i kick your ASS!!! {Pensamientos de Yuri Plisetsky y otros vómitos mentales}

Mierda 1

Sabes que tu vida es una mierda cuando no tienes amigos y la única persona que amaste ha muerto. Sí, y lo peor de todo es que soy tan patético como para estar llorando en el baño del avión mientras las azafatas me preguntan si estoy bien.

¿Qué si estoy bien? ¡Mierda!¡Me quiero morir!

Ok. Es en sentido figurado, pero han pasado dos semanas desde que perdí a mi abuelo, mi vida se fue al carajo y ya no tengo nada. Y por el amor de Putin ¡La cosa no mejora!

Como sea, mi nombre es Yuri Plisetsky, tengo diecisiete años y era el mejor patinador de mi generación. Habría sido el nuevo Plushenko , pero cuando mi abuelo enfermo todo se vino abajo y tuve que dejar de patinar para no dar más gastos y conseguir dinero.

Pero todo acabo y sinceramente espero que todos se vayan bien a la mierda con sus pésames fingidos y sus sonrisas lastimeras.

Además, me echaron del instituto en mi puto ultimo año. ¿Pero saben qué? No me arrepiento de nada, porque sacarle dos dientes, fracturar la clavícula y dejar llorando al imbécil que me molesto, no tiene precio. Incluso ahora que lo pienso, debería darle las gracias, me ahorro las molestias de terminar el año.

Puto año.

Puta vida.

Puta mierda.

Pero hace una semana recibí un llamado de un tío lejano como en décimo novena generación y por temas legales tendré que ir a vivir con él hasta que cumpla los dieciocho como mínimo, en el lugar que ni por asomo quería tocar. Estados Unidos. Mierda. ¿Qué les pasa con esos boxers con su bandera?¿En serio son tan idiotas?

Hablo bien inglés, ese no es el problema. El problema es que tendré que socializar con gente que no tengo ganas y seré la carga de un tipo que no conozco. ¿Les dije que era gay? ¡Gay!

Ya sé porqué se fue a vivir a EE.UU, así no lo mataban en Rusia o lo llevaban a la cárcel como mínimo.

¿En qué iba? A, cierto...el tipo gay. A mí me gustan las chicas y con que no me pegue lo gay estamos bien, porque les juro que si me hace algo se la corto. Y yo no bromeo, lo que prometo lo cumplo, sino pregúntenselo al tipo de la clavícula rota.

El avión ya llego después de mil horas, donde no siento mi trasero y creo que quede invalido. Todos tienen ganas de bajar, pero yo solo quiero volver a Rusia, encerrarme en mi cuarto y morir solo sin que nadie me moleste.

Quiero comer pirozhki y solo de pensar en ellos me dan ganas de llorar. Mierda de vida, los odio a todos por ser tan felices, espero que se rompan la cara y no puedan sonreír más. Odio llorar, no me gusta sentir que soy débil. 

Baje de avión y cuando conseguí mi maleta fui a buscar al tipo que dice llamarse Víctor. Me envió una fotografía de su instagram y no crean que soy estúpido, lo investigue para corroborar que no era un psicópata vende órganos y para mi sorpresa resulto ser un diseñador famoso que está comprometido con un escritor japonés que tiene el mismo nombre que yo. Eso si es perturbador, dos Yuris en la misma casa, me volveré loco. 

Ok, volviendo a la pareja, me dan asco lo acaramelados que se ven en las fotos y no, no soy homofóbico como creen que somos todos los rusos. A mí me da asco cualquiera que esté de romance sin importar el sexo. ¡Al mundo no le interesa ver como comparten saliva malditas parejas!.

Mierda...Ya encontré el tipo y su novio.

Tenían un cartel con mi nombre escrito en ruso, no había como perderse. Victor luce igual que en las fotografías y su novio se ve de mi edad. ¡¿Esta relación es legal?!¡¿Qué clase de viejo pervertido es este tarado?! ¡Putin, sálvame!.

-Estamos felices que hayas llegado -dijo el japonés-

-Debes tener hambre ¿Qué quieres comer? -me pregunto Victor-

-Solo quiero dormir, apenas pude pegar un ojo con las turbulencias.

-Sí eso quieres -dijo Victor- Vamos a casa, Makkachin nos espera.

Ya ha pasado una hora desde que llegue y estoy en shock. ¡Viven como reyes! Su auto es un deportivo del año, viven en un loft en pleno Manhattan y sus vecinos son actores de cine. Lo más lujoso que había en mi casa eran mis patines y estoy seguro que su perro vale más de lo que habría valido yo y mi abuelo dentro de casa.

¿Les dije que no soy fan de los perros? Ahora tengo saliva de perro por todas partes, que alegría. Gracias Makkachin o como sea que se llame el perro, a mi me gustan los gatos. Quiero un gato, me sentiría menos miserable con uno.

Deje mis cosas en lo que ahora se supone que es mi cuarto y la cama era enorme. Solo quiero dormir y pensar que estoy en casa. Sí, aun sigo deprimido ni los lujos me hacen feliz.

Son amables, comimos juntos y trataron de hacerme sentir cómodo, pero no me puedo sentir bien, siento que traicionaría a mi abuelo si lo hago.

Lo siento abuelo, te extraño. Tu habrías sabido que decirme ahora y creo que no soy tan fuerte como pensaba, no sin ti.

Mi vida es una mierda, yo soy una mierda. Cambio y fuera.