¿ya son novios?". Me irritaba un poco su extenso cuestionamiento, por lo que me limité a decir

- Amiga, te amo perra, pero me fuí en medio de un accidente. Deberías preguntarle a Belén... mis posibilidades de no ser invisible se redujeron a torpe.

Creo que con eso Fernanda lo entendió todo: algo había salido mal para mí. Cuando llegó Belén, se sentaron juntas durante la clase para conversar de su salida con Rafael. En cierto punto de la conversación, ambas me miraban mientras hablaban bajito. Realmente me sentí muy incómoda. Cuando llegó el recreo, ambas hicieron una especie de coartada y se acercaron a mí.

- No puede ser todo tan malo, déjanos compensártelo -dijo Feña

- Amiga, lo siento, desde el fondo de mi alma perra, pero necesito sacarte de alguna manera del hoyo que piensas en el que estás cayendo -dijo Belén

Reí.

-Niñas, está bien, yo no nací para estar frente a muchas personas, incluso sin ser yo, todo me sale mal

- Por eso te queremos ayudar... -dijo Fernanda con complicidad

- ¿Ayudarme? ¿A qué?

- Vamos Sunny, no puede ser tan complicado, dinos quién te gusta y te ayudaremos con eso -dijo Belén

- ¿QUÉ? -dije sorprendida

- No puede no gustarte nadie... lo haremos por ti como una recompensa por tu valentía -dijo Belén

- Disculpen chicas, creo que se confundieron... -dije intentando apartarme

- Sunny, dinos quién te gusta y haremos lo que tú quieras para que puedas acercarte a él

Puse mis ojos en blanco y las corrí de mi camino. Fui inmediatamente a mi refugio, a mi escalera. Pude ver desde allí a mi hermoso Alan, mi cosita bien hecha. Junto a él estaba Rafael y las chicas. ¿Realmente podrían ellas ayudarme a acercarme a Alan? Eso en cierto punto iría totalmente en contra de mis creencias... yo no podría permitirme algo como eso. ¿Y si se ríen de mí? ¿Si hago el ridículo? ¿Y si soy muy pequeña para él? ¿Y si sencillamente no le gusto? Pensé todo el recreo en la propuesta de las chicas... no tenía nada claro... era todo tan confuso.

Cuando tocaron la campana, entre a la sala un poco desganada. Ni en toda la tierra tendría la suficiente valentía para poder hablarle en persona a un chico... me aterraba la idea con sólo pensarlo.

Fui la primera en llegar. Contemple la puerta como si estuviese viendo la mismísima nada y de pronto, entraron las chicas. La verdad no sé en qué impulso de rebeldía desde mi ser interior dije:

- Alan, el chico de tercero.


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⏰ Huling update: Jul 19, 2017 ⏰

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