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Me separé y me puse de pie lo más rápido posible.

Ay no, los ojos de Ruggero se veían tan lastimados, mi corazón no hizo más que estrujarse.

-Mi amor –solo pude decirle.

-Entonces era cierto...- soltó, su voz era triste, pero tranquila.

-¿Qué? No, no, no, te voy a explicar todo mi amor, te voy a explicar.

El italiano negó con la cabeza mirándonos a ambos para luego correr hacia el set principal, obviamente, lo seguí.

-¡Ruggero! –grité al llegar al set, el director me miro mal.

-Karol, ahora no, Ruggero tiene que grabar y tardara –me respondió.

-Pero, no no no no no. Tú no entiendes, yo... él... Necesito hablar con él ¿Entiendes?

-Problemas personales después del trabajo ¿Si? Ahora silencio, la escena va a comenzar.

Tomé mi cabeza con desesperación y me lamenté.

-Lo siento, yo... -oí detrás de mí y sentí unas manos en mis hombros.

Sí, era Lionel.

-Tú... no hables ¿Si? –le dije mirándolo a los ojos.

-No fue mi intención que él nos viera. Yo solo necesitaba liberarme de esto que siento.

-No entiendes nada –respondí negando con la cabeza- Lionel, no entiendes nada. Ruggero ya me había hablado de esto y... ahora debe pensar cualquier cosa.

Suspiré pesadamente. Mi estado de estrés era notorio.

-Si quieres puedo hablar con él...

-No, no olvídalo. Yo tengo que arreglar esto –dejé de hablar por unos segundos- Nos vemos, luego.

Me despedí y no esperé a que él me respondiera. Lo último que quería era estar un segundo más ahí.

*

*

-¿Entonces, lo vio todo? -oí tras la línea del teléfono la voz de mi amiga.

-Sí, Angie. No sé qué hacer.

Eran cerca de las 8 de la noche y yo estaba en un parque cercano a la casa de Ruggero esperando a que él llegara ¿Tanto se tarda en llegar?

-Neta la regaste y bien feo, enana –me respondió.

-Angie, no me ayudas –solté una desanimada risa.

Por fin, ese era su auto, eso sólo quiere decir que él ya había llegado.

-Amiga, te tengo que cortar, creo que Ruggerito ya llego.

-Suerte, Karol.

Corté la llamada y fue corriendo hacia el edificio.

Al llegar al departamento, toqué el timbre y esperé que él me abriera.

-Hola –le dije con una leve sonrisa al verlo.

Él pasó su mirada por mí y fue corriendo hacia las escaleras.

Rápidamente cerré la puerta y corrí tras de él.

Entré al cuarto en el que él estaba.

-Ruggero...-lo llamé. Se puso de pie, mirándome con los ojos rojos y las mejillas húmedas por las lágrimas. -Perdóname, perdóname.- era la único que se me ocurría decir. Lo rodeé con mis brazos, apoyé mi cabeza en su hombro y le di suaves caricias.

Escuché un sollozo, solo pude suspirar y sentir la boca de Ruggero en mi hombro. Mi corazón dolió cuando lo escuche y sentí llorar. No sabía qué hacer para él. No sabía qué hacer para retroceder el tiempo y evitarle ese dolor.

-Parece un sueño todo esto, o una pesadilla –me dijo separándose de mí.

-Ay mi amor, es todo mi culpa. Perdóname, no sé qué pasó no sé qué...

-No comprendés –me interrumpió- Eras mi novia, y él era mi amigo. No mi mejor amigo, pero amigo al fin, compañero, no sé. Además, yo ya sabía de esto y lo quise negar ¡Qué estúpido!

-¿Qué? ¿Quién te lo dijo? ¿Fue Michael, cierto? ¡Yo sabía que él...

-Karol... -me interrumpió- escuché a Mike contándole por teléfono a su familia sobre que debía hacer, no le creí, te defendí. Me fallaste ¿Entendes? Te di toda mi confianza, mi amor y me fallaste.

-No sé qué decirte. Tienes toda la razón al sentirte así.

-Me dijiste que no pasaba nada ¿Cómo puedo creerte ahora?

-Es que no pasa nada. Ruggero yo te amo –me sinceré.

-Me siento muy decepcionado Karol. Del resto del mundo espero lo que sea, pero de ti. Creí que eras una chica diferente, mi chica diferente. –respondió con voz tranquila, pero una profunda tristeza.

-¿Qué puedo hacer? ¿Quieres que baje y les diga a todos en Buenos Aires que fue mi culpa?, si quieres lo hago.- le dije.

-Como quieras. Me parece que todo fue culpa mía por meterme con una niña inmadura. - respondió, secamente.

Nos quedamos callados unos minutos mirando a la nada hasta que decidí romper el silencio.

-Gracias a esto me di cuenta de algo sumamente importante. Me hizo pensar en...- me callé.

-¿En qué?.

-Que... yo no soy la mujer adecuada para ti, Ruggero.

-¿Qué estas queriendo decir?- me preguntó seriamente.

-Las cosas pasan por algo. Quizá esta fue una forma para que nos diéramos cuenta de que no somos el uno para el otro.-dije, mientras se me quebraba la voz.

-Estas actuando precipitadamente, Karol Sevilla.

-No lo estoy, Ruggero Pasquarelli. Solo soy una tonta enamorada que esperaba tu apoyo. – Tampoco voy a rogarte si es lo que quieres que haga -dije, con los ojos nublados de lágrimas.

-Lo siento, si te ofendí con lo que dije. Pero, entiéndeme.

-Yo también, yo también me equivoqué cuando decidí verte de otra manera, a pesar de que tenías una esposa. –Las lágrimas comenzaron a salir

-¿Eso crees?- preguntó, Ruggero.

-Si.

-Bien, si tú crees que es lo mejor. Dejemos las cosas ahí.- aceptó.

Pasé mis manos por las mejillas, limpiando las lágrimas.

-Entonces, ¿Estás de acuerdo con esto?

-Sí, si eso es lo que quieres.

-Sí, supongo que es lo que quieres tú también.- dije asintiendo.

-No hay nada más que decir.- mencionó, agarré mi bolso de la cama y di un paso hacia la puerta.

-¿Sabes?, para mí estar contigo ha sido una de las cosas más bonitas que me ha pasado en la vida pero podría convertirse en un desastre si continuamos juntos. Es lo mejor decir adiós.- dije.

-Está bien, adiós.-dijo, rompiendo mi corazón en el proceso. Parpadeé, haciendo que una lágrima se deslizara por mis mejillas.

-Adiós, Ruggerito Pasquarelli.- mencioné, tratando de hacerme la fuerte.

Volví a la puerta, esta vez la abrí y salí de la habitación. Bajé las escaleras, me detuve un segundo y miré hacia atrás, como esperando. Pero era una tontería. Fui a la puerta, la abrí y salí de esa casa, mientras sentía que ya no podía más y rompí en llanto.

**

HABIA PLANEADO TERMINAR LA NOVELA PARA ESTAS ALTURAS, PERO DIGAMOS QUE FALTA ALGUNOS CAPITULOS EXTRA!

ESPERO HABERLES PODIDO TRASMITIR LO QUE QUIERO, GRACIAS POR COMENTAR, POR VOTAR Y POR ESTAR SIEMPRE ATENTAS

NOS LEEMOS PRONTITO! 

Estamos Locos |Ruggarol|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora