Prólogo

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Al fin llego a casa... qué día.

Abrí la puerta de mi casa y me recibió Bruno, cuanta alegría en un solo cachorro. Dejé mis cosas en el sofá, fui a la cocina y vi que mamá había dejado el almuerzo, me dispuse a calentarlo y luego me puse a comer.

Una vez comí, tenia que lavar los platos sino conocería el lado oscuro de mi mamá, no había nada que le molestará más que ver la montaña de platos sucios en el lavaplatos, pero bueno...

Subí a mi cuarto y revise si no tenía tareas, por suerte no así que decidí encender la computadora y de una entrar a Facebook y poder hablar con mis amigas, lo sé, acababa de verlas en el colegio pero no había nada más que hacer. Pasó un tiempo, cuando de repente recibí una notificación de que alguien quería ser mi amigo. Un tal "Marcos  York", decidí aceptarlo para preguntarle quien era y que quería, para que me había agregado.

The k-thingWhere stories live. Discover now