I n i c i o

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Era cercano al Londres apegado por el miedo e incertidumbre constante y el manido filtro de colores apagados, derivándose al fin, en la soledad, en la más triste que me puede ofrecer las soledades. Cayendo por la borda, por la decadencia misma. Dejando el desastre a medio hacer, complicando aún más el panorama de lo que se ve, siendo multiplicado y masticado por la masa. Creando un espectáculo a cualquiera que se percatase del más mínimo movimiento.

Ésto es lo que Charles Frankenstein no quería para el mundo, ¿ser más qué un montón de peces en el estanque? No, él deseaba mucho más, cómo nadie alguna vez pudo imaginar. Él soñaba con salir, despejar el paisaje de todo lo vivido. Ser el creador de las más inimaginables creaciones producto de la ciencia, algo nunca visto.

Nacer,
después de haber muerto.

ÁNGEL [CHERIK] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora