Te haré decir que me amas

cap 6

P.O.V Kuroko

Tras arrastrarme en medio de la oscuridad llegamos a un departamento que me era muy conocido, entramos a uno y la sombra cerró la puerta tras nosotros, apoyándome en ella y sujetándome con fuerza.

- ¿Kagami?¡¡¿Eres idiota?!!¡¡Casi me matas del susto!!.- Le grité, pero antes de volver a decir nada, él me besó, hundiendo su lengua en mi boca de manera repentina y provocando así un apasionado e inesperado beso que provocó que las lágrimas que aun seguían saliendo por el susto, se detuviesen al instante.

End P.O.V

Poco a poco, Kagami fue separándose del más bajo, que había cerrado los ojos ante el beso tan apasionado. Éste al sentir el frío en sus labios bajó la mirada al suelo.

- ¿Qué ha sido eso?- Preguntó.

- Kuroko...- Le llamó el alto mientras acercaba sus manos para acariciar el perfecto rostro de Kuroko hasta dejarlas en sus mejillas.- Mírame...- Se arrodilló para estar a la misma altura que el peliazul.- Perdóname.

- ¿Qué? ¿Por qué?- Kuroko se sentía muy confundido, ¿Por qué el mayor le decía todo aquello ahora?

- Perdóname por ser un maldito celoso, tanto que no quiero que nadie se acerque a ti, ser solo yo el que pueda tocarte. Perdóname por ser estúpido y no darme cuenta de tus sentiemientos y sobretodo, perdóname por ser un real idiota que no sabe darse cuenta de sus propios sentiemientos.

- ¿S-sentimientos?- Las mejillas de Kuroko se tiñeron de un rosa palido, ya se estaba dando cuenta de a donde quería llegar Kagami con todo eso y realmente le estaba gustando el rumbo que parecía llevar.

- Eres mi oxígeno Kuroko, sin ti no vivo. Cuando no estás cerca me siento muy irritado y cuando te encuentras a mi lado, solo deseo estar así para siempre. No sé cómo puedo estar diciendote todo esto, pero supongo que es porque eres lo más importante para mí. No es un "Me gustas" o un "Te quiero", es algo aun mayor que he estado escondiendo desde que te conocí. Es un "Te amo desde hace dos años" y nunca he sabido decirtelo.- El rosa pálido que tenía Kuroko pasó a ser el rojo más fuerte jamás visto.

Por fin Kagami había sacado a la luz los sentimientos que tanto tiempo habían estado guardados. Kuroko también se arrodilló para abrazar fuertemente al alto que correspondió de inmediato.

- ¿De verdad me amas?- Dijo el peliazul mientras se ocultaba en el pecho del otro. Aun no se creía que se estuviera confesando, pensó que ese día jamás llegaría, que se marcharía a Alemania y no volvería a saber de Kagami, pero aquí estaba.

- Por supuesto que sí, baka, yo nunca miento.- Kagami levantó el rostro del pequeño para comenzar un nuevo beso, esta vez más lento y tierno que el anterior, un roce de labios. Pronto Kagami pidió permiso para entrar lamiendo los suaves labios de Kuroko que le dio el permiso que quería. Así el beso tierno pasó a ser uno más necesitado, más pasional. A éste le siguieron muchos más que hicieron que ambos terminasen en el lugar más cercano a la puerta, el sofá.- Kuroko... es mejor que paremos, no creo poder aguantar sin hacerte mío si seguimos así.

- ¿Y si quiero que me hagas tuyo?- Kuroko lo miró con una total cara de inocencia, pero que tenía un trasfondo muy pervertido.

- No hagas eso... No me controlaré.- Solo bastó un beso del peliazul para que Kagami mandara todo a la mierda. - Tú lo has querido, luego no te quejes.- Kagami cargó al pequeño como si fuera una pluma. Lo llevó hasta su cama para recostarlo delicadamente sobre ella.

Nuevamente empezaron una sesión de besos húmedos y, solo cuando sus labios se habían quedado rojos, Kagami bajó hacia el cuello que mordió, chupó y lamió con fuerza mientras se deshacía de la ropa del pequeño. Hizo lo mismo con su propia ropa y volvió a besar el cuello de Kuroko con pasión. Sus manos viajaban por todo el cuerpo del otro, pero especialmente se paraban en sus pezones que pellizcaba. Ésto hacía que Kuroko soltase pequeños suspiros de satisfacción.